Un republicano ha ganado en Massachusetts y, de repente, no está claro si el Senado confirmará a Ben Bernanke como presidente de
¿Cuál es mi postura? Admiro profundamente a Bernanke, como economista y por su respuesta a la crisis financiera. (Para conocimiento general: antes de irse a
¿Cómo hemos llegado a una situación en la que eso es lo mejor que puedo decir? Bernanke es un excelente investigador en economía. Y desde la primavera de 2008 hasta la de 2009, su experiencia académica y su función política encajaron a la perfección, ya que empleaba tácticas agresivas y poco ortodoxas para esquivar una segunda Gran Depresión.
Desgraciadamente, ésa no es toda la historia. Antes de que estallara la crisis, Bernanke era en gran medida un funcionario de
Fíjense en estos dos problemas: la reforma financiera y el paro.
Allá por el mes de julio, Bernanke habló en contra de una propuesta de reforma clave: la creación de un nuevo organismo de protección financiera de los consumidores. Instó al Congreso a mantener la situación actual, en la que la protección de los consumidores ante las prácticas financieras injustas es responsabilidad de
Pero el problema es éste: durante la época que precedió a la crisis, mientras proliferaban los abusos financieros,
Como he dicho,
Nada. Bernanke no ha dado ninguna muestra de que sienta la necesidad de adoptar políticas que puedan reducir el paro más deprisa. En lugar de eso, ha respondido a las insinuaciones de que
¿Qué ha pasado aquí? Yo tengo la sensación de que Bernanke, como muchas personas que trabajan codo con codo con el sector financiero, ha terminado viendo el mundo a través de los ojos de los banqueros. Lo mismo podría decirse de Timothy Geithner, el secretario del Tesoro, y de Larry Summers, el principal economista de
Teniendo esto en cuenta, ¿por qué no rechazar a Bernanke? Hay otras personas con el peso intelectual y la sabiduría política necesarios para asumir el puesto: entre los posibles candidatos estarían mi compañero de Princeton Alan Blinder, ex vicepresidente de
Pero -y aquí llega mi defensa de la renovación de Bernanke- cualquier buena alternativa para el puesto supondría una lucha encarnizada en el Senado. Y optar por una mala alternativa tendría consecuencias verdaderamente nefastas para la economía. Además, las decisiones políticas en
Eso no es un respaldo incondicional, pero es lo mejor que puedo ofrecer. Si Bernanke es reelegido, él y sus compañeros tienen que darse cuenta de que lo que ellos consideran un éxito de la política es en realidad un fracaso. Hemos evitado una segunda Gran Depresión, pero nos enfrentamos a un paro masivo -un paro que arruinará las vidas de millones de estadounidenses- durante los años venideros. Y
Paul Krugman es profesor de Economía en Princeton y Premio Nobel de Economía 2008.
© 2009 New York Times News Service.
Traducción de News Clips.