Más información solvente y menos propaganda

El debate político pasa por encima de los hechos y de las preocupaciones de la gente. Los gobiernos salen de tres en tres y a todas horas para dar ánimos al personal o para justificar como sea datos adversos.

Nos habríanos de poner de acuerdo con los hechos y analizar las causas y sus consecuencias. En su pequeño libro sobre la verdad, Harry Frankfurt dice que las civilizaciones nunca han podido prosperar, ni lo podrán hacer, sin cantidades ingentes de información fiable sobre los hechos. Por muchas comparecencias que se hagan, no tendrán eco si no se fundamentan en la realidad.

A Harold Macmillan, Primer ministro británico hace unos sesenta años, le preguntaron qué es lo que más temía en la política. Su respuesta fue que eran los hechos los que lo dejaban sin argumentos en muchas ocasiones.

En la fuerte crisis que golpea a todo el mundo a raíz del coronavirus hay desconfianza sobre los hechos oficiales. Se duda en primer lugar de si las cifras que China ha hecho públicas respecto a los muertos y contaminados en su país son creíbles. La siniestralidad se publica o se anuncia en comunicados oficiales. Nada de ruedas de prensa o debates en el parlamento.

Pero la información que recibimos después de tantos discursos de políticos sobre el virus tampoco es del todo fiable. Pedro Sánchez ha hablado largos ratos anunciando medidas que tomaría pero sin ofrecer datos salvo decirnos que venían días muy duros y que lo peor aún no había llegado. Con lo fácil que sería decir simplemente que esta pandemia nos ha cogido a todos por sorpresa y que no se habían tomado las prevenciones adecuadas. Y que se pide sacrificios para detener el mal que se ha llevado a más de dieciocho mil personas en menos de dos meses. Debería explicar también cuáles son las razones por qué España sea el país con el índice más alto de mortalidad como consecuencia del virus.

La gran mayoría de ciudadanos hemos aguantado por civismo y por responsabilidad un mes de confinamiento y podemos resistir mucho más tiempo. Pero queremos más explicaciones y no sesiones de propaganda en espera del punto de inflexión de tantas muertes diarias. Decir que la tendencia baja no es ningún consuelo.

La angustia que vivimos todos juntos no se puede tapar con el anuncio de unos Pactos de la Moncloa llenando páginas y páginas sobre lo que fueron aquellos acuerdos firmados en una situación muy diferente a la actual. Está claro que debe haber pactos pero no para cambiar todo el sistema porque a unos cuantos les parece conveniente pero sin contar con autonomías como Euskadi, Cataluña y otros sectores productivos que querrían ver el detalle de las propuestas.

En Cataluña el ‘govern’ lleva puestas las gafas del proceso y no se las quita ante un problema que afecta a todos. El president Torra dice en Tarragona que el lunes podríamos ir a la farmacia para pedir una mascarilla solo presentando la tarjeta sanitaria. Los farmacéuticos le dijeron simplemente que no había mascarillas y todavía no las hay según me han dicho esta mañana en mi farmacia. Ahora nos han dicho que tardarán una semana más. Esperemos.

Sería bueno saber cuántas bajas ha habido en las residencias catalanas que ya sean públicas o privadas dependen de las inspecciones de la Generalitat. Como el escándalo es grande se ha procedido a traspasar la competencia sobre residencias a la conselleria de Salud. Nadie ha pedido explicaciones. Tampoco se habla de dimisiones.

El virus está aquí para quedarse según coinciden los científicos que tienen visiones y diagnósticos no coincidentes. La ciencia no milita en partidos sino a favor del progreso para servir a todos.

BLOG DE LLUIS FOIX

Més informació solvent i menys propaganda