Guipuzkoanos de Nabarra

Getaria, cabeza de la tenencia nabarra de Iputz. En el monte de San Antón más conocido como «el ratón de Getaria», estaría el castillo nabarro: “Levantándose un castillo en la cima con su ermita. Junto con San Telmo en Zumaia, San Telmo en Hondarribia, la de Saturraran, San Juan de Gaztelugatxe, denotan por su toponimia, su uso anterior como fortaleza defensiva en la costa”
San Antón, Castillo de | Asociación española de amigos de los Castillos, Castillos de España, Castillos medievales (xn--castillosdeespaa-lub.es)


(..) villa que dicitur Haya Ethelcano et mazanetos” (1025)

La primera noticia de Gipuzkoa es del siglo XI, año 1025, se trata de un documento de cesión de unas «tierras de Ipuz» o «Ipuzcoa». El primer Señor de Gipuzkoa conocido fue García Aznar o Acenáriz en ese año 1025 que, bajo el rey de Nabarra Sancho III el Mayor, donó a San Juan de la Peña el monasterio de San Salvador de Olazabal en Altzo (cerca de Tolosa).

El documento dice (1025): «et sub ipso Senior Garsia Acenariz de Ipuscua» «Ego quidem senior Garcia Azenariz et dona Gayla pro remedio anime nostre, tradimus Deo donante illud monasterium quod dicitur Ollazabal, cum hereditate sua, ut terminabit senior Garcia Azenariz et dona Gayla» (Cartulario de San Juan de la Peña, II, nº 117).

El documento de 1025, Enciclopedia Auñamendi

Los primeros 4 documentos sobre Gipuzkoa aparecen en el libro gótico de San Juan de la Peña al norte de Jaca (Huesca), pero que entonces pertenecía al reino Nabarro, refundado el monasterio en estilo románico por el propio Sancho III el Mayor.

Lápida de la tumba de Sancho III el Mayor con su rostro en San Isidro de León

El segundo documento es de 1048, donde aparece Gayla de “Ipuccha”, en el tercero de 1049 se menciona a la hija de Gayla llamada Blasquita, siempre sobre San Salvador de Olazabal. El cuarto documento es del año 1056 sobre el mismo tema y también de Blasquita, para entonces casada con el señor de Deio (Monjardín, en Tierra Estella), Sancho Fortunionis.

Por tanto, la Gipuzkoa primigenia, iba desde Aralar a la capital del territorio que era Getaria, su capital.

Gipuzkoa era una tenencia en nombre del rey de Pamplona-Nabarra. Las tenencias eran comarcas gobernadas por funcionarios reales en nombre del rey donde mantenían el orden y recaudaban impuestos entre otras funciones, sin derecho de herencia y por un tiempo limitado. Se cree comenzaron bajo el reinado de Sancho Garcés I en siglo X. Pero en la Gipuzkoa actual había otras dos tenencias nabarras.

Tal y como señala la Enciclopedia Auñamendi, al comienzo, los tenentes, llamados también condes o señores, lo eran solamente Iputz (a pesar del nombre no eran no señores feudales sino funcionarios públicos).

Luego hubo tenentes con títulos de condes o señores comunes para Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia que serían:

. García Azenáriz (Gipuzkoa) (…..1020…..)

• Orbita Azenáriz (Gipuzkoa) (…..1066…..)

• Lope Iñiguez (Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia) (…..1076…..)

• Ladrón Iñiguez de Guevara (Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia) (1130-1155)

(excepto el interregno 1136-1140 que le sustituye su hijo Vela Ladrón)

• Vela Ladrón (Alaba, Gipuzkoa y Bizkaia) (1156-1174)

• Ioanes Vélez (Alava y Gipuzkoa) (1174-1179)

• Diego López Ladrón (Alaba y Gipuzkoa, Bizkaia?) (1181 y 1182)

• Eneko de Oriz (Alaba y Gipuzkoa) (1183-1188)

• Pedro Ladrón (1194…..)

El origen de la familia Gebara, nos lo explica la Enciclopedia Auñamendi, partiendo de Garcés Azenáriz y después de Orbita Aznárez o Bela Aznar (Bela «cuervo” y Aznar «zorro»), tenente de Gipuzkoa (1054-1080) con el rey de Nabarra Sancho “el de Peñalén”, caballerizo (1071-1074) y mayordomo (1075-1076) de este rey hasta su asesinato tras la conjura de sus hermanos y el rey de Castilla.

Antes del año 1200, los reyes de Nabarra dieron el fuero de San Sebastián a la capital de Gipuzkoa, Getaria, el historiador José Luis Orella y Unzue afirma que el rey castellano Alfonso VIII en 1209 solamente confirmó el fuero a Getaria que ya lo tenía, concedido por Sancho VI o VII.

LA TENENCIA DE HERNANI-SANT SEBASTIÁN Y AITZORROTZ

La familia de los Gebara, dio un salto importante con el hijo de Bela Aznar, de nombre Eneko Beilaz (romanzado como “Iñigo Velaz”), durante el reinado de Alfonso I “el Batallador” (1104-1134), el cual en el año 1105 figuraba como “senior Eneco Beguila”, dominante en tenencias tan dispersas como “Essauri et Baztan, et Burunda et in Ernani” (1096-1107).

Tal y como explica en su libro “Cuando éramos navarros” Iñaki Sagredo Garde, “Ernani” se refería al valle del mismo nombre que llegaba hasta San Sebastián del Antiguo, probablemente la primera población de la actual Donostia-San Sebastián.San Sebastián será en esta época de finales del siglo XII, el principal puerto nabarro y del litoral junto a Baiona, capital del vizcondado nabarro de Lapurdi.

Toda la información sobre la fundación de San Sebastián-Donostia en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/02/la-villa-nabarra-de-san-sebastian.html

Surgieron en las hoy tierras gipuzkoanas otras dos tenencias para la mejor defensa del territorio a finales del siglo XII, debido a los ataques de Castilla y de Aquitania sobre el reino baskón.

En el año 1188 bajo el reinado de Sancho VI el Sabio se creó la tenencia de Atxorrotx o Aitzorrotz y con su hijo Sancho VII el Fuerte en 1199 la San Sebastián, que parece sustituir a la de Hernani del siglo XI pero agregándole nuevas comarcas, poco antes de la invasión castellana.

Castillo nabarro de Beloaga en Oiartzun, uno de los tres castillos nabarros de la tenencia de San Sebastián 

La tenencia de Aitzorrotz de finales del siglo XII, se controlaba desde el castillo de Aitzorrotz o Atxorrotx, que estaba en el paso de Arlaban en Leintz-Gatzaga, la tenencia se extendía por todo el valle del río Deba donde se habla euskera bizkaino u occidental.

Aitzorrotz. Documental «Memoriaren Lekukoak» de Nabarralde, 

con la colaboración de Iñaki Sagredo Garde

Arlaban es el paso obligado del comercio del valle del Deba a la capital alabesa Vitoria-Gasteiz, fundada en 1181 por el mismo Sancho VI el Sabio. Hasta ese momento esta comarca era parte del Señorío de Bizkaia o del duranguesado. La tenencia tenía al menos otros castillos, el de Elosua (Bergara) y el de Arrasate en Santa Bárbara.

Toda información sobre esta tenencia nabarra en el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/la-tenencia-nabarra-de-aitzorrotz-en-el_45.html

LA INVASIÓN DE GIPUZKOA

En 1199-1200 Gipuzkoa corre la misma suerte que Bizkaia al ser casi toda ella Tierra Llana, es decir, sin murallas importantes al no ser fronteriza y la población leal a sus reyes.

La amurallada San Sebastián opuso cumplida resistencia, con el tenente de Sancho el Fuerte Juan de Bidaurre al frente (uno de los ricohombres del reino), que defendió el castillo de la Mota y los otros castillos de la tenencia, los de Hondarribia y Beloaga, por lo que fue compensado después por el rey nabarro con tenencias en Irurita, Mendigorria, Biana y los Arcos, hasta 1237.

El castillo de Ausa (Aralar) y Ataun (ambos en Gipuzkoa), fueron recuperados y no fueron tomados por las tropas castellanas de nuevo hasta 1335 y 1378 y sólo por la traición o mala defensa de su tenente Pedro Ladrón de Gebara, lo que le supuso la pérdida de todo su patrimonio, incluido su palacio de Yaben.

Conquista y no pacto

Algunos discuten si la hoy provincia de Gipuzkoa llegó a pactar, aunque sea en precario, ante la abrumadora superioridad del ejército castellano, o si se incorporó voluntariamente en ese año 1200 a Castilla, sin olvidar que la conquista de la Nabarra Occidental fue propiciada por la ausencia del rey nabarro y por tanto de su tropa más curtida en batalla lo que dejó en parte indefenso el reino.

Toda Gipuzkoa estaba jalonada de pequeños señores emparentados en linajes que se alzaron por su rey a “la llamada del apellido”. La escasa población gipuzkoana de finales del siglo XII, haría de esta maraña de pequeñas fortalezas o casas torre una forma efectiva de control del territorio junto a los castillos del rey: el mencionado de la Mota, el de Beloaga, Hondarrabia, Aitzorrotz, Elosua, Arrasate, Jentilbaratza-Ataun, Gazteluberri, San Adrián o Mendikute entre otros, muchos menos de todos modos que en la frontera con Castilla como es natural.

Castillos nabarros en Gipuzkoa, Iñaki Sagredo Garde
e

Las casas torres, castillos nabarros destruidos en Gipuzkoa, Bizkaia, Alaba, Bureba y La Rioja en estos años están también ahí para entender que no hubo “acuerdo” sino invasión y dar fe de la resistencia de los nabarros Occidentales a ser conquistados.

Existen restos de armas y de lucha en los castillos de Mendikute (Albistur) y Aitzorrotz (alto de Arlaban-Leintz Gatzaga), ahí está la resistencia de la villa gipuzkoana con su castillo y su heroico tenente Bidaurre, pero también hay restos de lucha en el castillo de Atstxiki (en Durango) y fue numantina la resistencia de la villa nabarra de Vitoria-Gasteiz al mando de Martín Ttipia, con un asedio hasta su rendición por hambre que duró entre 7-9 meses hasta las Navidades de 1200. También de finales del siglo XII hay documentos en el monasterio de Irantzu sobre el robo de tropas castellanas de ganado en la comarca cercana a Estella.

Castillo de Elosua en Bergara, Iñaki Sagredo Garde

El pueblo fue fiel al reino de Nabarra y a su independencia hasta el final. El rey Sancho VII el Fuerte llegó a hipotecar el Palacio Real para poder hacer frente a la invasión castellana iniciada el año 1199, según sus propias palabras: “cuando los reyes de Castilla y Aragón me atacaron tratando de privarme de mi reino”.

Devolución de Hondarribia y San Sebastián a Nabarra por Alfonso X de Castilla (Enciclopedia Auñamendi)

El mismo rey de Castilla, Alfonso VIII, dice en un documento de 1202 que Gipuzkoa es parte de su reino pero “con las leyes dadas por Sancho VI el Sabio de Nabarra, y si no lo acatan serán castigados”, luego indica la multa a pagar y hace lo mismo con los fueros de las villas de San Sebastián y Hondarribia que estaban por tanto fuera de la misma, les da los fueros de villa castellanos y si la población se niega a acatarlos amenaza con represalias: “si alguien actuare contra este mandato incurre en la regia indignación y pague 400 aureos (1.000 en el caso de San Sebastián)”. Estas amenazas nunca ocurrieron bajo el reino propio de Nabarra.

Wikiwand:»Si bien el tamaño y el peso de la máquina pueden variar mucho de un fundíbulo a otro, estas son las características más comunes:

  • Longitud de eje: de 8 a 12 metros.
  • Peso de contrapesos: entre 10 y 18 toneladas.
  • Peso del proyectil: de 80 a 100 kg.
  • Alcance máximo: un poco más de 200 metros.
  • Número de trabajadores: alrededor de 60 personas (carpinteros, mamposteros, etc.).
  • Cadencia de disparo: 1 a 2 por hora».

El trabuquete o fundíbulo, es un arma más moderna que la catapulta clásica o de mangonel, era la más común para atacar estas torres, casas-torre y los castillos. El fundíbulo de contrapeso fue un perfeccionamiento del fundíbulo de tracción, apareció en las tierras cristianas y musulmanas del mediterráneo alrededor del siglo XII-XIII. 

En su testamento de 1204, cuando se cree enfermo de muerte, Alfonso VIII prometió devolver las tierras conquistadas a Nabarra “injustamente” (término que el propio rey utilizó). Pero tras recuperarse de su enfermedad no lo hizo, y los sucesivos reyes nabarros reclamaron siempre estas tierras como propias:

“Prometo, si Dios me diere salud, restituir al rey de Nabarra todo lo que tengo desde el puente de Araniello, hasta Fuenterrabia (…). Porque sé que todos los lugares reseñados deben de ser del Reino de Nabarra y pertenecer a él”.

Carlos IV, Príncipe de Biana, en 1450 habla en sus crónicas de la invasión militar de la Nabarra Occidental sobre una base de documentos hoy desgraciadamente perdidos.

Fundación Nabarralde

Coetáneas a los hechos, sólo han llegado hasta nosotros dos crónicas, una la castellana de Ximénez de Rada (aunque de origen nabarro), que en “Crónicas de España” habla de “obtinuit” o “acquisivit” (eufemismo manifiesto), sobre las que Garibay en el siglo XVI creó la idea del pacto entre Gipuzkoa y Castilla, pues los castellanos querían quitarnos los Fueros o leyes Nabarras (derecho pirenaico) que mantuvimos pese a la invasión, pues decían que eran privilegios dados por el rey castellano y que por tanto podía revocarlos, lo que en siglo XIX hizo que todo el pueblo vasco se levantara en armas.

Rodrigo Jiménez de Rada: «Así, pues, el noble rey Alfonso obtuvo Vitoria, Ibida, Alava y Guipúzcoa y sus lugares fortificados y castillos, a excepción de Treviño que le fue entregado más tarde a cambio de Inzura. Asimismo entregó Miranda a cambio de Portilla. Adquirió San Sebastián, Fuenterrabia, Beloaga, Zeguitagui, Aizcorroz, Aslucea, Arzorocia, la vieja Vitoria, Marañón, Aussa, Athavit, Irurita y San Vicente».

Añade también: «El rey D. Alonso fue sobre él e gano veinte e cinco logares entre villas y castiellos, que eran muy buenos, e después desto vino a su mesura, conosciendo que le errara e tornol’ ende catorce castiellos, e retuvo para sí los once, que fueron estos: Fuenterrabia, San Sebastián, e la villa de Vitoria, Lucnuena, e Campezu, e Santa Cruz, e toda Alava, e Lepúzcoa» (IV, cap. XI, edic. 1704).

Maqueta de un barco nabarro elaborado por Mikel Laburu apartir de una sello donostiarra de 1297

Aquarium de Donostia-San Sebastián

La otra crónica es, tal y como señala la Enciclopedia Auñamendi, “un testimonio coetáneo, o casi coetáneo, muy esclarecedor, suele ser omitido por los historiadores. Se trata del célebre poema en lengua provenzal de Guillermo de Anneliers. La parte referente a la conquista de Guipúzcoa es la que sigue”:

«Seinnor rei de Nabarra, be sapchas certament,

Que tu perdes la terra e ton eretament,

Quel rei Alfons que tu tens per leial parent,

Es intrat en Nabarra ab gladi e ab foc ardent,

Quar tal en cui fidavas, sapchas queo cossent,

E si tu no vens tost trestot ton regnement,

Sapchas quauras perdut, que mas á ton vivent

No y albergaras jorn com te vei a present,

Car perdut as Bitoria, é Alava issament,

Ipúzquoa, é Amesquoa ab lur pertenement,

E Fonterrabia, é zo que si apent,

E San Sebasttan, or es la mar batent,

E villas é castels, que eu nom ay ement

E si laisses Nabarra per la paiana gent,

Deus ten airara, é far tena parvent…»

El rey Alfonso VIII en lo sucesivo firmaba reinando «in tota Castella et in Toleto et in Extremadura et in Alava et in Bizcaya et in Ypuzqua et in Sancto Sebastiano” (Carta de 31-XII-1202). Entre 1200 y 1205 otorga unos catorce documentos con esos títulos.

Al morir Alfonso VIII le sucedió por brevísimo tiempo su hijo Enrique y luego Fernando III el Santo. Se presentaba una nueva ocasión para las reclamaciones. Así, D. Sancho VII el Fuerte reclamó a Fernando III la restitución de sus tierras instándole a que cumpliera el testamento de su abuelo. El santo, a pesar de su supuesta santidad, lo único que hizo es prometer la devolución «si pudiera llevarse a cabo sin escándalo».

Castillo nabarro de Beloaga

Existe un documento de las Juntas Generales de Gipuzkoa del siglo XVII ofreciendo 4.000 ducados (una fortuna en aquellos tiempos) a quien presentara testimonio escrito alguno donde apareciera el “Pacto” entre Gipuzkoa y Castilla; lo que demuestra que en ese siglo Gipuzkoa seguía sin estar muy conforme con su integración en Castilla. Finalmente se encontró un documento mandado al Cardenal Alberani para que respetara las aduanas «según lo acordado» que resultó ser una falsificación.

Creo que esto es suficiente para entender lo que realmente pasó y que se repitió tres siglos después en la Nabarra reducida y sobre cuya conquista sí se tiene mucha más información.

Todos los reyes nabarros hasta el último reclamaron la restitución total de las tierras del reino que se recogían en los diferentes Tratados Internacionales, como en el documento 166 del Cartulario de San Millán de la Cogolla de 1016, el Pacto de Tamara 1127 o el laudo arbitral de Londres de 1177 conocido “Division of Kingdons of Navarre and Spain”.

El rey de Nabarra Carlos II de Evreux liberó la Nabarra Occidental y La Rioja, haciéndose fuerte en Vitoria, Logroño, Salvatierra-Agurain, Santa Cruz de Kanpezu y en Gipuzkoa durante 5 años (1368-73) con el beneplácito del pueblo que se levantó con él; además contó con la ayuda de alabeses y gipuzkoanos de las familias de los Oñaz (durante años partidarios supuestamente de Castilla, pero se explicará mejor), Lazkano, Murua, Berastegi, Beltrán Belaz de Gebara -señores de Oñate desde 1149 y hasta 1845-, los Amezketa y otros. Carlos II fortifica para su defensa Salvatierra de Alaba, Salvatierra de Esca, Santo Domingo de la Calzada, Vitoria y Logroño entre otros.

La configuración de Gipuzkoa:

Como hemos visto, las tierras orientales de la actual Gipuzkoa, la tenencia de San Sebastián o de Oarso aldea (San Sebastián, Irun, Hondarribia, Lezo, Renteria y Oiartzun), son territorio baskón e incluso parte de la Diócesis de Baiona en el siglo XII y del vizcondado de Lapurdi en su origen en el siglo X, hecho que se denota en su euskara que posee influencia tanto labortana como Alta-Nabarra debido a las intensas relaciones de la comarca y quedaron estas tierras enclavadas en Gipuzkoa tras la conquista que acabó desgajando la Nabarra Occidental del resto en 1200, lo que ha hecho que su euskara se enriquezca con giros del euskera gipuzkoano.

Irun y Hondarribia-Fuenterravía nunca aceptaron ser parte de Gipuzkoa, de hecho, intentaron integrarse en Alta Nabarra tras su ocupación militar por España (1512-24).

Pleitearon entre 1638 a 1666 y en 1702, y lograron integrarse entre 1805 a 1814. Tras un estudio de los continuos litigios que se producían en la zona y un informe que llevó a dictar una Célula Real en tal sentido, intervino el rey de España Fernando VII para obligar a Hondarribia-Irun a integrarse de nuevo en Gipuzkoa.

En el mismo informe se recomendaba crear un pueblo con los barrios de San Juan (Hondarribia) y el de San Pedro (Donostia), de donde nació el pueblo de Pasaia actual, nombre de un caserío de la zona (el nombre de Pasajes se usa sólo para el puerto).

Irun y Hondarrabia volvieron a intentar integrarse en Alta Nabarra por última vez en 1936, pero las autoridades franquistas lo impidieron.

Sobre la configuración final o creación de la actual Gipuzkoa, se puede leer el artículo: https://lehoinabarra.blogspot.com/2021/02/la-fundacion-de-gipuzkoa-con-cuatro.html

Mapa francés de 1705

Conclusión:

El historiador P. de Agramont y Zaldivar, en el siglo XVI afirmó:

“Siempre han estado los guipuzcoanos sujetos a la corona de Nabarra, no por encomienda, sino como súbditos y vassallos. Porque si esto no fuera, nos les hicieran mercedes como les hacían, assi a caualleros particulares como a iglesias u monasterios. Entre los cuales tienen de este rei Don Pedro en San Salvador de Leire, la que les hiço en la villa de San Seuastian y sus annejos y la burdina de Oristegui; que si no fuera rey absoluto no la pudiera hacer”.

Pasai Donibane

Una lápida del siglo XVI en Pasaia en el barrio de San Juan, por tanto muy tardía pero al sentir del historiador Isasti copia de otra más antigua, dice:

«IN GRATIARVM ACTIONE PRO VICTORIA

OBTENTA ET CUMPLlMIENTO VOTI FACTI

DEO ET BEATE MARIE SEMPER VIRGINI

QUANDO IVIMUS AD ORIERRRIAGAM ET

SALTVUM PIRINEI, NVNC DE RONCOS VALLES.

PRELIATVRI CONTRA EXERCITVM CAROLI

MAGNI, FRANCORVM REGIS, CUM NOSTRO

BASCONIE POPVLO PRO SE ET ROCIIS SVIS.

DE PASAXE BICTORIBUS. IOANES DE

VBILA. ME FECIT.»

• «En acción de gracias por la victoria obtenida y cumpliendo el voto hecho a Dios y a Santa María siempre Virgen por sí y sus compañeros de Pasajes, vencedores. en la era de 814, cuando fuimos a Orrierriaga (Orreaga) y al monte Pirineo, ahora llamado de Roncesvalles, a luchar contra el ejército de Carlo Magno, rey de los francos, con nuestro pueblo de Vasconia. Joanes de Ubila me hizo.»(Enciclopedia Auñamendi).

La Batalla de Orreaga marca la creación del reino de Pamplona-Navarra, el año 814 en el calendario actual es el 778 y el 15 de agosto de ese año es nuestro ASKATASUN EGUNA o día de la independencia.

Cuenta la leyenda que el rey nabarro Sancho II Abarka andaba de caza por las faldas del monte Jaizkibel en Hondarrabia, cuando se encontró a una hermosa joven a la que llamó “guztiz ederra” (infinitamente bella), con la cual concibió un hijo.

Este mismo rey fue el que construyó el castillo de la parte vieja de Hondarribia, con unas inmejorables vistas a la bahía de Txinguidi, ampliado luego por Sancho VII el Fuerte, hoy símbolo de la resistencia Nabarra con Juan y Miguel de Jaso  y Azpilikueta (hermanos de San Fco Xabier) y Pedro Mariscal de Nabarra -hijo- como protagonistas en 1524, pero también símbolo de la invasión militar que padecemos, con el escudo de Carlos V de Alemania, el de Gante, puesto sobre su entrada, que da paso al Parador nacional español.

Hondarribia s. XVI

Amberes 1584, primer mapa de Gipuzkoa

https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/gipuzkoanos-de-nabarra.html