La sentencia del Tribunal Constitucional español sobre la ‘Declaración de Soberanía y el Derecho de Decidir del pueblo de Cataluña’ es inútil. Simplemente porque la declaración aprobada por el Parlamento catalán ya no se incluye dentro de la legalidad española, no hace referencia a ella, sino que anuncia un hecho a la comunidad internacional. Donde el constitucional español, sencillamente, no tiene jurisdicción.
Con frecuencia hay quien pregunta: ‘¿Y el parlamento cuando se atreverá a romper con España?’ Es una pregunta que siempre me sorprende y que a menudo respondo diciendo que lo hizo el 23 de enero de 2013. Precisamente con esta declaración. Los diputados del parlamento votaron ese día un texto que decía: ‘El pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, el carácter de sujeto político y jurídico soberano’. Y eso cambiaba, de hecho, todo lo que pudiera pasar a continuación.
Cuando un país, una comunidad humana, se declara ‘sujeto político y jurídico soberano’ implícitamente dice que no reconoce ninguna soberanía superior a la propia. ‘Soberano’ es un término indiscutible, unívoco, nada ambiguo en derecho internacional. Y es evidente que si el parlamento no reconoce la existencia de una soberanía superior a la propia no reconocerá una sentencia emanada de una soberanía diferente, en este caso de la española.
Y eso, esta actuación, debe quedar al margen de si somos ya independientes o no. ‘Soberanía’ e ‘independencia’ no son sinónimos. Nosotros no hemos conseguido todavía la independencia porque no la hemos proclamado y porque, en consecuencia, nadie nos la puede reconocer todavía. Pero la declaración de soberanía es, precisamente, la pieza básica para poder proclamarla.
Cuando se proclame la independencia de Cataluña, si no hay acuerdo con España, serán los otros estados, los 206 que hay en el mundo, los que decidirán si Cataluña es un Estado independiente o no. Decidir si somos independientes no lo hará España, que sólo será un actor al lado de 205 más. Y esta decisión la tomarán todos después de estudiar si el proceso es legal, no de acuerdo con la legalidad española sino con la legalidad internacional. Punto en que la declaración de soberanía es indispensable: simplemente nadie puede ser independiente si antes no se proclama soberano.
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