Volver kafkiano el derecho de autodeterminación

La autodeterminación sólo existe cuando ya se ha cumplido. Es un derecho, por tanto, retrospectivo, si me permite la expresión

La autodeterminación, he aquí otro de los muchos conceptos que los poderes europeos han convertido impúdicamente en un ejercicio de equilibrismo jurídico. Es un derecho que todos reconocen con buenas palabras, con la condición tácita de que nunca nadie intente ejercerlo: todo el mundo acepta la autodeterminación como principio abstracto, pero cuando alguien se atreve a reclamarla para sí, la cosa se envuelve de manera prodigiosa y todo son trampas, barreras y complicaciones.

Pero no nos engañemos: los derechos nunca son concesiones graciosas del poder. Nunca han sido concesiones graciosas del poder. Los derechos, todos los derechos que tenemos y de los que disfrutamos, han sido conquistas, a menudo arrancadas con los dientes –y quien dice con los dientes dice con las huelgas, con las barricadas, con los Molotovs y, cuando ha ocurrido, con las metralletas.

Y la autodeterminación no será, cómo no, ninguna excepción. Más bien ejemplifica la regla: porque ya se ve claramente que la autodeterminación sólo existe cuando ya se ha cumplido. Estamos ante un derecho retrospectivo, si me permite la expresión y si puedo dibujar así la paradoja. La autodeterminación es un derecho que opera a posteriori, no a priori como todos los derechos deberían actuar.

Y de no ser así, no se explica que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avale ahora formalmente la maniobra sucia del Tribunal Constitucional español para impedir que se pueda incluso debatir de autodeterminación en el Parlament de Catalunya. Porque no me digan que no es grande: un tribunal –¡de derechos humanos!– prohibiendo que se debata en un parlamento democrático sobre un principio básico de los derechos humanos que, teóricamente, todo el mundo acepta y que todo el mundo resalta, además, que es uno de los grandes pilares del orden mundial. Más kafkiano, imposible.

Sin embargo, a la vista de ello, la conclusión es inevitable, tenga las consecuencias que tenga: si la autodeterminación no es un derecho universal que pueda ejercerse nítidamente –sino según las condiciones y los condicionantes–; si sólo es un hecho que se impone, pues será necesario imponerla. Y ya nos darán, si quieren, lecciones de democracia y coherencia después…

https://www.vilaweb.cat/noticies/el-dret-kafkia-dautodeterminacio/

VILAWEB