Argelia rompe relaciones con España, por su traición al pueblo saharaui

En la tarde de ayer, el presidente de Argelia Abdelmadjid Tebboune anunciaba la suspensión inmediata del tratado de amistad entre España y Argelia, un suscrito hace casi dos décadas. El motivo principal no es otra que la traición del Estado español y su actual gobierno al pueblo saharaui, que han pasado a reconocer abiertamente al ocupante marroquí.

Unas horas más tarde, se hacía pública una nueva medida: la Asociación de Bancos y Entidades Financieras de Argel (Abef) daba la directriz de congelar las domiciliaciones bancarias en todas operaciones de comercio exterior de productos con origen y destino en España, a partir de este jueves 9 de junio.

El gobierno español se ha limitado a decir que «lamenta» el paso que ha dado el ejecutivo argelino, y que «reitera su plena disponibilidad para continuar, mantener y desarrollar las relaciones de cooperación entre ambos países». Pero la crisis abierta con Argelia es de gran profundidad: la relación diplomática actual es inexistente, y de hecho, el ministro de asuntos exteriores argelino se ha negado a atender las peticiones del ministro homólogo español, para establecer un diálogo.

Las autoridades argelinas recriminan a las españolas la campaña que han iniciado para intentar argumentar un giro político que, según han esgrimido, supone una «violación de las obligaciones jurídicas, morales y políticas» de la que sigue siendo potencia administradora del Sáhara Occidental. Argel reprocha el apoyo al proyecto de autonomía planteada desde Marruecos, que implica una política colonial de «hechos consumados».

Argelia sigue los pasos que en el mes de abril daba el Frente Polisario, quien entonces anunciaba la ruptura de relaciones con España. Al igual que el gobierno argelino, aludían a las responsabilidades que tiene el Estado español frente al pueblo saharaui, se desmarcaban de sus «míseros tratos con la fuerza ocupante» y le exigían reconocer su derecho a la autodeterminación.

El Tratado de Amistad, Buen Vecindad y Cooperación queda suspendido indefinidamente. Este texto, suscrito en 2002 por los entonces presidentes José María Aznar y Abdelaziz Bouteflika, regía las relaciones entre ambos países, en una relación que ambos consideraban como «estratégica».

El suministro y los precios del gas

Aunque durante estos dos meses el gobierno español ha afirmado que Argelia, hasta hace poco principal suministradora de gas a España, es un «socio sólido y fiable» y que no va a haber problemas con el suministro y los precios del gas, la realidad es diferente.

En abril, la empresa estatal de gas argelina anunciaba que España podrá ser el único país a quien le suban los precios. Además, el gobierno argelino ha amenazado a España con cortar el suministro si se desvía el gas hacia Marruecos, país al que los argelinos han cerrado el grifo. Las tensiones entre Argelia y Marruecos siguen en su punto más elevado, y de hecho en estos días el ejército argelino ha estado realizando unas maniobras militares en Tinduf, cerca de la frontera.

Las dudas sobre el futuro del gas argelino van a estar más presentes aún tras este último anuncio. De hecho, el gobierno ya ha comenzado a buscar otros suministradores; el principal de ellos, los EEUU, quienes en lo que va de año han multiplicado por cuatro el suministro de gas a España. El país que más presión e influencia ha ejercido en la traición española al Sáhara Occidental (Pedro Sánchez se ha limitado a seguir los pasos que en su momento dio Trump), también hace negocios con la crisis.

https://insurgente.org/argelia-rompe-relaciones-con-espana-por-su-traicion-al-pueblo-saharaui/