Tudela, capital histórica de Euskal Herria

A mí personalmente cuando se reconozca la figura de Sancho VI, como el padre mentor del Reino Europeo Navarro, en la propia Tudela y en el conjunto de Navarra y se den clases del papel de Navarra en Europa en los siglos XII y siguientes hasta la Conquista de 1512 me alegrará enormemente, no por mí, sino por poner en activo el nivel cultural del territorio.

Tudela fue esa gran ciudad amurallada y a día de hoy, tan desconocida, incluso para los propios tudelanos y navarros. Cuando me refiero a capital histórica, quiero decir Ciudad referencia de Euskal Herria, Pais Vasco-Navarro o Antiguo Reino de Navarra. Tudela encarnaría como referencia histórica esa capitalidad por su diversidad cultural, por su riqueza monumental y de patrimonio y especialmente por ser la última ciudad en dejar de ser Reino Independiente de Navarra y la última en incorporase al Reino de España, en aquel septiembre de 1512. Además constitucionalmente Tudela y el conjunto de Navarra, si su Parlamento Foral así lo decide y previó referéndum al conjunto de electores navarros, y si el resultado es favorable, mañana mismo Tudela podría ser esa capital histórica de las cuatro provincias vasco-navarras o como se le quiera llamar.

Esto no lo digo yo claro. Esto es la Transitoria Cuarta de La Constitución Española de 1978, redactada por Gabriel Cisneros, Miguel Herrero, José Pedro Pérez-Llorca, Gregorio Peces Barba, Jordi Solé Tura, Manuel Fraga Iribarne y Miguel Roca y Junjet. Es decir, los “Padres de la Constitución”.

Piensen ustedes qué circunstancia tan especial, Iruñea-Pamplona la capital política y sede del Gobierno, Bilbao sede del Parlamento, Donostia sede de las Diputaciones, Vitoria-Gasteiz, sede económica y Tudela, capital histórica. Por lo tanto creo que hay que empezar a bajar el nivel a tierra de cuando hablamos de qué es lo más interesante y positivo para Navarra, ser autonomía uniprovincial o estar unidos con el resto de territorios históricos.

Ahora ya no vale el “que vienen los vascos”, el debate debe ser racional y pragmático. A día de hoy lo que interesa es el bienestar, la cooperación, y el saber compartir para avanzar desde la tolerancia y el respeto, por lo tanto todos aquellos navarros que vean en opciones políticas que quieren conformar una arquitectura institucional común con el resto de territorios históricos son tan navarros y respetables, como los que quieren la uniprovincialidad.

Y repito, yo esto no me lo saco de la chistera, lo dice la Constitución Española. Por lo tanto, esas subiditas de tono, en torno a quienes son constitucionalistas a favor de la unión de los cuatro territorios históricos del sur de Euskal Herria, debería ir acompañada, cada día más, de asesoramiento legal, no vaya a ser que los tribunales pongan en el banquillo de los “repetidores” a esos navarros de bien, que no se han leído la “Consti”, y suspenden en eso de ser demócratas y aceptar la Ley.