Mikel Burgui
¿Sabías que Tudela fue el primer lugar donde estuvo el Archivo del Reino de Navarra?
Síntesis:
- No puede hablarse de un Archivo del Reino de Navarra hasta tiempos de Sancho el Fuerte.
- El Archivo del Reino de Navarra nació en Tudela.
- Más tarde, el Archivo Real estuvo repartido entre Estella y Tiebas.
- El castillo de Tiebas fue incendiado por los castellanos en 1378.
- Historia del Archivo Real de Navarra hasta su asentamiento en Pamplona.
INTRODUCCIÓN.
El latín, única lengua culta en Europa Occidental (En la Oriental lo fue el griego).
A diferencia de otros lenguajes, el latín tenia la ventaja de tener un alfabeto propio y unas reglas gramaticales y ortográficas que venían de antiguo a la hora de escribirlo. Era el idioma de los monasterios, donde podía haber monjes de diversas procedencias lingüísticas, por lo que el latín les permitía comunicarse entre ellos y con otros monasterios de Europa Occidental.
Los amanuenses de los monasterios y de las catedrales, al ser los únicos alfabetizados y capaces de leer y escribir, fueron los primeros escribanos que accedieron a cargos en la corte de los reyes de manera que la documentación diplomática entre reinos (cercanos o lejanos, pero de idiomas diferentes) y con el Papado, también se hacía en latín.
Las vías principales por donde sabemos hechos anteriores al siglo XII:
En un capitulo anterior comenté que no se conoce que el Reino de Navarra archivase o guardase sus propios documentos antes del siglo XII. Lo que sabemos sobre la historia de Navarra de hasta entonces es gracias a otras y diversas fuentes,
– 1ª. Hay noticias del Ducado de Vasconia y las tierras que luego fueron del reino de Navarra en las crónicas de los Anales Regios del imperio carolingio.
Otras noticias han llegado por medio de escritos guardados en monasterios de un lado y otro del Pirineo y por obras escritas por personajes que vivieron bajo el poder visigodo y por otros eruditos que estuvieron bajo el imperio de los francos.
– 2ª. Fuentes andalusíes que cuentan sucesos desde el siglo VIII.
Son las obras de varios cronistas y geógrafos musulmanes en lengua árabe que nos cuentan sucesos concernientes al Valle del Ebro y al Reino de Pamplona de entre los siglos VIII y XII.
– 3ª. Los fueros particulares dados a ciertas poblaciones.
Copias de los textos donde los reyes daban fuero de población que generalmente se guardan o guardaban en cada pueblo aforado. En tales documentos se obtienen datos de aquellas épocas en que dichos fueros o leyes locales se aprobaron desde la realeza.
También se guardaron en los pueblos documentos que certificaban otras mercedes recibidas tal como la concesión de títulos de Buena Villa, celebración de ferias y mercados, perdones de pagos… cédulas de nobleza e hidalguía colectiva etc.
– 4ª. Las fuentes monásticas.
La mayor parte de la cultura clásica greco-latina se encontraba en manuscritos que se copiaban y difundían desde los monasterios. Desde la Alta Edad Media, en los monasterios funcionaron las escuelas monásticas y en las catedrales las escuelas catedralicias, que servían para la enseñanza de gramática latina y para la formación del clero de cada lugar.
En cada monasterio se guardaba copia de las gracias y concesiones que les dieron los reyes al fundarlos o al darles heredades. Por otra parte, gracias a documentos escritos en ciertos monasterios sabemos de la relación de los monasterios entre sí, con el obispado, Roma y con los monarcas de cada reino.
Las crónicas de los monasterios sobre reyes y hechos de la época.
En lo relativo al tema de hoy, gracias a los monasterios podemos saber facetas y hechos de importancia protagonizados por los reyes de Navarra de entre el siglo IX y el XI. Son cosas que sabemos gracias a cronicones como la Crónica Najerense, Crónicas Genealógicas de Roda, Crónica de San Juan de la Peña, Crónica del monasterio de Albelda, por poner unos ejemplos.
Los libros de cuentas que nos han llegado de varios cenobios (Becerro de Leire, Rejas de San Millán, etc), también nos hablan de la economía propia de cada monasterio con los nombres de quienes estaban obligados a tributar en su sostenimiento y los pueblos, fincas, minas, ferrerías y propiedades que tenían bajo su dominio.
El idioma de los monasterios era el latín que resultaba ser el idioma oficial de la Iglesia Católica con el que además se divulgaban conocimientos e ideas universales entre quienes eran capaces de expresarse en este «universal» idioma de la gente culta.
En un principio, los textos se escribieron sobre pergamino. La introducción del papel facilitó la labor de los escribanos y la eficiencia administrativa.
– 5ª. La Cancillería Real.
La Cancillería Real es el primer organismo burocrático que genera y almacena información escrita sobre los asuntos del Reino. En cuanto a Navarra, se puede hablar de la existencia de una naciente cancillería encargada de generar documentos a partir de Alfonso el Batallador (1104-1134)
El Canciller.
El Canciller era el máximo responsable de las funciones de expedir, autentificar y, en su caso, sacar copia y archivar los documentos reales. Guardián del sello del rey, juraba al tomar su cargo no sellar ningún documento que conllevase una enajenación del patrimonio real. Este cargo aparece documentado en la corte navarra desde Sancho VI el Sabio (1150-1194).
Escribanías en las distintas ramas de la administración de Navarra.
En Navarra, se le llamaba Cancillería al conjunto de escribanos bajo la responsabilidad del Canciller. Poco a poco (década a década, siglo a siglo) el gobierno del Reino se burocratiza, el número de escribanos y contables aumenta y se diversifica para llevar los asuntos de las distintas áreas de gobierno que se van creando.
Primeros pasos hacia la creación de un Archivo Real.
Se conocen los nombres de los Cancilleres del Reino de Navarra a partir de Sancho el Sabio (1150-1194).
Dos notas antes de entrar en el tema de hoy:
– 1ª. Las cancillerías de los reinos cristianos de la península fueron creadas entre los siglos XII y XIII.
– 2ª. El reino de Pamplona abarcaba Navarra (La Ribera tudelana se conquistó en 1117 y Tudela en 1119), Bizkaia, Gipuzkoa, Araba… Basenafarroa y los vizcondados de Laburdi y Zuberoa mantenían relaciones vasalláticas con nuestro reino… (La Baja Navarra se integraría definitivamente en el reino en tiempos de Sancho el Fuerte)
TEMA DE HOY:
¿Sabías que Tudela fue el primer lugar donde estuvo el Archivo del Reino de Navarra?
Seguidamente hablamos de Tudela, Estella y Tiebas por ser los castillos o palacios donde vivieron habitualmente los reyes de Navarra desde Sancho el Fuerte hasta el ultimo rey de la dinastía de Champaña. Carlos II de Navarra también vivió en Tiebas durante largas temporadas.
Y es que el Palacio Real de Pamplona fue hipotecado el año 1198 por Sancho VII el Fuerte en contrapartida de un préstamo del Obispo. En adelante sería utilizado de forma conjunta por la Corona y la sede episcopal ocasionando en esta época frecuentes conflictos por su uso, por lo que los reyes prefirieron vivir en los otros tres palacios que mencionamos hoy.
¿HUBO UN ARCHIVO PROPIO DEL REINO DE PAMPLONA – NAVARRA ANTES DEL SIGLO XII?
Recurro una vez más a Juan José Martinena Ruiz, director del Archivo de Navarra desde 1985 hasta su jubilación en el 2010. Lo que nos interesa está en las siguientes frases que reproduzco de un trabajo suyo en la revista Príncipe de Viana número 266 publicado el año 2016.
Título de dicho trabajo: «Apuntes para una historia de los archivos en Navarra»
En el apartado donde habla del Archivo Real de Navarra antes del siglo XII dice lo que sigue:
«Parece razonable suponer que desde muy pronto los primeros monarcas navarros habrían ido formando un archivo con los documentos que recibían y las copias de los que ellos remitían; pero lo cierto es que la actual sección de Comptos no ha conservado documentación original anterior al siglo xii, que pudiera haber formado parte de ese posible primer archivo real.
Y sin embargo, como ya apuntó José María Lacarra, no parece creíble que los monarcas hubieran sido en esto menos cuidadosos que los clérigos y los monjes.
El hecho probable de que llevasen consigo la documentación en sus desplazamientos podría haber influido en la pérdida de algunos diplomas, pero no de su totalidad.
Cabe pensar que tuvo que haber algún depósito documental de carácter estable, localizado posiblemente en Leire o en algún otro monasterio importante».
Nota: Comprobamos que en las anteriores frases no hay certezas, sino suposiciones al no haber datos concretos sobre la existencia de un Archivo Real.
Primera noticia de un Archivo Real de Navarra.
Seguimos leyendo a Martinena:
«Sabemos que al morir Sancho el Fuerte el año 1234, el archivo principal –tal vez el único– estaba en el castillo de Tudela, en el que residió durante años el monarca, y que su documentación se refería principalmente a su propio patrimonio».
Traslado a Tiebas y a Estella:
«Y al parecer, reinando sus sucesores Teobaldo I (1234-1253) y Teobaldo II (1253-1270), los fondos se llevaron a los castillos de Estella y Tiebas».
Orden de hacer copias de documentos anteriores para el Archivo del Reino
Seguimos leyendo a J. J. Martinena:
«Además, la Casa de Champaña aportó una importante novedad en el aspecto documental: en 1236, poco después de subir al trono:
Teobaldo I hizo copiar en el cartulario que lleva su nombre tanto las cartas por él expedidas como las que guardaba entonces el Archivo Real, la mayor parte de las cuales databan del reinado de su antecesor, el rey don Sancho.
Dicha recopilación le fue encomendada al notario del concejo de Tudela Pedro Fernández
Los Anales del Reino de Navarra recogen la noticia de que Felipe el Hermoso (1274- 1305) fue quien mandó depositar en el castillo de Tiebas «como lugar tan decente y seguro, las escrituras más considerables de la Cámara de Comptos y del Archivo del Reino»«.
Además del de Tiebas y el de Estella, en 1328, tiempos de Juana II, madre de Carlos II de Navarra, hubo otro archivo en Pamplona.
Seguimos leyendo a Martinena:
«Pero aunque la tradición historiográfica ha querido hacer de Tiebas un depósito único de la documentación real durante el siglo XIV, lo cierto es que en 1328, como se puede comprobar por el inventario que hizo ese año el notario de la Corte Martín Pérez de Cáseda, comisionado expresamente para esa misión, había cuando menos otros dos: uno en el castillo mayor de Estella y otro en la torre llamada María Delgada, en la población de San Nicolás de Pamplona.
Durante el reinado de Carlos II de Evreux (1349-1387), el castillo de Tiebas seguía guardando el archivo de la tesorería y la documentación tocante al patrimonio real».
Traslado del archivo de Estella a Tiebas.
En 1361, el rey hizo llevar allí desde el castillo de Estella cajas y sacos «plenos de cartas». Tal vez fue por estas fechas cuando quedó Tiebas como un único depósito.
Sin embargo, sabemos que solo tres años después, la tesorería con su archivo, o al menos una parte de él, radicaban en Pamplona.
En 1364, la oficina se vio obligada a cambiar de sede, dejando la casa que venía ocupando en la Navarrería, que pertenecía al abad de Baigorri»
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La quema del castillo de Tiebas
El padre Moret y el también jesuita el Padre Alesón cronistas de los Anales del Reino de Navarra, cuentan que durante la guerra con Castilla en 1378, Pedro Manrique mandó quemar el castillo de Tiebas, con lo cual se perdieron para siempre «las memorias de la antigüedad que más podían ilustrar en la posteridad de los tiempos de nuestra historia»
(Moret & Alesón, libro xxiv, cap. iv, par. 17).
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A partir del siglo XIV la documentación del Reino aumenta.
Martinena sigue con su relato que recomiendo leáis integro.
Así evolucionaron los Archivos del Reino de Navarra a partir del siglo XIV:
En la Cámara de Comptos creada en tiempos de Carlos II de Navarra (1349-1387) se llevan las cuentas de los gastos del reino, de las obras auspiciadas desde la corona, de los dispendios guerreros de la época, de los gastos de la casa de los reyes incluido el gasto del vivir diario, incluido el condumio de la familia Real.
- En el Tribunal de la Cort (Tribunal Superior de Justicia) y en el Consejo Real se empieza a generar documentación.
- Las Cortes de Navarra que empiezan a funcionar en tiempos de Juana II (1328-1349) ponen por escrito y comienzan a difundir copias de las leyes que se van acordando.
- La Diputación del Reino de Navarra, organismo delegado de las Cortes de Navarra para vigilar el cumplimiento de sus disposiciones en los períodos en que no estaban reunidas, también generó su archivo.