La campaña legitimista de 1521 comenzó de manera oficial el día 9 de mayo, cuando el General Asparrots dio la orden de atravesar las aguas del río Aturri (Adur), como si de un nuevo Rubicone se tratase, para entrar en la Baja Navarra y buscar al enemigo. Acompañaban al señor de Lesparre más de 12.000 hombres, entre infantería francesa, navarra y bearnesa, caballería ligera navarra, caballería acorazada francesa y una batería de 30 cañones enviados por el monarca galo. Era una armada impresionante y bien pertrechada, a la que continuamente se irían uniendo nuevos efectivos navarros, conforme se adentraran en el reino.
Para el día 11 de mayo los legitimistas estaban ya ante los muros de Donibane Garazi (San Juan de Pie de Puerto), donde la guarnición española se rindió sin disparar un tiro, tan solo a cambio de que les dejasen huir a Castilla y les entregasen un salvoconducto que garantizase su seguridad. Tras liberar la capital bajonavarra, la armada tomó la ruta de Ibañeta para entrar en la Alta Navarra. El día 12 de mayo el traidor Luis de Beaumont, que había acudido a impedir el avance franconavarro, fue desalojado de Auritz-Burguete, siendo perseguido de cerca por el vizconde de Baigorri, Iñigo de Etxauz, que capitaneaba una aguerrida tropa de 2000 bajonavarros. Mientras tanto Antonio del Hierro, que mandaba la guarnición española de Orreaga (Roncesvalles), veía con preocupación cómo las diferentes compañías españolas y beaumontesas pasaban ante sus posiciones huyendo de la armada legitimista que se aproximaba. Los mensajeros que enviaba a Pamplona, pidiendo socorro al virrey, o bien traían noticias alarmantes, o simplemente no regresaban. Así las cosas, en cuanto Iñigo de Etxauz y sus bajonavarros aparecieron ante él, se rindió en las mismas condiciones que la guarnición de Donibane Garazi. El 13 de mayo de 1521, hoy hace exactamente 491 años, el virrey español enviaba un desesperado despacho en el que decía que «todos los vascos se habían levantado por el hijo del rey don Juan». Y es que, una vez tomado San Juan de Pie de Puerto y el estratégico castillo de el Peñón, todo Ultrapuertos estaba en manos navarras, y la rápida caída de Roncesvalles y Auritz-Burguete auguraban lo peor para sus intereses en el resto del reino. La rebelión se extendía ya por toda Navarra…
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/05/13/ocio-y-cultura/asparrots-entra-en-navarra