Veo con preocupación nuestra actual situación, la que día a día empeora ante la desafortunada gestión de nuestros políticos (obvio sus siglas). Sobre España, sin comentarios. Ya se conoce bien cómo se creó y los métodos utilizados por aquella Castilla entre los siglos XI y XVI (las armas), siendo su formación actual una aberración sin límites, lo propio de políticas imperialistas, la hoy ejercida en Navarra por el Estado ocupante.
Leo notas de prensa de historiadores, catedráticos, políticos, comprobando que todos caen en las sibilinas trampas jacobinas elaboradas por los castellanos españoles. No me refiero a la actual Constitución de 1978 (imposición militar), yo me refiero a la trayectoria de los siglos X al XVI, donde en los mismos blindaron el status español, obviando que Navarra es producto de una conquista militar similar a la efectuada en la América latina.
Hoy salen a la palestra las denominaciones derechos históricos y territorios forales , los actualmente tutelados por la Constitución de 1978. Cuando digo tutelados es por una razón, se pueden exhibir, pero no puestos a la práctica (trampa a la española). He aquí la respuesta, los derechos históricos son actualmente propiedad de dos instituciones, una por Castilla (España) y otra por Navarra, los emanados por las mismas, por lógica ambas son sus titulares. Ningún grupo político actual puede utilizarlos, dado ante el ordenamiento jurídico es contradictorio, puesto son ajenos a ambas instituciones.
En cuanto a los territorios forales, suena a mofa y burla a la española (maestra en bulos y manipulaciones). Veamos la realidad. Hoy al Estado navarro le llaman territorios forales o incluso históricos (?)… Pregunto, ¿dónde está su origen? Puestos a llamar, llamemos al resto del Estado español territorios constitucionalistas. Una cosa es tener fueros, como otra el tener una Constitución, por cierto aquí rechazada desde su origen. Desde esta nota divulgada por DIARIO DE NOTICIAS les invito a todos a una profunda reflexión, dado en breve se cumplirá el V centenario de nuestra conquista colonización por parte del Estado español.
Usemos nuestros derechos históricos, los actualmente vigentes. Quiso el destino que nuestra institución, titular de los mismos, en aquel fatídico año 1512 no efectuó su capitulación ni renunció a sus derechos. Así nos lo demuestra nuestra verídica historia, la misma que supone una amarga espina al Estado español y a la mismísima institución borbónica (heredera de los conquistadores).
