El pasado 13 de enero el gobierno británico anunció que, fuera cual fuera el resultado del referéndum escocés, el Tesoro inglés aseguraría a los tenedores de deuda pública británica su pago íntegro.
Con esta solemne declaración, destacada convenientemente por el diario global Financial Times, el gobierno de Cameron quiere dar confianza a los mercados internacionales: en caso de que Escocia se independice, el Tesoro británico responderá y atenderá íntegramente todos los pagos relativos a su deuda pública británica (pago de intereses y devolución del principal).
Y así será hasta que Inglaterra y Escocia, en caso de victoria del Sí en el referéndum del 18 de septiembre, lleguen a un acuerdo en cuanto al reparto de activos y pasivos, de acuerdo con los precedentes internacionales de gestión de la separación de un Estado en dos: asunción de una parte de los títulos de deuda en peso proporcional al traspaso de activos británicos a Escòcia.El pasado 29 de enero Luis de Guindos compareció en la Comisión de Economía del Parlamento Europeo y le pregunté si el gobierno español haría lo mismo con la deuda pública española con respecto al referéndum catalán.
Como rehuyó la respuesta (contestó que «sólo el Tesoro español financia la Generalitat») le pregunté que respondiera Sí o No de manera clara a la pregunta que le había hecho, recordándole que un referéndum demandado por más del 75% de los catalanes no lo podrían ignorar. Aunque sólo había en la sala 6 diputados no españoles de los 45 diputados que conforman la Comisión de Economía, no responder a una pregunta como ésta está mal visto en muchos parlamentos de más allá de los Pirineos, con lo que el ministro se vio forzado a responder que «Usted ya conoce la posición del gobierno español sobre este tema».
La profesora Paluzie resumía muy bien hace pocos días la relación entre la deuda pública española y la independencia de Cataluña: «La magnitud de la deuda española es al mismo tiempo la gran desactivador de las amenazas españolas contra los catalanes». Si Cataluña marcha sin asumir parte de la deuda española, España no podrá devolver nunca y quebrará, por lo que, según la decana Paluzie, será el propio Estado español el que deberá comenzar las negociaciones con Cataluña. Una vez más, Escocia e Inglaterra abren el camino de hielo, democrático y pacífico, a la causa catalana.
ElTemps