Tour de France, fascinación y fraude

El Tour, legendaria, mítica y prestigiosa carrera ciclista en su 110ª edición en 2023, se inicia desde Bilbao el próximo 1 de julio, después de que haya sido comprado el producto Grand Départ 2023 Pays Basque por las instituciones políticas vascas mediante Bilbao Ekintza, para explotarlo por el partido dominante, el PNV, al precio de, nada menos que, 13,6 millones de euros, a Amaury Sport Organisation (ASO). Contribuyendo el Gobierno Vasco y Ayuntamiento de Bilbao, con 3,2 millones cada uno, Diputación de Bizkaia 2,4 millones, Diputación de Gipuzkoa 1,1 millones, Ayuntamiento de Donostia, 850.000 euros, Diputación de Araba y Ayuntamiento de Gasteiz, 525.000 euros cada uno. Cifras oficiales remitidas por el Gobierno Vasco en respuesta a una iniciativa parlamentaria de EH Bildu y difundidas por el medio Hordago-El Salto.

ASO es una promotora de acontecimientos deportivos que en la edición de 2021 tuvo un beneficio neto de 71,1 millones. La presencia del inicio del Tour en Bilbao es un espectáculo de indudable interés comercial, político y de exhibición de organización, pero quizá escasamente deportivo para los aficionados al ciclismo También un atractivo para una parte de la población que se moviliza por impulsos propagandísticos de lo que sea, prescindiendo incluso de los muchos procesos corruptos para conseguirlos en el mercenario mercado mundial de subastas, especialmente de acontecimientos deportivos de todo tipo que mueven ingentes cantidades de dinero con las condiciones y servidumbres que originan, pero que hipnotizan socialmente. En este caso, el beneficio principal será para el poderoso cártel de la hostelería y los pisos patera turísticos que abusarán en los precios para estrujar a los visitantes.

También para empresas intermediarias adjudicatarias, entre otros, de los lotes del servicio de comunicación otorgado por 119.000 euros a Sormen Komunikazioa, propiedad de la esposa del director Actividad Física y Deporte del Gobierno Vasco, Gorka Iturriaga y otro a Dimensión, agencia de publicidad afín al PNV por 145.000 euros. Asimismo, entre otras muchas beneficiadas, Idom con 152.520 euros, empresa del cártel de consultoras denunciadas y multadas hace un tiempo. Son unas de las vencedoras de la etapa previa.

Posteriormente, como siempre, aparecerá un estudio encubridor del supuesto gigantesco beneficio económico que esta operación político-deportiva ha significado para Euskadi, que en la mentalidad del PNV, es Bilbao y alrededores. A fin de justificar el despilfarro de fondos públicos se han destinado 35.500 euros a Ikertalde Grupo Consultor para un «estudio de impacto económico y social», obviamente ya se sabe el resultado: desbordante riqueza infinita.

Un despilfarro gigantesco, al parecer no hay otras necesidades mayores en el país, incluso en el mismo ámbito deportivo. Hay que recordar que desde 2013, año en que el PSE se entrometió en el Gobierno Vasco encubriendo y participando en la corrupción existente e intentando siempre destruir cualquier significado identitario, todo ha sido una españolización y desastre. Basta ver la hecatombe en ETB, una televisión oficial basura. Se dejó de apoyar al entonces prestigioso Euskaltel Euskadi, sin que el PNV hiciera nada por evitarlo. Partido que a través del gobierno y las diputaciones en los últimos años aportaban 2,7 millones al equipo y eso le permitió estar en el World Tour. El 2012 fue el último año que se ayuda con dinero público y se empieza, con una perversa ideología combinada, basada en un entusiasmo por lo español y un cierto interés social de la afición por el ciclismo, a comprar etapas de la Vuelta a España y ahora el Tour.

Recientemente, la falta de apoyo ha significado la supresión de importantes y tradicionales carreras: La Euskal Bizikleta en 2008, cuando el Gobierno Vasco obliga a fusionarse con la Itzulia; Urkiola Igoera, en 2009; Gran Premio de Laudio en 2011; Klasika Primavera en Zornotza-Amorebieta en 2019. Solo quedan la Itzulia, la Klasika de Donostia, Ordizia y Getxo estas dos últimas con problemas. Equipos que han desaparecido: Euskaltel-Euskadi a finales de 2013; equipo continental de la Fundación Euskadi a finales de 2014; Euskadi Murias, que nace para sustituirlo y cesa a finales de 2019 pese a ganar dos etapas en dos Vueltas; Euskaltel Euskadi, ahora en peligro porque aún no se ha concretado su futuro y acaba contrato este año (información facilitada por el periodista Joseba Iturria de GARA).

El amarillo, color corporativo del Tour, ha sido utilizado para una pretendida mimetización temporal del paisaje urbano y lograr una admiración colectiva, contando con el habitual amarillismo de ciertos medios de comunicación. Pero afortunadamente, existen otros, además de diversos modos de información y un paisanaje analista, critico, que ha percibido todo lo que se oculta debajo de este embaucador maillot con bolsillos negros. La amplitud de este análisis obliga a dividirlo en cinco capítulos que se irán publicando en los próximos días.