En Xabier, durante el mitin del día de su partido, C.D.N., Juan Cruz Alli reclamó lo siguiente: «un refuerzo de los esfuerzos en la defensa de los derechos históricos de Navarra». ¡Aleluya! ¿Los regionalistas se han vuelto nacionalistas? Nada más lejos de la realidad.
Los derechos históricos a los que se refiere Alli son aquellos que nos imponen a los navarros desde la Constitución de España y el mal llamado Amejoramiento del Fuero de la Navarra reducida o Comunidad Foral.
Fieles a sus socios de gobierno, el P.P., continúan sin situarse en la historia de nuestro país. Utilizan esas afirmaciones para estar en contra del P.S.O.E., nunca para buscar la recuperación de la soberanía de Navarra. Los derechos históricos no van más allá de 1978. No se puede recordar que Navarra era un Estado diferenciado de España hasta 1840.
Sin ir atrás en el tiempo ahí tenemos un gran derecho histórico, el de ser independientes. Si retrocedemos aún más, comprobaremos que hasta 1512 éramos soberanos, y que la pérdida de la soberanía vino como consecuencia de la invasión armada de las tropas españolas.
En ese año 1512 éramos seis merindades; en la actualidad sólo cinco; por lo tanto tenemos el derecho histórico de ser soberanos y vivir unidos con los de la sexta merindad. Pero retrocedamos aún más. Hasta 1200, cuando Navarra era aún mayor, el Estado navarro incluía las Vascongadas. Los derechos históricos aumentan, pues, en reclamar la soberanía para esos territorios pertenecientes a Navarra.
Pero todavía podemos retroceder más en el tiempo, hasta los tiempos de Sancho III «el Mayor». Aragón, Gascuña, Rioja, Sobrarbe, Ribagorza, Pallars y los territorios fronterizos con el Condado de Castilla, firmados en el tratado territorial de 1016, todos ellos pertenecían al Reino de Pamplona, posterior Reino de Navarra a raíz del cambio de nombre realizado por Sancho VI «el sabio». Si de derechos históricos hablamos, estos territorios tienen los mismos derechos históricos que los de la actual Comunidad Foral.
Esos son algunos de los derechos históricos que corresponden al Estado vasco(n) de Navarra. El presidente del C.D.N. debería reclamar estos derechos históricos que posee la Comunidad Foral. Entonces si que llevaría a la práctica su eslogan electoral, «100% por Navarra».
Mientras tanto, sólo llega a un 5% a lo sumo. Sí podría decir que cultiva un tanto por ciento elevado los derechos de la invasión militar, los del católico Fernando «el falsario» y sus derechos a gobernar Navarra. Los derechos a perder la independencia para ser una provincia de España. Los derechos a desaparecer del mapa político mundial.
Con políticos mal llamado navarros, será difícil que Navarra vuelva a brillar en el panorama mundial. Da igual que sean españoles o franceses; con ellos el Estado vasco de Navarra continuará sometido. Esperemos que los nacionalistas vascos tomen al pie de la letra la idea del presidente de los convergentes demócratas, para así reclamar lo que nos corresponde en esos derechos históricos, para conseguir la soberanía de la Navarra Plena.