A principio del mes de junio de 1893, hace 114 años, en el caserío de Larrazabal, Sabino Arana reunió a sus amigos, y allí leyó un texto con su nueva doctrina. Durante el desarrollo de esa jornada, los participantes al banquete no demostraron tener interés por estas nuevas ideas, que proponían recuperar el orgullo de ser vasco y luchar por la autodeterminación. Cuando finalizó el evento, todos se retiraron, reconociendo alguno de ellos que eran unos «insustanciales», o sea que no tenían un compromiso patriótico.
Quedaron solamente en el caserío de Larrazabal, Luis y Sabino Arana, y su dolor debió ser inmenso, otros en su lugar hubieran tomado la decisión de abandonar las ideas y retornar a las actividades particulares. Pero los hermanos Arana Goiri tenían muy en claro que la Patria de los vascos estaba atravesando una de sus peores emergencias y que el nacionalismo español estaba ganando la partida.
Unos días después, y fruto del esfuerzo de los hermanos Arana Goiri, aparece el diario Bizkaitarra, que se distribuía en Bilbao y se enviaba al interior de Bizkaia, y en este periódico se publicaban las nuevas ideas, con un lenguaje duro y patriótico, con el fin de mover las conciencias que se encontraban cautivadas por el españolismo. El periódico después de la publicación del número treinta y dos, fue prohibido por la autoridad española, en noviembre de 1895. Vale recordar un comentario de la época, en una tertulia de la cual participaba Cánovas del Castillo, y cuando sus seguidores se burlaban y ridiculizaban a Sabino Arana, y Cánovas afirmó: «Ese hombre no es loco, ese hombre ve lejos y bien».
Se han realizado elecciones en Euskadi sur, y es tiempo de pactos de gobernabilidad, para lo cual, los partidos abertzales darán prioridad a las alianzas que garanticen el cumplimiento de su ideario y los proyectos para cada unos de los herrialdes y municipios. Estoy convencido de que resulta importante garantizar la gobernabilidad, pero cuando uno realiza estos pactos, también se debe tener presente que existe un conflicto, y que el día después de institucionalizar los ayuntamientos y Juntas Generales, parlamentos, hay que retomar el tema de fondo, que es resolver el contencioso vasco.
Hace más de un siglo, Sabino Arana y su hermano Luis propusieron un camino. Hoy los partidos abertzales tendrán que realizar una seria reflexión, sobre cuál debe ser el camino a seguir para lograr la paz y la normalización política. Ya hace más de cien años Cánovas del Castillo y hoy Rajoy han expresado el mismo pensamiento, advirtiendo sobre el peligro que corría la unidad de España. En este sentido, estrategia común y unidad abertzale, puede ser la fórmula para que ello sea posible sería bueno proponer la conformación de una mesa generosa sin exclusiones, sin protagonismos. No sería una mala idea que todos los partidos abertzales, se reunirán a tal fin, en el emblemático caserío de Larrazabal.
Es profesor en la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina
Los hermanos Arana Goiri tenían claro que la patria de los vascos atravesaba una de sus peores emergencias en 1893