Hola Quim, hace unas semanas en un tuit hablas de «fans» del presidente y «hooligans». Pienso que son calificativos desafortunados, poco respetuosos y pediría que los retiraras.
En general en el discurso de las CUP se dice que las personas (o los personajes) no son importantes; sin embargo, y de manera contradictoria, habéis hecho de la estigmatización del Presidente de la Generalitat, uno de los caballos de batalla de vuestra argumentación electoral. Y es obvio que las personas son importantes, y determinantes (todas), y en el entorno de la figura del presidente Mas se da, en estos momentos, una batalla que no sé si es decisiva, pero, en cualquier caso, es importante para el futuro de la sociedad catalana. No sois los únicos en censurar la actividad del Presidente. La derecha más cavernícola, la botiflera y la española (es decir, los capitalistas), llevan trinchando al Presidente desde hace meses.
Piensan básicamente que, al renunciar a su papel de jefe de la policía del Gueto, Mas es un traidor a la causa de la derecha nacionalista española (y sus aliados traidores). Niños del opus de la Caixa lo tienen en el punto de mira, también los del Banco Sabadell; los del Puente aéreo se la tienen jurada. Huelga decir que el Grupo Godó ha puesto toda la carne en el asador para liquidarlo. Y también Lara, la Sexta, El Periódico, los obispos españoles, los servicios secretos, la judicatura, el ministro de Defensa, la Caverna Mediática de Madrid, todos ellos han hecho de todo para destruir al Presidente. Los poderosos han levantado, a golpe de talonario, nuevos liderazgos (Pablo Iglesias, Rivera…) para laminar el potencial peligro catalán que se abría con la «traición» de Artur Mas. Está claro que Mas ha sido, y es, el enemigo principal. El principal enemigo a batir.
El torrente contra Mas ha venido acompañado de las puñaladas políticas (contra el proceso y contra Mas), que han sido continuadas, por parte de UDC de manera evidente, pero también con posicionamientos discutibles por parte de ERC (afortunadamente superados) y las últimas, las de los stalinistas de ICV… y también las vuestras, que también consideran que Mas es el enemigo emblemático a batir.
A mi modo de ver, el balance de la actividad de Mas tiene grandes errores. Efectivamente, el gobierno «de los mejores» ha sido patético en cultura y educación (un auténtico desastre), ha tenido agujeros negros en Gobernación y situaciones discutibles en Sanidad. Se le atribuyen recortes, obviamente, pero la situación de crisis y la brutal ofensiva del Estado no dejaban margen. Se dice que CiU era una guarida de corruptos y que Mas era su buque insignia. Yo no lo veo así. CiU fue un producto de la cultura de la corrupción que dio a luz la Transición, como todos los demás partidos.
Sin embargo, Mas ha acabado con esto y, hoy en día, los observadores exteriores reconocen que la Generalitat es la administración del Estado más transparente, y la que tiene menos funcionarios. De otro modo (y a la espera del próximo dossier contra Mas…) nadie ha demostrado nada. A estas alturas decir que Mas es un corrupto es una difamación, la diga quien la diga, Fernández Díaz o vosotros.
En una dinámica constructiva yo os diría que Mas y su circunstancia, contrariamente a lo que decís, han sido positivos y proactivos. Han trinchado CiU, han erradicado finalmente el cáncer de Unió Democrática y han hecho un partido nuevo de corte liberal, de centro izquierda, la nueva Convergencia, que supongo que acabará pareciéndose al Partido Nacional de Escocia. Además, Mas ha impulsado el movimiento de emancipación nacional y le ha dado cobertura desde las escasas posibilidades de las estructuras autonómicas, y a su nivel ha puesto al Estado contra las cuerdas. Han sido, sobre todo la gente y la calle, de acuerdo, pero él ha sido determinante. Si Mas se hubiera puesto de culo en la calle, no habría avanzado. Él ha sido proactivo e incluso locomotora.
No es de extrañar que toda la fuerza de los capitalistas (los de verdad) y de España estén contra él. Es uno de los enemigos a batir, y sobre todo porque su figura (Presidente de la Generalitat comprometido con la libertad) es por completo simbólica. Ni tú, ni Fernández, ni Anna sois un peligro para el sistema. Sois una anomalía vintage y pureta tolerable (al menos por ahora). Quien ha hecho temblar al sistema, quien da jaque al sistema, el revolucionario, en definitiva, es Mas, y es por eso es a él a quien quieren poner en prisión, y a vosotros no. E incluso hoy sois la gran esperanza de la canalla política de Madrid. Leguina, al que conozco desde hace años (desde finales de los 70), lo ha manifestado con clarividencia: sois la última barrera para frenar a la bestia. Enhorabuena, valientes.
A veces, en las confrontaciones, no puedes escoger el campo de batalla. Tienes que luchar allí donde toca e incluso allí donde te lo imponen los enemigos. Hoy, Mas, Presidente de la Generalitat, es un campo de batalla en cuanto que es un símbolo, y eso lo ha decidido el Estado, la Banca, el Palco del Bernabeu, La Caixa, Godó, Lara y, en general, los capitalistas que tanto reprobáis. Abatir a Mas es el objetivo principal de los enemigos de la (nuestra) Tierra. Y abatir a Juntos por el Sí el objetivo asociado. Esta es la batalla de la semana… y vosotros no reconocéis la importancia de la batalla, y decís que Mas, uno de nuestros después de todo, es prescindible.
¡Qué miopía! Cuando la batalla, tal vez decisiva, se da en Pàndols (1) vosotros volvéis la espalda y os dedicáis a hacer discursos en la retaguardia. De hecho, aún peor, ya que decís que en ningún caso investiréis a Mas porque representa la corrupción capitalista. Será por eso que la Banca, el Estado y los poderosos le quieren arrancar la piel. De hecho sois vosotros, y los «colaboracionistas» en general, los que estáis bajo sospecha de hacer el juego a los capitalistas poderosos, y al Estado opresor, dando cobertura al derribo del Presidente.
No os pido que contribuyáis a la investidura de Mas, sé que vuestra rígida y pura moral revolucionaria os lo impide. Y que tenéis un compromiso, ya que dijisteis que no lo haríais. Bien, haced lo que queráis, igual preferís a la Arrimadas o la Colau de turno… De lo contrario vuestra inmaculada y pedante moral revolucionaria dice que no entraréis en ningún gobierno de concentración. Naturalmente, no os mojaréis, ni os ensuciaréis en ningún gobierno que tenga que trabajar con problemas y presupuestos reales; sois demasiado puros. No os comprometéis, no bajaréis a la arena. Hoy pretendéis limitar, decidir o aconsejar que se puede presentar, o no, de otra candidatura. En Juntos por el Sí, tenemos un candidato pactado, y vosotros decís que no puede ser (!), Que este no os gusta. Pretendéis decir lo que se debe hacer o dejar de hacer, pero vosotros, desde fuera. De hecho, lo mismo que los curas, que no follan, pero que dicen a los demás lo que pueden y lo que no pueden hacer… En fin… Enhorabuena, revolucionarios…
Aunque en algún momento os he apoyado ahora no tengo ninguna esperanza en vuestra capacidad política. Creo que antes de rogaros un poco de racionalidad prefiero que quememos todos juntos esta etapa lamentable, lo antes posible, y que procedamos a nuevas elecciones, a ver si os ponen en vuestro sitio.
(1) Referencia a la Sierra de Pàndols donde tuvo lugar una cruenta batalla en la zona del Ebro durante la Guerra Civil.
Francesc Xavier Hernàndez Cardona
Historiador y catedrático en la Universidad de Barcelona