Estat Català, bajo las piedras

El 18 de julio de 2022 hará un siglo que Francesc Macià fundó Estat Català, la primera organización catalana separatista de más o menos éxito. El partido, con vertiente paramilitar, desapareció cuando se unió a otras formaciones para fundar ERC en 1931. El episodio más conocido de sus nueve años de existencia es el intento de invadir Catalunya desde Francia con un centenar de hombres para promover una insurrección popular contra la dictadura de Primo de Rivera y proclamar la República catalana. El 4 de noviembre de 1926 la gendarmería abortó la aventura.

 

Giovanni C. Cattini (1972) es quien más ha estudiado este proyecto fallido. En 2009 repasó la implicación de agentes del gobierno de Mussolini en la delación de los propósitos del exmilitar a partir del fondo Macià del Arxiu Nacional de Catalunya y de la documentación inédita de los archivos Centrale dello Stato y del Ministero degli Esteri de Roma. Al año siguiente publicó la versión italiana. Al inicio del 2021 la editorial Rosa dels Vents presentó Dies que han fet Catalunya , una colección dirigida por Agustí Alcoberro que explica episodios históricos a partir de efemérides. Los historiadores responsables de los primeros títulos han huido de la mera compilación de datos conocidos y hacen nuevas aportaciones.

 

Es el caso de Cattini en L’aixecament de Prats de Molló . A partir de documentos inéditos de los archivos General de la Administración y del Histórico Nacional añade, a su aportación previa, la reconstrucción de la vigilancia diplomática española en Francia de los chicos de Estat Català. Hay datos sorprendentes: la policía primoriverista hacía registros en el norte de los Pirineos con total despreocupación de las autoridades francesas. Durante años Roc Boronat llevó el sambenito de ser un topo y muchos en Estat Català y después en ERC desconfiaron.

 

El historiador señala ahora nombres de posibles infiltrados catalanes en las filas macianistas que se habrían sumado a los delatores italianos. La aportación resta romanticismo a la gesta, pero la hace más interesante. Años después, de resultas del cisma que se abrió en ERC a raíz de los hechos de octubre de 1934, Josep Dencàs y un grupo de acólitos aprovecharon que usaban el nombre de Estat Català en sus casales y juventudes para definirse como corriente interna dentro de Esquerra para fundar, en 1936, un nuevo partido que recuperaba el nombre de la organización macianista.

 

A pesar de su posición clara frente a los militares rebeldes, durante la Guerra Civil el gobierno de Companys alejó esta formación separatista de nuevo cuño, de la que no participaban los elementos de peso del anterior partido, que permanecieron en ERC. El franquismo fusiló a una treintena de militantes de este Estat Català. Más de 200 pasaron por los campos de reclusión franceses y cerca de sesenta murieron en campos de exterminación.

 

Fermí Rubiralta (1959) repasa los avatares del partido de 1939 a 1968, momento en que aparece el independentismo catalán contemporáneo. El historiador, uno de los principales estudiosos del nacionalismo catalán a lo largo del siglo XX, es un gran recopilador de datos. A veces los obtiene de fondos personales superando las reticencias de los familiares. La aptitud le permite construir ensayos densos, con gran profusión de información. Esta obra sigue la línea de biografías como la de Daniel Cardona, Joan Cornudella, Miquel Badia o estudios estasiológicos como el de los orígenes del PSAN o sobre el Partit Nacionalista Català de los años treinta.

 

De lo que explica Rubiralta, no se sabía mucho: faltaba la identidad de algunos secretarios generales del partido, la orientación de sus publicaciones, los ejes de discusión interna y disputas de fondo entre los sectores de Cornudella y Vicenç Borrell, entre Catalunya y el exilio o de su imbricación con el Frente Nacional de Catalunya.

 

Destacar que un número nada despreciable de los que formaron este Estat Català, pese a reclamar el nombre macianista, eran muy críticos con Francesc Macià. Consideraban que el avi había abandonado el horizonte separatista con el canje de la República catalana por la Generalitat de Catalunya en 1931. Los trabajos complementarios de Cattini y Rubiralta manifiestan que solo se ve lo que hay debajo una piedra cuando ésta se levanta.

 

Giovanni C. Cattini

L’aixecament de Prats de Molló. 4 de novembre de 1926

Rosa dels Vents. 302 páginas. 18,90 euros

 

Fermí Rubiralta

Estat Català sota el franquisme 1939-1968. La lluita independentista contra el feixisme

Editorial Base. 256 páginas. 17,40 euros

LA VANGUARDIA