El (d)efecto Bilbao

Este escrito es una consecuencia de la más grande manipulación de dinero público y consiguiente estafa protagonizada por un aventurero y temerario concejal, Ricardo Barkala (PNV), que cada año despilfarra millones de euro en rotundos y repetidos fracasos: She´s in Fashion, en 2004, y «Best. Bilbaoestimula´05. Año de la Gastronomía Vasca», otro desastre para compensar el rotundo fracaso de las World Series by Renault, más de doce millones de euros despilfarrados, ambos el pasado año.

Bilbao ha sido, y en parte es, una importantísima y reputada ciudad industrial que ha otorgado a la villa una fisonomía singular y a su ciudadanía una idiosincrasia muy caracterizada, lo que es un orgullo, del que al parecer se avergüenzan demasiados de esta estirpe de gobernantes que padecemos. En esta alocada contemporánea competitividad entre lugares, se pretende travestizar autoproclamándose una identidad prestada, la ciudad de servicios, para lo que se necesitan unas cualidades además de la tradición, entre ellas urbanidad, limpieza, educación y cultura.

La Ley 25/1983, de 25 de noviembre, de Relaciones entre las Instituciones Comunes de la Comunidad Autónoma y los Órganos Forales de sus Territorios Históricos, conocida como de Ley Territorios Históricos (LTH), junto a un furibundo foralismo, más bien provincialismo, que fomenta, es la culpable de esta grave situación que impide una visión unitaria de país. Como consecuencia de ello, existe una absurda y peligrosísima rivalidad, cuando no enfrentamiento, entre Bilbao y Donostia animada respectivamente por los periódicos El Correo Español y el DiarioVasco, pertenecientes al mismo grupo Vocento. La villa quiere serlo todo en Euskal Herria, y pretende adoptar la diversa singularidad de las otras capitales cuando no imitar costumbres y casi siempre haciéndolo en una versión cutre. El Guggenheim, hace creer que todo es posible y a su arquitectura se le atribuyen cualidades milagrosas en variados ámbitos, «efecto Guggenheim» y más recientemente «efecto Bilbao». Pero en algunos aspectos como los turísticos, culturales, gastronómicos y festivos puede hablarse de un cierto «complejo Bilbao».

Cercanía, competencia y eficiencia

Es necesario recordar las dos bellísimas y casi equidistantes ciudades próximas a Bilbao, Santander y Donostia. Diversamente discriminadas con el brutal e injusto peaje de la autopista, a la ciudad española gratuita, a la vasca con una extorsión económica disimulada como un canon. Una enorme barrera que algún día deberíamos analizar rigurosamente y exigir responsabilidades, por las gravísimas consecuencias que esta decisión tuvo y continúa teniendo, a unas instituciones que se autodenominan nacionalistas. Recientemente, para proseguir con el chantaje de su explotación, un verdadero «impuesto reaccionario», en sintonía foralista, han creado dos empresas, Bidegi e Interbiak negociando cada una su «provincia».

Especialmente en verano por su condición de ciudades abiertas al mar y extraordinario atractivo urbano acaparan la atención de cualquier forastero, visitante o veraneante. Independientemente del importantísimo reclamo de sus playas como un modo de ocio más activo tienen actividades culturales de enorme tradición y prestigio internacional que equilibran a ambas capitales. Bilbao se queda en medio, aislada y sin la más mínima oferta.

Santander con 55 años de su Festival Internacional (31 julio-31 agosto con 59 espectáculos) o el prestigio de sus Cursos Internacionales de Verano. En Donostia, también los reconocidos cursos, XXV Donostiako Uda Ikastaroak, el 41 de Jazzaldia, (70 actuaciones entre el 21-27 de julio con 106.000 espectadores), 54 Zinemaldia (21-30 de setiembre) y 67 Hamabost Musikala, mal llamada Quincena (del 3 de agosto al 3 de setiembre 86 conciertos y espectáculos con 56.000 asistentes). El memorable concierto de la banda irlandesa U2 en el estadio de Anoeta de Donostia en agosto del pasado año con muchísimos visitantes de muy remotas y diversas procedencias que llenaron las 40.000 localidades del recinto. Asimismo, son muy destacables las actividades de Gasteiz, el 30 Festival Internacional de Jazz y el V Azkena Rock Festival de participación internacional con unos 30.000 espectadores, o la XXIV Semana de Música Antigua en Setiembre. Y también, el Getxoko XXX Jazzaldia (1-5 de julio) o el XXXII Festival Internacional de Folklore de Portugalete

Consideremos actividades deportivas muy arraigadas y que podrían constituir un programa lúdico-cultural único para todo Euskal Herria. La Donostia Clásica, tradicional prueba ciclista San Sebastián-San Sebastián, con 26 ediciones en agosto, el 61 Circuito de Getxo de ciclismo el 31 de julio, 120 Estropadak de La Concha en los dos primeros domingos de setiembre, y su complemento de visitantes, (unos 50 autocares de seguidores de las traineras procedentes de Cantabria en 2005). Las carreras de caballos (Turf) en el hipódromo de Lasarte que desde 1916 se celebra entre el segundo domingo de julio y el segundo de setiembre con 10 pruebas que aportan una cierta imagen de cosmopolitismo, belleza y riqueza con unos 45.000 espectadores, más otras cinco carreras en primavera. La 42 edición de la carrera pedestre Behobia-Donostia en noviembre con 11.600 participantes. O el partido internacional de rugby en el Estadio de Anoeta entre el Biarritz Olympique y el equipo irlandés Munster con una estimación de 25.000 aficionados de Iparralde y 11.000 locales. Asimismo, el Billabong Pro World Championship Tour de Surf (WCT) en Mundaka que sólo se puede celebrar en 12 localidades del mundo.

Es preciso recordar que en Iruñea por San Fermin se realizaron 257 actos festivos con un presupuesto de 2.930.647 euro y una repercusión de centenares de miles de personas además de la mediática que, a pesar del odio y represión de su fascista alcaldesa, gobierno nabarro y variadas crueles policías, verán con dolor ikurriñas continuamente.

Bilbao

Lo que últimamente se está proponiendo son espectáculos de nivel medio bajo, tipo populista con escaso arraigo y sin apenas tradición, de perfil globalizado y vinculados a la telebasura de mentalidad española para conseguir, audiencias inconscientes, masa de público y justificar el cargo, con el habitual rechazo a la cultura propia de Euskal Herria. No se programa con la intención de crear actividades sensatas de interés colectivo y no sólo local. Si se pretende salir del gran complejo por la carencia de acontecimientos de prestigio internacional y de la cantidad de vulgaridad predominante que se programa en verano para Aste Nagusia: muerte de 54 toros, circos-tortura, ruido, borrachería colectiva y degradación urbana. ¿Como se valora este espectáculo humillante? Además de una pérdida de autoestima, es una chanbacana estampa urbana en medio de una gigantesca agresión ambiental ¿Qué pensarán aquellas personas de buena fe, sentido común y elemental sensibilidad que se hayan interesado por algún tipo de festival veraniego, que acudan a este idealizado país y que tengan la desgracia de coincidir de paso estos días? Además, los responsables tendrán la desfachatez de contabilizarlos como venidos expresamente a este caos para justificarse numéricamente y hacer el balance como las fiestas mejores del mundo.

¿Como es posible que una ciudad que tiene una orquesta titular propia, Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS), desaparezca de los escenarios el 16 de junio y no vuelva a reaparecer hasta el 14 de setiembre? Tres meses de vacaciones tras una temporada en la que se han interpretado 17 conciertos dobles es decir 34 actuaciones. Escaso programa par un alto presupuesto ¿Es que no puede haber conciertos en verano y en las fiestas de una ciudad como ocurre en las ciudades civilizadas de Europa? Algo asombroso que al parecer a nadie preocupa. Quizá sea porque en Aste Nagusia la música es sólo a mediodía en un inaceptable, por ruidoso y pestilente entorno, del kiosko del Arenal donde indiferentes al hecho interpreta la Banda Municipal de Música de Bilbao. A su vez, se le obliga por las tardes a musicalizar la cotidiana matanza en ese maldito recinto de tortura llamado Vista Alegre. ¿No pueden, sin represiones, los músicos alegar objeción de conciencia para no asistir al festivo multicrimen?

Para «compensar», más bien complementar, el programa se magnifica con teatro madrileño y ciertos lamentables personajes antivascos, Gala, Vargas Llosa, Velasco, Paredes etc. con zarzuela y todo el costumbrismo castellano-manchego. Es preciso recordar, ya que las apariencias engañan, que la alcaldía de Bilbao no es del PP, sino mayoritariamente de unos afiliados al PNV.

Bilbao no acaba de encontrar su perfil lúdico-festivo. Arrastra lastres pesados de la dictadura. Ihauteriak tiene dos versiones y unas extrañas barracas y txoznas sin ninguna relación. En Pascua, hay que desterrar esa denominación española nacional-catolicista de Semana Santa, y algún día la propia festividad, con un serie de absurdas y patéticas procesiones de cofradías, la mayoría sospechosamente creadas en la dictadura. A su vez, cada actuación deportiva de calle es un sendero duradero de suciedad.

El complejo se acentúa cuando se habla de gastronomía con los dos restaurantes de tres estrellas de la guía Michelin Arzak y Berasategi, y tres de dos, Akelarre, Zuberoa, Mugaritz. Con estas referencias la máxima aspiración de los responsables en Bilbao es superar a Gipuzkoa como sea. Por eso fueron a la ONU en New York el mes de mayo, pero nada dijeron que formaba parte de la Semana de España.

Si se quiere difusión de la villa que dediquen sus esfuerzos a conseguir una etapa del Tour de France que tiene verdadera repercusión mundial, y cuesta mucho menos 122.000 euros conseguir un final de etapa y salida de la siguiente. Sólo la llegada 76.200 y la salida 45.800 (ville depart) con 75 cadenas que lo transmiten para 172 países con una audiencia estimada de 200 millones de telespectadores.

Bilbao Turismo, le han suprimido del nombre original la palabra Iniciativas, porque realmente no tenía ninguna. Vive del despiste de los forasteros que, visto el perro del Guggenheim, ya no saben qué hacer, lo que denota el tipo de visitante. Nada extraño conociendo la probada incapacidad de la directora Elvira Etxebarria que ya demostró su formación, sensibilidad y afecto a la cultura cuando en una de las mayores absurdidades que se hayan podido decir en una sociedad civilizada, declaró (El Correo 9-8 1992): «A mi nunca se me ocurre enseñar un museo a un visitante, llevas a la gente a los bares como mucho». O respecto de las malditas carreras elogiaba el «desafío que supone la celebración de una prueba de automovilismo por las calles bilbaínas», es decir valorar en positivo el riesgo y la agresión. Todavía sigue en el puesto de trabajo que le enchufó un deplorable concejal de (in)cultura Jon Gangoiti (PNV).

De nuevo hace pocos días se ha puesto de manifiesto esta situación. El 11 de julio actuó en la Zurriola de Donostia en Bakearen Aldeko Kontzertua, Mikel Laboa y Bob Dylan con un fin de concienciación colectiva frente a los horrores del criminal fascismo imperante en USA, Rusia e Israel que masacra a pueblos enteros. Y del 13 al 15 en las campas arrasadas de Kobetamendi se organizó el Bilbao Live Festival, otro macabro y fracasado proyecto respecto de las previsiones anunciadas, esperaba la élite europea del deplorable concejal Barkala (aseguró en febrero que se venderían 5.000 habitaciones de hotel).

Algo raro pasa en esta villa respecto del, por algunos ansiado, turismo y el efecto de la tregua, etc., cuando el bus turístico circula, además de creando atascos en maniobras de ciertas calles, casi siempre vacío. Es lamentable cómo se maltrata a los forasteros en restaurantes que precisamente figuran en guías turísticas. Empezando con un grosero tuteo, sólo se busca rápido su dinero, un verdadero fraude. Si circulan en coche no se les tolera una duda; son sacudidos a bocinazos por unos groseros conductores que probablemente nunca han conducido en otra ciudad excepto en Castro Urdiales y su provincia, extraño paraíso para muchos bizkainos.

No obstante el citado perdurable personaje aludido ha tenido la desfachatez de pedir a los comerciantes que aprendan inglés para atender a los turistas. Poco le importa si se maltrata a los vascos que exigen ser tratados en la lengua propia del país. Como reconocimiento por sus prebendas con Zazpi Kaleak y desvelos por el gravísimo asunto del botellón la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo le han otorgado el txikito de oro. Casi todo lo que se hace está relacionado con el vino ¡buen provecho!

La grave crisis de la cultura en Bilbao, y el gran problema en casi toda Euskal Herria, es que el PNV habiendo ostentado este trascendental departamento tanto en el Ayuntamiento de la villa como en la Diputación, lo haya interpretado como un poder más de efectos placenteros ya que proporciona mucha iconografía. La lista de cargos en ambas instituciones es un desfile de impresentables y peligrosos personajes de trágicas consecuencias, por su gran capacidad destructiva, como reiteradamente hemos denunciado, incluso en juzgados, en las últimas décadas. Las personas que por razones de proyectos y propuestas diversas han tratado directamente con ellos se refieren a verdaderas calamidades, gentes incompetentes pero poderosas, repletas de ignorancia y rebosantes de soberbia. Especialmente las últimas diputadas Ana Madariaga, Belén Greaves y la sucesión de concejales, Mikel Ortíz de Arratia, Jon Gangoiti, Joseba Inchaurraga, José Luis Sabas y Jon Sánchez cuya única afinidad y afición ha sido un desmesurado entusiasmo por las masacres taurinas.

La violencia, la cutrez, las agresiones ambientales y la reiteración de lo alóctono jamás deben convertirse en los símbolos más destacados y definitorios de la festividad de un pueblo que se precie como poseedor de una cultura e idiosincrasia propia y tenga una elemental autoestima de su contribución a la diversidad de la humanidad.