Cautivo y desarmado el Procés…

Durante años los súbditos de la Barcelona franquista debían ver cómo en la puerta del Ayuntamiento de Barcelona colgaba una llamativa placa que anunciaba con deleite la victoria del fascismo sobre las fuerzas republicanas de 1939. Hablaba de un ejército rojo “cautivo y desarmado”. Hoy parece que Pedro Sánchez quiere erigirse de nuevo en profeta de este mensaje. Ha anunciado la victoria sobre los rebeldes catalanes jactándose de haber puesto fin al Proceso soberanista. Para celebrarlo piensa llevar a su homónimo de Francia, el presidente Macrón, a Barcelona el próximo 19 de enero. En este aspecto, días atrás el MH President Carles Puigdemont hizo muy bien en recordar lo que había dicho el eminente pensador catalanista Francesc Pujols sobre este tipo de «victorias» sobre los catalanes, o buena parte de ellos y ellas. Porque nosotros tenemos una tozuda habilidad para sobrevivir a lo que llama “nuestros ilustres enterradores”. No pueden ni podrán con nosotros. En la semana en que los archivos de la CIA han revelado que un antecedente de Pedro Sánchez -Felipe Gonzalez- fue quien dio luz verde al GAL, ¿no sería mejor que el presidente español se dedicara a limpiar su casa en lugar de intentar liquidar la nuestra? Porque cuando el corrupto y rocambolesco régimen monárquico español del 78 acabe de petar, como sin duda ocurrirá, algo quedará luminosamente claro: que la voluntad de los catalanes de habernos erigido en República independiente no desfallecerá. Seremos la República Catalana que por todos los medios intentan hacer desaparecer todavía hoy. De hecho, ya lo somos ya. Pero por si acaso, salgamos a la calle el día 19 para recordárselo.

RACÓ CATALÀ