AITZOL FUE TORTURADO Y ASESINADO POR SU IDEOLOGIA

«Han pasado casi setenta años desde estos hechos. Y, cuestión que es más importante, treinta y cuatro desde la muerte del dictador. Y en todo este tiempo, ningún gobierno español ha tenido la valentía de hacer un acto de justicia tan evidente como anular los consejos de guerra realizados durante la dictadura. El primero, el de Lluís Companys, asesinado para ser presidente de Cataluña. Y después el resto de sumarísimos que llevaron a la muerte a miles de luchadores antifranquistas” Jordi Crees “el Avui”, 19 de junio 2009-

José Ariztimuño Olaso (Tolosa, 18 de marzo de 1896 – Hernani, 17 de octubre de 1936), firmaba sus artículos y libros con el seudónimo de “Aitzol”, nombre creado del apocope de las iniciales de sus dos primeros apellidos: Aitz: roca, y -Ol: madera. Se hizo sacerdote junto con su hermano en 1922.

LA LABOR POLÍTICA Y CULTURAL DE AITZOL

Aunque venía de una familia de fuertes raíces carlistas, Aitzol fue miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV-EAJ) e impulsor del sindicato vasco ELA-STV. 

Pero, Aitzol es más conocido por ser el promotor euskaltzale más importante anterior a la dictadura franquista, siendo el continuador de los Juegos Forales que creara Antoine  d’Abbadie d’Arras (1810-1897) y, sobre todo, por el impulso que dio al euskera desde la dirección de la sociedad Euskaltzaleak y su revista Yakintza.

En plena dictadura de Primo de Rivera y de Domimgo Berenguer (1923-1930), fue el presidente de la asociación Euskaltzaleak que organizó el Olerki-eguna (el día de la Poesía en euskera, 1930-1936) y el día del bertsolari (1935-1936), todo ello, junto a escritores tan importantes pala la literatura euskaldun como Nicolás Ormaetxea «Orixe», José María Agirre «Lizardi» o el también tolosarra Antonio María Labayen, con el objetivo de impulsar el euskera y elevarlo en el plano literario y cultural, lo que se llamó «Euskal Pizkundea». El mismo año 1930, fundó en San Sebastián el periódico abertzale «El Día» (1930-36). 

A la generación que en las letras en euskera floreció antes de la guerra española de 1936, se le llamó “la generación de Aristimuño”, en honor a su principal valedor y promotor. Lauaxeta, Orixe o Lizardi, los mejores poetas en euskera de la primera mitad del siglo XX, fueron apadrinados por el sacerdote gipuzkoano. 

Fue el propio Aitzol el que encargó a Orixe la escritura de su gran poemario «Euskaldunak»:

Zatozkida, goi-arnas,

Eizu nirekin lan.

(h)erri baten arnasa

mamitu dezadan.

Geroak esan beza:

(h)erri bat izan zan;

edo-ta ats emaiogun

Ontan iraun dezan.

Amayur gaztelu baltza” Esteban Urkiaga, Lauaxeta:

Amaiur gaztelu baltz ori

Berreun gudari oro sumin

Zaintzen zaituen zaldun onak

Naparra-aldez egin zuten zin.”

EL PENSAMIENTO DE AITZOL

Entre sus obras, cabe destacar “La Muerte del Euskera o los profetas de mal agüero” (1931). También escribió “La Nación Vasca” y, sobre todo, “Democracia en Euzkadi”, los cuales tuvieron una importante influencia ideológica en su época. 

Para Aitzol, la democracia verdadera estaba basada en los Fueros y sus instituciones, como máximos representantes históricos de la democracia participativa, según se había regido el pueblo vasconabarro durante siglos y donde toda persona es electa por turnos; frente a ella, está la democracia representativa de la partidocracia actual, donde solo son elegibles los candidatos elegidos previamente por los dirigentes de unos pocos partidos (https://www.euskonews.eus/zbk/642/efemeridea-1936ko-urriaren-17an-jose-aristimuno-olaso-8220aitzol-8221-fusilatu-zuten/ar-0642006003E/).

El funcionamiento de los Fueros lo explicamos en: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/11/las-instituciones-nabarras-de-bizkaia.html
En «El espíritu de las leyes», Montesquieu decía: «El sufragio por sorteo es de la naturaleza de la democracia, mientras que el sufragio por elección es de la naturaleza de la aristocracia».

El interés de Aitzol por el euskera, no fue desde un punto de vista lingüístico, sino como “agente de formación de una mentalidad colectiva”. En febrero de 1931, Aitzol expresó que: “Todas las fuerzas organizadas del País deben converger en la euskerización de la Escuela». 

Las obras completas de José Aristimuño «Aitzol», fueron publicadas por la editorial Erein en 1986. Entre ellas, hay numerosos artículos sobre infinidad de temas: los propiamente religiosos de actividad pastoral y misionera, la investigación histórica, pasando por la descripción de los movimientos nacionalistas en otros países, el bertsolarismo, el folklore, la crítica literaria o la sociolingüística relacionada con el euskera.

En su obra escrita, se aprecian con claridad los tres pilares de la labor de Aitzol: la misión sacerdotal, su preocupación por el euskera y nuestro País y las mejoras de las condiciones laborales de los trabajadores vascos. 

Descripción: Mitín. De izquierda a derecha, sr. Dop, sra. de Carrasco Formiguera, Carrasco Formiguera, Aitzoldirigiendo la palabra, Telesforo Monzon, Teodoro Hernandorena, Izaurrieta (BBB).  Euskadiko Artxibo Historikoa – Archivo Histórico de Euskadi

TRAS EL GOLPE DE ESTADO

Tras el Golpe de Estado contra la Segunda República Española de varios Generales en julio de 1936 y el comienzo de la guerra, Aitzol se refugió en Lapurdi. Primero en Hendaia y después en la abadía de Beloke en Urt, a 15 Km de Baiona, junto a José María Barandiaran o Antonio Labayen entre otros intelectuales vasconabarros.

La historia de Beloke se remonta a 1874, cuando los novicios vasconabarros del monasterio benedictino de Pierre-que-Vire, deseaban fundar una abadía para dedicarse a la actividad misionera y, para ello, se fijaron en una vieja granja desocupada del pueblo de Beloke. 

José Antonio Aguirre y el escritor Aitzol junto a otras personas en una visita realizada a Isaba. Euskadiko Artxibo Historikoa – Archivo Histórico de Euskadi

Cuando en 1902, el gobierno francés ordenó la disolución de la orden, algunos monjes se refugiaron en las casas de los vecinos, pero, un grupo de ellos se fue a Olza, en Alta Nabarra, y otro a Idiazabal en Gipuzkoa, desde donde pasaron al cercano municipio de Lazkano para ocupar un caserón antiguo de carmelitas expulsados por el gobierno español.

Hacia 1928, volvieron a Beloke los monjes benedictinos más los nuevos monjes gipuzkoanos. 

En el 2008, en esta abadía, murió el poeta y euskaltzain de Donibane Lohitzune Jean Maria Ihartza, “Iratzeder”.

Abadia de Beloke, Urt (Lapurdi) 
https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/eu/argazkia/mu-8623/

Al principio de la guerra española, según el testimonio del antropólogo y también sacerdote José Miguel de Barandiaran con el compartió exilio, Aitzol intentó que los nacionalistas vascos no se enfrentasen a los militares españoles sublevados y a los carlistas, pensando que estaban fuera de su objetivo, ya que solo querían derrocar a la República, volviendo otra vez a un Régimen dictatorial similar al de los Generales Primo de Rivera y Domingo Berenguer. Por ello, intentó ayudar y dar cobijo a los nacionalistas que huían de la zona de guerra y siguió escribiendo sus artículos en defensa del euskera y del nacionalismo vasco. 

Llegó incluso a regresar al sur del Pirineo para hablar con los militares y carlistas de Alta Nabarra, pero éstos intentaron detenerle y fusilarle, por lo que entendió la naturaleza de lo que se avecinaba y se refugió de nuevo en Beloke. 

Con estas acciones, junto a la fama que le precedía, quedó marcado y señalado para los golpistas.

Descripción: De derecha a izquierda: Aitzol, Goienetxe, sra. de Miguel Urreta, sra. de Carrasco Formiguera, José Artetxe, Telesforo Monzon, Gabriel Olaizola (director del coro Euzko Gaztedi).  Euskadiko Artxibo Historikoa – Archivo Histórico de Euskadi

LA DETENCIÓN DE AITZOL

El general sublevado Emilio Mola, primer jefe desde Pamplona del alzamiento fascista-español junto al carlismo hasta su repentina muerte en accidente de aviación el 3 de junio de 1937, envió un mensaje al abad del convento de los Benedictinos de Beloke, en el que le amenazaba que, en caso que se le permitiera la estancia de Aitzol, tomaría represalias contra los también benedictinos del convento de Lazkano en Gipuzkoa.

Para no poner en peligro a sus compañeros, y tras dar su la última misa en euskera en Ziburu (Lapurdi), Aitzol abandonó su residencia de Beloke y decidió partir a Bilbao el 15 de octubre de 1936, donde aún resistía el Gobierno Vasco de su amigo José Antonio Agirre.

Embarcó en el buque Galerna que salió desde Baiona. El buque fue capturado en alta mar y Aitzol fue llevado a Pasaia. 

El buque “Galerna”, tras su captura en octubre de 1936 sería muy activo en la Marina nacional española como buque artillado (Foto de la obra “La Pesca del Bacalao en el Siglo XX”, Museo Naval de San Sebastián)

LAS ACUSACIONES CONTRA AITZOL

Según el testimonio de su amigo, el abogado tolosano Germán Iñurrategui, Aitzol volvió a la zona en guerra según le dijo, por «la causa de Dios, primero, y la de mi pueblo después, precisa del auxilio espiritual de sus ministros, más, mucho más, en la guerra que en la paz». 

La prensa española en manos de los sublevados como «La Voz de España», se hizo eco del apresamiento de Aitzol: «El barco rojo Galerna es apresado cuando se dirigía de Bayona a Bilbao (…). Entre los pasajeros figura el sacerdote señor Aristimuño, conocidísimo propagandista del separatismo vasco que en sus trabajos periodísticos solía emplear el seudónimo de Aitzol»  (16/10/1936). 

El Diario Vasco de Gipuzkoa (hoy del Grupo Vocento), fue aún mas explícito: «(…) la captura del Galerna que conducía correspondencia y algunos pasajeros tan siniestros como el energúmeno Aitzol, sacerdote separatista»  (17/10/1936).


Por tanto, el fascismo español, acusaba a Aitzol de ser un energúmeno, siniestro y sacerdote separatista, así como conocidísimo propagandista del separatismo vasco.


El periodista y escritor Iñaki Egaña en su libro «Mil noticias insólitas del País de los Vascos», comenta que el motivo aducido por los fascistas en el acta de defunción de José Aristimuño para su fusilamiento, era un artículo que escribió sobre los Reyes Católicos, en el cual, éstos acaban mal parados.

LA CRUELAD DE SU TORTURA Y ASESINATO

Aitzol, tras su detención, fue directamente conducido a la cárcel de Ondarreta en Donostia, donde fue torturado sin piedad. 

En aquellos días, estaba también preso en Ondarreta el periodista francés Jacques Pelletier, que posteriormente publicaría un libro en el que describió el sufrimiento de Aitzol tras ser torturado hasta perder el conocimiento:

«Cuando llevaron a Aitzol de vuelta a su celda estaba abatido y ensangrentado, no era capaz ni de mantenerse en pie por sí mismo: 

-Oí gritar y el ruido sordo de los vergajazos sobre un cuerpo. En la habitación próxima torturaban a un hombre. Oír cómo se pega a un animal es ya impresionante, pero oír pegar a un hombre es espantoso. Los golpes continuaron largo rato. Los «ayes» se convirtieron pronto en gritos agudos, después en quejas, cada vez más débiles, hasta perder todo el aliento. Cesaron y ya no oí más que el martillero de las matracas de caucho sobre un cuerpo inerte, como un colchón. El suplicio duró lo menos una hora. Yo estaba helado de espanto, de horror. Se abrió una puerta. Apareció la víctima. Era el inteligente abate Ariztimunio (sic), mi amigo del Galerna. Resultaba difícil conocerle. La sangre le nublaba la vista y no podía verme. Se quejaba débilmente y apenas podía andar».

https://www.donostia1936.eus/es/ficha/13642/jose-ariztimuno-olaso/.

Al día siguiente, los fascistas le dieron un documento donde se le dejaba, en teoría, en libertad. En realidad, fue una nueva crueldad de éstos psicópatas, Aitzol fue conducido en un camión con otros detenidos para ser asesinados el día 17 de octubre contra la tapia del cementerio de Hernani, aunque, en la lápida que le recuerda, aparece el 18 como el día de su defunción. 

Fueron 191 vasconabarros los asesinados aquel otoño en ese mismo lugar, incluidos otros 7 religiosos como Alejandro Mendikute, coadjuntor de la parroquia de Hernani que fue asesinado el mismo día que Aitzol, tal y como relata el mencionado Germán Iñurrategui en este emotivo artículo:

 https://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2007/08/dos-tumbas.html.

El aristócrata español José Luis de Villalonga (1920-2007), Grande de España (máxima dignidad de la nobleza española), siendo aún un adolescente de 16 años, fue el asesino confeso de cientos de civiles vascos y de españoles indefensos, por lo que es considerado un héroe de guerra por los fascistas o nacional-cristianos (https://www.elconfidencial.com/cultura/2018-01-18/villallonga-guerra-civil-espana-memoria-historica_1507316/).  

Villalonga, señala en sus memorias, que fue él el que fusiló a Aitzol. Es probable que fuera parte del pelotón de fusilamiento y fuese uno de los apretara el gatillo, aunque, no fue una bala lo que al parecer acabó con la vida de Aristimuño.  

Luis Olarra Garmendia nació también en Tolosa por aquellos años (1902-2003), ejerció varios oficios, entre ellos los de litógrafo, periodista y chocolatero. Fue republicano y amigo de intelectuales como Pío Baroja, Antonio Machado, Gregorio Marañón, Ramón Gómez de la Serna. Luis Olarra relataba así cómo fue asesinado su paisano: “Aitzol, el sacerdote y escritor de Tolosa, lo mataron a cuchilladas (los falangistas)”. Por tanto, a Aitzol lo remataron a navajazos tras fusilarlo.

LA DESAPARICIÓN DE SUS RESTOS MORTALES

La inquina de los fascistas españoles hacia el «sacerdote separatista» fue tal, que rechazaron la petición de su sobrino para sacar el cuerpo de Aitzol de la fosa común de Hernani y llevarlo a un panteón, aunque ahora sabemos que no descansan allí los restos del sacerdote. 

El periodista Iñaki Egaña, cree que el cuerpo de José Aristimuño podría estar junto a otros miles de personas que murieron asesinados como él o en los frentes de guerra en el Valle de Los Caídos (https://nabarralde.eus/la-pesadilla-de-aitzol/), macabro mausoleo mandado construir en régimen de esclavitud por el criminal de guerra y «caudillo victorioso» Francisco Franco (criminal reincidente durante 40 años más). Pero, otras voces cualificadas como la del forense especializado en el tema Paco Etxebarria, lo descartan. 

Por tanto, hoy en día, no se conoce el lugar donde descansan los restos mortales de Aitzol, 85 años después de su asesinato a sangre fría.

CONCLUSIÓN

Durante «la cruzada» contra los «rojos y separatistas», los fascistas españoles e italianos junto a los nazis alemanes, reprimieron con inusitada dureza al Pueblo vasconabarro, y no dudaron en fusilar o asesinar vilmente a miles de civiles acusados de ser «nacionalistas vascos» o republicanos «ateos» españoles (limpieza étnica e ideológica), entre ellos, a 20 sacerdotes como Aitzol. 

(Estampas de la guerra. T.I, De Irún a Bilbao /colaboradores, literario, Federico de Urrutia ; gráficos, Azqueta F… (et al.); dibujantes, Pucheu, Ortíz de Urbina -1937-).

Fueron 3.500 los asesinados a sangre fría en Alta Nabarra sin que hubiese frente de guerra. En la Nabarra Occidental, hubo 12.000 muertos en combate en los 11 meses de resistencia de las milicias o gudaris, 900 civiles muertos en los bombarderos sobre las poblaciones civiles y 5.700 fusilados o asesinados después de la primera victoria bélica del fascismo en Europa.

Dos días antes del bombardeo de Gernika, Franco emitió un Decreto que se publicó en el BOE de los fascistas del día siguiente (había otro de la República Española), cuyo primer artículo imponía : – Se establece como saludo nacional el constituido por el brazo en alto, con la mano abierta y extendida, y formando con la vertical del cuerpo un ángulo de cuarenta y cinco grados.
«El saludo fascista obligatorio se aprobó por decreto de 24 de abril de 1937 y estuvo en vigor hasta el 11 de septiembre de 1945, en que se derogó también por decreto. La derrota del nazismo y el fascismo que hicieron pasar a mejor vida a los dos principales aliados de Franco, condujo al régimen franquista rebajar la simbología fascista para no dar mala impresión a los vencedores de la II Guerra Mundial, llegando incluso a eliminar de la película Raza, todas las escenas de militares rebeldes con el brazo en alto.
El saludo fascista fue adoptado en España inicialmente por Falange Española, partido fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933, y se denominaba Saludo Íbero. Si los nazis lo acompañaban con la frase ¡Heil Hitler!, aquí se gritaba ¡Arriba España! Dos palabras también de uso obligatorio como entrada de cualquier comunicación escrita (…):»:
https://nuevarevolucion.es/el-saludo-fascista-por-decreto/

La Iglesia Católica fue parte activa e imprescindible del Régimen fascista, el cual se autodenominó, significativamente, «nacional-católico» tras la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Cuando el Vaticano, en el año 2007, beatificó como mártires a los 498 sacerdotes fusilados por los republicanos españoles durante la Guerra Española de 1936, se olvidó, entre otros muchos, de Aitzol y de los otros 19 sacerdotes vasconabarros, sin dar razón alguna. 

¿A quienes molestan las víctimas del nacional-catolicismo 85 años después? A los que no tienen la conciencia tranquila o perpetúan sus almas en su purgatorio.

Poema adaptado del original, “Euskal pizkundea” Xabier Lizardi, nacido como José María Agirre (Zarautz 1896-Tolosa 1933):

NAFAR PIZKUNDEA

Egizute nerekin

aberri bidea.

Bildu dezagun nun nahi

asaben lorea.

Ta gaur danik gorritu

gure sukaldea.

Ni nor naizen? Asmatu.

Nafar pizkundea.

https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/10/aitzol-85-anos-de-su-asesinato.html?m=1