Detrás de todo este contubernio de órganos rectores de la judicatura, se encuentra un pueblo, (a quien años a le privaron de sus jueces naturales) Euskalherria.
Estos «magistrados» fueron convenientemente seleccionados y diseñados por el franquista Aznar y sus secuaces para criminalizar todo lo que se mueva hacia la soberanía. La impresión es que les van a faltar cárceles para encerrarnos a todos los bascos, es lo único que lamentan…
Sabiendo esto, quien ose largarnos lo del estado de derecho, miente como un bellaco. Aquí, que yo recuerde, el poder judicial nunca ha sido independiente, siempre ha sido un apéndice del poder político. En nuestro caso, simplemente por ser predio del PP, ya sería sospechosa…
¿Una democracia puede ser considerada como tal mientras los puestos claves del estamento judicial sean designados por el partido hegemónico? En todo caso llámese partitocracia. Entonces, por favor, ¡no me llamen a esto, estado de derecho! Primero que este estado, por su propia credibilidad, expurgue la judicatura.
Se habla de transición, pura falacia. ¿Dónde y cuando se reciclaron las «hordas» e instituciones franquistas?
En el estado español, ejército, muchos políticos y muchos jueces (en concreto los que hoy manejan los tribunales mas determinantes) están en la pre-democracia, como si todavía no se hubieran despojado del fascismo.
Y todo tiene una explicación descaradamente nítida. Estamos viendo cómo tras los crímenes de recientes dictaduras (Argentina, Chile, etc.), aunque en la práctica sean poco más que puros montajes escénicos, se están exigiendo responsabilidades criminales. Al final, todo suele quedar en agua de borrajas. Sí, pero al menos se consigue el descrédito y la degradación de los agentes fascistas que promovieron gobiernos tan sangrientos.
Aquí, no fue así. PC, PSOE y prácticamente la totalidad de asociaciones políticas (y por supuesto, los jelkides) optaron por hacer oídos sordos. Enseguida les echaron la manita al hombro… pelillos a la mar y al festín.
Y así nos fue. La derechona candó medios, instituciones y se aferró celosamente a la llave…
No es el franquismo (AP, PP, neo o tardofranquismo, de «nominibus non est quaestio») una peña preparada para respirar fuera del poder.
Así que de aquellos lodos…
Porque resulta de una ingenuidad enfermiza dar palmaditas, a quien tan mortales zarpazos ha infringido sistemáticamente al pueblo. Tal vez eso explique ese miedo o querencia (¿no se percibe en el PSOE esa fatídica atracción?) que los partidos manifiestan hacia el PP. Y este lo sabe… y actúa como si sus zarpas pudieran estrujar algo muy sensible (¿testicular…?) y explosivo… ¿Acaso el síndrome de la cruzada?
Lo cierto es que las maniobras del integrismo español, están generando una preocupante alarma social, en Euskalherria.
En los «pensaderos» oficiales, tertulianos, políticos, e ilustres escribanos, sacan pecho hasta desgañitarse, como si en ello les fuera la prebenda, para apostrofar contra la «kale borroka». Y efectivamente, esa movida no sólo nos causa a muchos hastío; es que en cuanto a lo del aspecto reivindicativo, nos parece fatua y contraproducente. Siempre me ha intrigado quien es el que realmente la provoca, y a quien aprovecha, o qué conquistas libertarias aporta.
Pero claro, también me pregunto, ¿se permite a estos «borrokas» alguna fórmula para manifestar su rabia y sufrimiento por tantos ultrajes y derechos pisoteados?
Grave y serio es esto de la kale borroka. Pero ¿no es incomparablemente más grave, la corrupción de algunas instituciones, el incumplimiento de ciertos derechos humanos, la imposición de penas brutales y el mantenimiento de algunas leyes perversas? ¿No es esto pura y dura violencia?
Y es precisamente aquí, donde quisiera ver sacar pecho, a todos esos políticos e «intelectuales», mimados por las ondas y los papeles, que andan por ahí de probos y de mercaderes de moralina. Y no hace falta ir a los medios venenosos de la corte, los tenemos bien cerca, en los que -¡O, ingenuos!- pasan por ser nuestros medios -los bascos…- de difusión.
Y eso si que nos produce alarma social, que toda esta gente tan bien acomodada no modifique un ápice su discurso romo, comodón y doloso. Aquí, en estos momentos, sólo es ciego quien no quiere ver. Y puede ser por temor o porque egoístamente (¿Acaso temen que la soberanía les prive de la palabra y del condumio fácil?) no les interese formular la única causa que alimenta el conflicto: la libre decisión de los bascos. Y el proceso y el sufrimiento y la paz, no tiene otro camino: AUTODETERMINACIÓN. Lo demás, marear la perdiz.
En esto, el PP no se anda con tapujos, bien claramente enfatizan en lo que supone la paz, soberanía. Efectivamente ese, y no otro, es el meollo de la cuestión. Otra cosa es que los franquistas (y los no franquistas españoles) estén capacitados para reconocer tal derecho.
Se agota la paciencia, decía el Sr. Bueren. ¿Qué puede decir en este sentido un pueblo que lleva cinco siglos esperando a recuperar esa soberanía que tan vilmente -yo diría trágicamente-, le robaron? ¡Ustedes, los españoles, que han hecho y deshecho a su antojo, los que tienen la sartén por el mango (porque tienen en su manos los instrumentos «legales y de coacción» para imponer status y condiciones), podrán hablar de paciencia…!
Fíjense ustedes la alarma que puede suponer a los bascos que arrojen todo el proceso por la borda por no plegarnos a «sus leyes». A ustedes, evidentemente, no les faltarán ni sus referentes, ni se quedarán sin patria ni sin razones, porque ya sabemos cuales son «sus razones». ¿Cómo quedaríamos nosotros? Como siempre, bajo sus pies y a sus antojos, y sin rechistar…
En consecuencia, ¿de verdad se quiere la paz? Que se reconozca el derecho a la soberanía, no hay otro camino. Lo demás, será condenar a este pueblo a un proceso donde la sangre y las lágrimas seguirán gritando. Si así ocurriera, cosa que me produce pavor, espero que la historia sea testigo de que mientras nos quede un hálito de vida, nunca renunciaremos a nuestras raíces y a nuestros sueños.