El triunfo de la Liga Norte en las elecciones regionales italianas de los pasados días 28 y 29 de marzo es tan espectacular que merece enfocar con una lente de aumento todo lo que está pasando en el norte y centro de la península italiana. El diario Corriere della Sera de Milàn tituló una de sus páginas con la frase El ejército lombardo en las puertas de Roma. Era un buen resumen y un buen análisis de los resultados.
A nivel global, la Liga Norte ganó 1.370.000 votos respeto las anteriores regionales del 2005 (2.750.000 votos en el 2010 frente los 1.380.000 del 2005) mientras que el partido de Berlusconi, Partido de la Libertad (Pdl), perdía 1.069.000 votos (5.996.000 el 2010, 7.065.000 el 2005). Primera lección: en el espacio centro-derecha, la Liga Norte crece y está a punto de desplazar el Pdl como primer partido en el, norte mientras se implanta progresivamente en el centro, ganándole terreno al Pdl y ocupando el espacio que antes tenía la Democracia Cristiana.
En el espacio centro-izquierda, el Partido Democrático (Pd) pierde 2.004.000 de votos (5.846.000 el 2010 frente los 7.850.000 del 2005) mientras que la Italia de los Valores (Idv) del juez Di Pietro gana 1.227.000 votos (1.562.000 el 2010 frente el 335.000 del 2005). Por lo tanto, se está produciendo también un fuerte transvase de votos en favor de la Idv, más radical que el Pd. Dentro de la zona centro-derecha, la Liga Norte ha pasado de tener el 16% de los votos el 2005 al 31% el 2010, es decir, ahora su peso es el doble y representa un tercio del electorado de la coalición actual de gobierno. Dentro del centro-izquierda, el Idv de Di Pietro el 2005 tenía el 4% de los votos y ahora obtiene el 21%, es decir, cuatro veces más, lo que la convierte en un actor imprescindible de la izquierda.
También a nivel global, teniendo en cuenta las trece regiones donde se votó (no se votó en Sicilia, Cerdeña, Vale de Aosta, Venecia Julia y Trento-Alto Adigio), el centro-derecha pasó de tener el control de dos de las regiones anteriores a seis, mientras el centro-izquierda pasaba de once a siete. Ahora el Pdl gobierna en Llombardia, Lazio, Campania, Calabria, la Liga Norte en Piamonte y Veneto; y el Pd en Liguria, Emilia-Romanya, Toscana, Umbria, Marques, Apúlia y Basilicata. Es la primera vez, pues, que la Liga Norte consigue gobernar en dos regiones y también es la primera vez que se sitúa como primera fuerza política en una región, la de Veneto.
Resultados del 2000, 2005 y 2010
Las cifras del crecimiento de la Liga Norte dan una medida aproximada del cambio político producido en el norte y centro del país, que se corresponde con un retroceso general del Pdl. Si tomamos los resultados de las regionales de los años 2000, 2005 y 2010, el avance de la Liga Norte ha sido, en el Veneto, del 11,9%, el 14,6% y el 35,1% (los resultados del Pdl han sido 40,2%, 30,8% y 24,7%), en Lombardia del 15,4%, el 15,8% y el 26,2% (Pdl 43,4%, 34,6% y 31,8%), en el Piamonte del 7,5%, el 8,4% y el 16,7% (Pdl 42,6%, 31,9% y 25%), en Liguria del 4,3%, el 4,6% y el 10,2% (Pdl 37,5%, 26,8% y 29,2%), en Emilia-Romaña del 3,3%, el 4,8% y el 13,6% (Pdl 32,5%, 27% y 24,5%) y, finalmente, en la Toscana el avance ha sido del 0,5%, el 1,2% y el 6,4% (Pdl 35,1%, 28,1% y 27,1%). Por su parte, en la región de Marques el adelanto también ha llegado al 6,3%, y en Umbría al 4,3%.
Otra lección de estos comicios es, no sólo la consolidación de la Liga Norte y la ampliación de su fuerte implantación en el norte (la Padània, según expresión de la Liga Norte), logrando, con todo, puntas de hegemonía política como en el Veneto, sino que también ha roto la barrera de Emilia-Romaña y del río Po, y ahora se extiende rápidamente por el Centro (Emilia-Romaña, Toscana, Umbria, Marques), llegando a las puertas de Roma. En consecuencia, el peligro por el partido de Berlusconi, el Pdl, es quedarse reducido a una formación política del Sur, de Roma hacia abajo.
De la independencia al federalismo
Al saber su victoria, el nuevo presidente del Veneto, el leghista Zaia, declaró: «Queremos la autonomía como Cataluña». Y es que, actualmente, la Liga Norte ha evolucionado profundamente respecto a su pasado. Ahora es un partido de gobierno que parece haber olvidado sus proclamas independentistas y está haciendo evolucionar al Estado italiano hacia una estructura federal. Después de estas elecciones, en que ha salido reforzada, la Liga Norte sacará adelante el federalismo fiscal a cambio de apoyar a Berlusconi en su intento de crear un régimen presidencialista.
En los últimos años la Liga Norte ha creado una generación de políticos jóvenes con experiencia de gobierno, muy integrados en el territorio y formados en las administraciones locales, con imagen de políticos serios y que cumplen lo que dicen. Berlusconi y su partido han perdido el impulso reformador, que ahora ha pasado a manos de la Liga Norte, la cual juega con el localismo cultural identitario y el proteccionismo como armas para hacer frente a la globalización económica. Populismo, localismo y comunitarismo antipartido son los ingredientes que están transformando la Liga Norte en un partido poderoso y en pleno auge, según escribe Miguel Gotor en el diario Il Sole-24 Oro.