El gobierno español parece que no autoriza el endurecimiento de las condiciones del confinamiento de Igualada y las poblaciones de la cuenca de Òdena -y digo ‘parece’, porque el caos en la gestión de la Moncloa ya ha llegado a tal punto que el gobierno catalán asegura no saber del todo qué dice la ‘autoridad competente’…
En la conferencia de prensa de ayer el conseller Buch fue muy contundente. Pidió en voz alta por qué el gobierno español ‘no acepta las medidas más duras, que seguro que serán más drásticas pero que a la vez serán más efectivas que las que toma ahora mismo el ‘Gobierno’ de España. Esta es la pregunta que nos debemos hacer, esta es la pregunta que nos hacemos’.
Hay, sin embargo, otra pregunta posible, una pregunta a hacer no al gobierno español sino al govern catalán: ¿y por qué no aplica directamente, como govern, estas medidas si está convencido, como lo estamos todos, de que son las adecuadas y las necesarias para evitar la pérdida de más vidas humanas?
La respuesta, obvia, es que el govern no quiere provocar un conflicto con sus funcionarios y con el gobierno español desobedeciendo órdenes. El matiz, en todo caso, sería entre un ‘no se quiere’ y un ‘no se puede’. Frente a ello no invocaré ahora que este govern llegó con el mandato de restituir el govern legítimo y seguir el camino a la república. Pero tampoco pasaré por alto que entre esto y obedecer sin más, resignadamente y con impotencia, órdenes absurdas que hacen peligrar la vida de los ciudadanos hay un abismo.
El govern de Cataluña sabe perfectamente que no sólo hay que mantener el confinamiento de la cuenca de Òdena sino que hay que cerrar hoy, al menos, el área metropolitana de Barcelona y adoptar políticas de contención en todas partes. Sabe que hay que detener los trenes y aviones con pasajeros que aún siguen llegando. Sabe que ha de parar toda la actividad que no sea esencial, absolutamente toda. Sabe que hay que hacer tests en masa y que por ello debe adquirirlos donde sea. Sabe que debe proteger la economía de las personas, de las familias y de las empresas. Y sabe que haciendo estas cosas y algunas más, las que recomiendan los magníficos expertos que tenemos, la situación será durísima pero no será la catástrofe que nos viene encima si no lo hace.
La pregunta, pues, es por qué no se atreve a hacerlo. Puede suceder, es evidente, que el cuerpo de Mossos se niegue a cumplir las órdenes del govern de Cataluña. Puede suceder que los profesionales de la sanidad se nieguen a cumplir las órdenes del govern. Puede suceder que las policías municipales se nieguen a cumplir las órdenes del govern de Cataluña. Puede suceder que algunos alcaldes se nieguen a cumplir las órdenes del govern. Puede suceder que los jueces invaliden las órdenes del govern de Cataluña. Puede suceder que el gobierno español envíe el ejército contra el govern de Cataluña. Sí. Puede pasar. Pero si esto ocurre, quien deberá responder después de la catástrofe humana que tendremos seguro será la ‘autoridad única’, aún con más razón que ahora. No sólo por no haber hecho lo que era necesario, sino por haber impedido hacer lo que había que hacer a quien lo sabía, con las graves consecuencias que de ello se derivan.
Todo esto podría ocurrir o no. Pero una cosa es segura: continuar con esta política de decir buenas palabras y tratar de convencer con la razón ya no vale, porque ya no es suficiente. Los discursos llenos de razón del gobierno y de la clase política catalana, incluido el que hizo ayer el presidente Puigdemont, son discursos que, siento decirlo, sólo ponen de relieve y acentúan la impotencia del govern, que es la impotencia que sentimos todos nosotros como sociedad. Y los días pasan y las horas pasan y la obediencia a unas órdenes absurdas, casi criminales, amenaza con transformar el govern catalán, aunque no lo quiera y aunque todos sus miembros no se lo merezcan como personas, en cómplice. En cómplice de hecho.
Que las decisiones necesarias no son fáciles de tomar ni siquiera técnicamente lo sabemos todos. Que es sencillo escribir esto desde el balcón de mi casa lo puedo aceptar -aunque no lo es, ni siquiera personalmente-. Que da pánico añadir más caos aún al caos es comprensible y razonable. ¿Pero cuantas horas más necesitaremos para hacer lo que es necesario, en vista de que la gestión que hace el gobierno de España es horrible y tiene consecuencias nefastas, mortales e inaceptables?
No lo digo yo. Lo dice la prensa internacional (The Guardian: ‘¿Cómo puede ser que la reacción de España en el coronavirus haya sido tan equivocada?’ (1); The Telegraph: ‘¿Por qué la ratio de mortalidad es tan mala en España’ (2). Le Figaro: ‘España camina hacia una situación de pérdida del control’ (3); South China Morning Post: ‘El oscuro cuadro del coronavirus español: la pista de hielo es ahora un depósito de cadáveres y encuentran muertos abandonados en clínicas de ancianos’ (4); la Stampa: ‘En Madrid decían ‘no nos pasará a nosotros’ y el virus les ha castigado’ (5). Frankfurter Allgemeine Zeitung: ‘Muertos en las residencias españolas: ¿cómo puede pasar esto en un país moderno?'(6)).
Lo dice incluso la prensa española, cuando la lucidez se sobrepone al nacionalismo. Y les recomiendo mucho leer estos dos artículos. El Economista: ‘El Ministerio de Sanidad falló en el momento clave de la pandemia’ (7); El País: ‘La epidemia se extiende por España de manera más rápida y amplia que en Italia’ (8).
Lo dice Carlos Sánchez Mato, responsable de políticas económicas de Izquierda Unida en esta entrevista (9) que le hace hoy Andreu Barnils y donde señala con el dedo el ala neoliberal del PSOE, las ministros Calviño y Montero, y afirma que el centralismo ‘no es que no sirva de nada, es que es contraproducente’.
Pero lo dicen todo los científicos que han elaborado informes tan decisivos como el que explicó en exclusiva VilaWeb anteayer (10). Este es el gráfico que presentan explicando que el confinamiento y el paro total de actividades puede frenar una tendencia que si no se detiene acabará produciendo doscientos mil muertos. No hay sino mirarlo.
Gráfico: https://imatges.vilaweb.cat/nacional/wp-content/uploads/2020/03/Captura-de-pantalla-2020-03-25-a-les-20.21.06-25202130.png
Con este panorama, hay que recordar al gobierno de Cataluña que ser leal no significa ser ciego y que la primera responsabilidad que tiene es defender a todos los ciudadanos de Cataluña al precio que sea, no defender el estatus de la Generalitat. El dilema no es nuevo, ya lo sé. Los clásicos romanos y griegos ya tuvieron que enfrentarse a la decisión ética, moral, política, que ahora mismo tiene que estudiar el govern de Cataluña. Y por eso en palacio deben saber que si no adoptan con valentía y sin miramientos las medidas que ellos saben positivamente que son las necesarias también serán ‘cómplices por consentimiento de la tiranía’. Y lo digo así para usar la vieja, ajustada y venerable fórmula de la república romana.
(1) https://www.theguardian.com/world/2020/mar/26/spain-coronavirus-response-analysis
(2) https://www.telegraph.co.uk/news/2020/03/27/spain-coronavirus-cases-deaths/
(3) https://www.lefigaro.fr/international/coronavirus-l-espagne-en-proie-a-une-situation-hors-de-controle-20200324
(4) https://www.scmp.com/news/world/europe/article/3076659/spains-grim-coronavirus-picture-ice-rink-now-morgue-bodies-found
(5) https://www.lastampa.it/topnews/primo-piano/2020/03/25/news/a-noi-non-succedera-cosi-il-virus-punisce-la-spagna-1.38633284
(6) https://www.faz.net/aktuell/politik/ausland/spanien-und-corona-toedliche-missstaende-im-gesundheitssystem-16694719.html
(7) https://www.eleconomista.es/sanidad/noticias/10441631/03/20/El-Ministerio-de-Sanidad-erro-en-el-momento-crucial-de-la-pandemia.html
(8) https://elpais.com/sociedad/2020-03-23/la-epidemia-se-extiende-por-espana.html
(9) https://www.vilaweb.cat/noticies/sanchez-mato-volant-psoe/
(10) https://www.vilaweb.cat/noticies/el-govern-espanyol-te-un-informe-que-preveu-200-000-morts-coronavirus/
VILAWEB