Breve carta abierta al señor Ibarretxe

(Y a otras muchas personas, tanto favorables como contrarias a sus proposiciones)

Muy señor mío, señoras, señores:

De un tiempo a esta parte y más concretamente estos días se oye por doquier que para que nuestro pueblo se manifieste libremente es condición indispensable la «ausencia de violencia».

De acuerdo, les tomo la palabra.

Sentado ese principio, inmediatamente se hace referencia a ETA. Muy bien, ETA no es más que una fuente de sufrimiento inútil para todos. Tanto para sus víctimas como para sus propios miembros y sus allegados y un callejón sin salida para nuestra sociedad.

Ahora bien, ¿no se ha dicho que la «ausencia de violencia» es condición indispensable? ¿Qué me dicen entonces del Ejército español (sin olvidarnos del francés)? ¿Y de las policías? ¿Y del resto de instituciones estatales españolas y francesas? ¿No tiene acaso el Estado el «monopolio de la violencia»? ¿Cómo se han forjado los dos estados que ondean sus banderas a uno y otra orilla del Bidasoa?

¿No dice acaso la tan mentada Constitución española en su artículo 8.1: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.»?

Y con todo ello presente y en este contexto ¿hay acaso «ausencia de violencia»? y, en tales condiciones ¿puede producirse una «libre decisión» de nuestro pueblo?

En fin, estoy confuso y nada sobrado de facultades, por lo que mucho les agradecería contribuyeran a aclararme.

Atentamente:

Eugenio Arzubialde Etxeberria