El pasado día 1 de junio el rey de los españoles y su mujer acudieron a Gasteiz, para inaugurar un centro Memorial, parcial, de unas víctimas del oficialmente llamado terrorismo y aprovechar el viaje para buscar el aplauso de simplones mirones de los más ultras de la colonia española residente en el territorio y algunos venidos de otros lugares. El citado recinto memoriza las bajas producidas en un bando del conflicto, cuantitativamente muchisimo menores que las sufridas históricamente en el lado opuesto, republicano, nacionalista, abertzale o laboral. La historia del verdadero terrorismo en Euskal Herria empieza con los bombardeos durante la sublevación militar de numerosas villas y ciudades vascas, Durango, Otxandio, Gernika, Bilbao, Eibar, Elgeta, Irun, Donostia….
La primera contradicción de este centro es semántica, la no distinción entre los diferentes episodios violentos mortales: lucha armada de réplica de origen político, actos individuales de motivaciones diversas y eventos de terrorismo indiscriminado con numerosas víctimas. Su contenido tan exclusivista y perversamente partidista solo puede tener interés para militares, policías y las familias de los allí, parcial, y algunos sorprendente y significativamente recordados. Pero no, y así lo han manifestado en varias protestas, la gran cantidad de familiares de asesinados por las diversas estructuras del poder policial y grupos paralelos gubernamentales, que han sido voluntaria y decepcionantemente marginados y sino humillados. Este partidista propósito se empezó a gestar en 2012 con el gobierno en España del PP y en Euskadi de Francisco Javier (alias Patxi) López del PSoE y con la presión de las numerosas franquicias constituidas y abundantemente dotadas de fondos y privilegios como pretendidas exclusivas víctimas.
El recinto representa una concepción recordatoria unilateral que ha gozado, además de ingentes subvenciones, del beneplácito de los estamentos hispanos empezando por el Gobierno español, sea de derechas o de pseudoizquierdas, la monarquía, la conferencia episcopal, el sector empresarial y el potente grupo mediático Vocento y su cuadrilla de, especialmente, mercenarias periodistas caracterizadas con el resto de la plantilla adictos al tema por su odio a toda expresión del abertzalismo vasco, que más parecen policías, algún profesor y catedrático de Historia. Ensalzados al rango de eminencias pero carentes de ética profesional con precaria solvencia y escaso rigor histórico de contextualización intentan intoxicar a una sociedad acrítica, irreflexiva manipulando relatos repitiendo siempre lo mismo para premeditadamente confundir y deformar una parte de la historia reciente de Euskal Herria. Simultáneamente a una campaña financiada de jornadas, exposiciones, artículos continuos y reiterados en el citado medio periodístico, novelas, documentales y películas y la pretensión de crear parciales unidades didácticas intoxicadoras introduciéndose en centros de enseñanza a contar y ensalzadas su conocida versión de idéntica intencionalidad, ya que solo se explica y se extiende con la exclusividad del sufrimiento en una parte del conflicto padecido entre Euskal Herria y España
Para disimular la parcialidad de su versión e intentar condescender, al parecer, en algún panel se hace alusión a las víctimas de “abusos policiales”, sutil terminología, como si se tratase de unos simples empujones en las manifestaciones. Asimismo, y desde otra visión del conflicto resulta sorprendente, sino decepcionante, que sea el Instituto Arrupe de la privada Universidad de Deusto el que aborde estos asuntos desde la descarada memoria parcial mostrada.
La sede
El Consejo de Ministros aprobó el 30 de noviembre de 2018 un acuerdo para la cesión gratuita por 15 años de la antigua sede del Banco de España, en la capital de Araba, sin uso en la década precedente, a la Fundación Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, en la que unas habilidosas personas han logrado unos excelentes, perpetuos y sustanciosos puestos de trabajo.
Para ello han recibido un bello edificio proyecto del notable arquitecto y académico navarro José Yarnoz Larrosa (1884-1966) inaugurado en1922 sobre el solar que ocupó el nuevo Teatro proyectado por el ilustre arquitecto, también académico, Silvestre Pérez en 1817 y destruido por un incendio en 1914. Una edificación exenta rectangular, de 20×35 metros, que hereda del teatro algunos rasgos historicistas neoclásicos y un orden compositivo que lo sitúan en un estilo ecléctico. Posee una presencia urbana muy destacada en el Ensanche junto al Conjunto Monumental neoclásico de Plaza Berria y Los Arquillos, situado, para más contradicción en la calle Lehendakari Aguirre.
Para alojar este propósito, que no es una rehabilitación como se pretende engañar, se produjo un vandálico vaciado total del edificio eliminando el espacio más singular de la arquitectura bancaria tradicional, el patio central de operaciones, que organiza su interior. Un atentado iniciado en marzo de 2015 propio de la ignorancia cultural, arquitectónica y nula sensibilidad ante las preexistencias, que no sirven para todo, de quienes lo impusieron y de quien hizo el proyecto, el grupo Tragsa de la SEPI. El Banco de España en el Plan General de Vitoria-Gasteiz (Tomo IV. Título VII: Anexo I. Normas Urbanísticas. Ordenanzas de la Edificación y los Usos. Régimen Especial de Protección. Catálogo de Edificios Sometidos al Régimen Especial de Protección) está calificado de Conservación Estructural.
Lo cual implicaba unas condiciones de intervención muy restrictivas que no se han rspetado. Se infringió la normativa con el consentimiento del entonces alcalde (2011-2015) Javier Maroto del PP, y esto supone una, presunta, prevaricación por lo que podría y debía ejercerse la acusación popular ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo que es el organismo competente para enjuiciar los delitos contra el patrimonio que están indubitativamente tipificados en los artículos 321 al 323 del Código Penal. Tampoco hubo pronunciamiento del Colegio de Arquitectos en dicho momento y que hace años se ha sometido al poder político, ni que se sepa de ninguna asociación cultural o vecinal. La ciudad y su patrimonio en manos de los políticos, el advenimiento de la catástrofe, el urbicidio. Un enaltecimiento del terrorismo cultural, un atentado arquitectónico.
Memoria manipulada
No es preciso ser un analista político sino simplemente un ciudadano, atento, observador de acontecimientos de cierta relevancia cultural, simbólica, identitaria para poder opinar sobre este asunto. Paradójicamente es una ofensa a la memoria y la repulsa a la violencia que predica esta institución pero no se la aplica a la propia edificación que se convierte en su sede. Un despilfarro absurdo con un costo total oficialmente de unos 10 millones de euro.
Las administraciones vascas más relacionadas con este asunto, Gobierno, Diputación y Ayuntamiento de Gasteiz, mostraron, una vez más, su reiterada pleitesía al monarca heredero de una dinastía corrupta, e hijo y sucesor del anterior rey, impuesto por un criminal dictador, que también es conocido según una expresión de Arnaldo Otegi como “el jefe de los torturadores” y con la asistencia del ministro de Interior Grande-Marlaska que de “sufrimientos” y muertes carcelarias entiende, pero no atiende.
Debe señalarse la bochornosa y ridícula asistencia al acto, estuvieron como meras comparsas figurativas en representación del Gobierno Vasco esperando al monarca para doblegarse una vez más (es preciso recordar que en Catalunya cuando llega el citado militar no van a saludarle más que subalternos) han acudido el lehendakari Urkullu, la presidenta del Parlamento Tejerina, a quienes ni siquiera les permitieron decir nada. Resulta decepcionante que a un personaje impuesto por sucesión génetica heredero de una dictadura que ha masacrado al pueblo vasco, se le baile un aurresku que tiene una simbología diferente destinado a personas de reconocido rango, una banalización de la etnografía vasca.
También adornaron el acto, Josu Erkoreka, vicepresidente primero y consejero de Seguridad y Beatriz Artolazabal (PNV), consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, que por cierto se somete ante las exageradas exigencias de exclusivo protagonismo de la AVT y similares pretendiendo ser una imprescindible empresa consultora infiltrándose en instituciones vascas como Gogora. Esta consejera, por cierto sorprendentemente no euskaldun en estos tiempos, que se está entrometiendo y usurpando funciones que no son suyas en Emakunde y Gogora ante la inauguración, previamente, dijo o tuvo que decir, “que era una buena noticia de cara al reconocimiento de las víctimas que han sufrido sin razón de la violencia terrorista de cualquier signo”, se aprecia que no sabía o no quería saber el contenido del recinto. Posteriormente, ante el consejero de una de estas franquicias, sobre el traspaso de la gestión de prisiones asumió su pretendida función de entidad resolutiva, una más, que se presentó diciendo las consabidas letanías: “somos los representantes de las víctimas y es importante que estén informadas… y que tendrán que arrepentirse, etc…” Otra claudicación aceptando imposiciones foráneas todas en la misma línea.
El PNV, especialmente el Ayuntamiento de Gasteiz como miembro de la fundación que ampara este centro, si no quiere ser cómplice, debería desligarse de este montaje partidista que falsea descaradamente una realidad conocida y padecida por el pueblo vasco desde la sublevación militar de 1936 y el golpe de Estado de 1981 asumido por el citado monarca actualmente huido. La memoria, ni se puede reprimir ni imponer, es una cultura íntima, a la vez que popular y colectiva, intangible, imperecedera.
La reacción social a esta iniciativa ha sido de total indiferencia, no formaba parte de las necesidades populares y con motivo de la inauguración conocidos todos los pormenores, es de rechazo colectivo porque no aporta nada, más bien al contrario, ofende, trata de imponer un relato manipulador. A pesar de que se ha concebido con un cierto carácter de parque temático con un zulo a modo de mini bungalow para entrar a hacerse fotos como hicieron los citados monarcas. Pasada la novedad inicial decaerá por sí solo y se abrirá con cita previa a determinados colectivos y para turistas de grupos ultra de extrema derecha. Para crear una cierta atracción populista, reproduce un zulo utilizado por la organización ETA. Sólo su proyecto expositivo ha costado 698.757 euro y como es habitual concedido a una empresa española de Madrid, Ypunto Ending.
Pasada la novedad inicial para completar el espectáculo, crear una ansiedad de acudir al recinto y atraer turistas desinformados quizá podrían colocar el Dodge 3700 T, coche con el que Carrero Blanco voló hasta la cubierta de un edificio en Madrid y murió en 1973. Al estilo de la performance que los estudiantes del Massachusetts Institute of Technology hicieron el 11 de septiembre de 2006 para recordar el quinto aniversario del atentado, cuando situaron un camión de bomberos de siete metros de longitud en la parte superior de la gran cúpula de la escuela a 45 metros de altura.
No figura en la muestra una caja con billetes simbolizando “los fondos reservados” y encima un retrato, quizá robot, del conocido como “señor X”. Tampoco se enseñan otros elementos del repertorio de la infamia humana ejecutados por las fuerzas de ocupación que miles de vascos han padecido y el pueblo de Euskal Herria ha sabido. Desde el terror policial con la violenta represión incluso mortal en el ámbito laboral hasta el continuo hostigamiento político mediante detenidos indiscriminadamente con acusaciones infundadas, unos 5.000 casos de personas torturadas verificadas científicamente acordes a criterios y normas internacionales., a las que se les ha aplicado el repertorio criminal conocido como “la bañera”, “el quirófano”, “el pato”, “la rueda”, los electrodos, la bolsa, las quemaduras con cigarros, las violaciones, la cal viva, los “caídos” desde ventanas, los “suicidios” y desaparecidos, golpes blancos con listines de teléfonos, la escenificación de un control de carreteras con ametrallamientos posteriormente calificados de “erróneos”, los aliados y cómplices médicos forenses, el terrorismo informativo que que supuso el cierre de medios de comunicación como Egin, Egin Irratia (1998), Egunkaria, (2003). etc. O la frase más angustiosa que puede emitir un ser humano torturado: “Oso latza izan da” Joxe Arregi (Zizurkil, 1951-Madrid, 1981).
Para entonces Luis Llach hacia cinco años que con motivo de la masacre de Gasteiz (1976.03.03) compuso, como acusación, incluso premonitoria, la inmortal cantata Campanades a morts con la desgarradora frase: Assassins de raons, de vides, que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies i que en la mort us persegueixin les nostres memòries. Una frase que denuncia un larguísimo y criminal período padecido hasta hace muy poco en Euskal Herria.
Tal vez falte a la salida como despedida, el conocido y aborrecido cartel en tantos lugares que martiriza la mirada y la memoria “Todo por la patria.” Por todo ello, convine recordar la frase de José Luis Borges, (Buenos Aires, 1899-Geneve 1986), “La memoria está hecha, en buena parte, del olvido”
*Predicador del patrimonio.