El río Arga a su paso por Iruñerria ha sufrido transformaciones importante en los últimos años por las construcciones realizadas en sus zonas inundables y después para solucionar el entuerto con elevación de «motas» preventivas y defensas ante las crecidas e inundaciones. Estas actuaciones además de no solucionan el problema de crecidas (lo que hacen es pasárselo a la localidad siguiente), han empeorado la calidad paisajística y ambiental del mismo. Con esas obras nuestro río, cada vez se parece más a un canal, que a un río vivo con sus valores propios y los de su entorno.
Aunque según se nos dice «el objetivo prioritario del Plan Integral del Arga es la integración de los entornos fluviales en la estructura urbana de la ciudad, manteniendo y potenciando sus valores naturales, corrigiendo los impactos existentes», la verdad es que lo que se ha hecho y se está haciendo es todo lo contrario.
Ahora la nueva agresión al río es en Rotxapea, aumentado la «mota» en la zona del parque de la Runa, elevando el camino y recreciendo el muro que une el puente de la Rotxapea. Esto recién terminada la agresión a su paso por Burlada con la construcción de más «motas», y no hace mucho con el hormigonado del paseo del Arga a su paso por el Club Natación, donde por favorecer a éste se adentraron en la ribera del río. No podemos tampoco olvidar la increíble «rehabilitación» del Molino de Caparroso, con un voladizo agresivo sobre las aguas y la ilegal desviación del cauce con un relleno artificial que ocupa una tercera del cauce. Otra importante agresión es la construcción de un Hotel en Beloso en zona inundable.
Las exigencias que la Directiva Marco Europea sobre la calidad de las aguas y que será de obligado cumplimiento a partir del año 2015, no se cumplen en el Arga en el tramo entre Iruñea y Puente la Reina/Gares. Es una vergüenza pero es así y los organismos competentes no hacen nada al respecto. Tampoco se cumple la línea general marcada por la Directiva Marco del Agua, la Ley Foral 2/93 de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre y sus Hábitats y la Estrategia para la Gestión y el Uso Sostenible del Agua en Navarra, que tienen entre sus objetivos la preservación y la restauración del espacio fluvial por encima de las clásicas obras de defensa (dragados, encauzamientos, etc. Urge el desarrollo de una nueva normativa de ordenación del territorio que contemple, revise y actualice los estudios existentes de las diferentes cuencas hidrográficas, teniendo en cuenta los conceptos de zonas inundables y los usos permitidos a efectos urbanísticos.
Un río es un ecosistema vivo, con sus bajos caudales en verano y sus crecidas e inundaciones en invierno-primavera. Esto siempre ha sido así, por tanto el río no es un problema. Si lo tenemos con los numerosos entes que lo mal-gestionan por sus indebidas actuaciones. Primero permiten construir en zonas inundables y luego nos dicen que existe un problema con el río y que hay que limitarlo con motas, muros, canalizaciones. Es decepcionante comprobar que quedan más de cinco años hasta que la nueva normativa europea sobre el agua ponga fin a tantas ilegalidades ambientales en nuestras cuencas hidrográficas.