Que el embrión de lo que será la hacienda catalana ya esté a punto antes de la independencia es una buena noticia. Lo anuncian hoy y me parece perfecto. Pero no hace falta que nos obsesione. La mayor parte de los países que han alcanzado la independencia han dado el paso de una manera repentina y, por tanto, han tenido que improvisar todo: la hacienda, la policía, las fronteras y, en algún caso, incluso el parlamento.
Lo digo porque a veces me preocupa un cierto discurso partidario de aplazar la independencia hasta que estemos completamente preparados. Y nunca se está completamente preparado para algo así. Hemos de asumir un margen de riesgo, que debemos tratar de reducir en lo posible, y un mínimo de problemas que inevitablemente tendremos durante un tiempo corto. Nosotros y ellos, ¡eh! Esto ha pasado a todos hasta ahora y eso nos pasará a nosotros.
De hecho, los escoceses, tan tocados y puestos como son, han previsto dieciséis meses de negociación con el Reino Unido, una vez hayan ganado el referéndum. O sea que durante dieciséis meses ya habrán votado la independencia pero permanecerán en el Reino Unido para poder prepararse bien antes del instante cero. A mí me parece una perspectiva razonable y racional, buena para ambos estados, pero es evidente que con España esto es simplemente imposible. De modo que hagamos tanto como podamos para estar preparados, pero no nos frenemos ni un metro…
Vilaweb