Justifica la «incorporación» a Castilla y dice que la intervención «no fue cruenta»
La dirección regionalista difunde un argumentario entre sus bases ante posibles debates este año en las instituciones
Un dantzari baila un aurresku junto al obelisco de Amaiur en un homenaje a los defensores de la independencia de Navarra.
UPN ha difundido entre sus militantes y cargos públicos un argumentario en el que relata su visión de los hechos ocurridos en 1512 y fija la posición del partido ante la conmemoración de la conquista de Navarra. El documento interno se ha repartido entre las bases del partido en un momento en el que se acentúa el debate en torno a la pérdida de la soberanía del viejo reino.
Consta de varias «reflexiones» en los que se minimiza la importancia de la conquista militar por parte de Castilla y se subraya el término «incorporación» como el más adecuado.
El texto parte del gabinete de comunicación de UPN «para posibles debates en las instituciones o para propio conocimiento» en un año en el que el Gobierno foral celebra conjuntamente la conquista y la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Va acompañado además por una narración del contexto histórico de 1512, en el que se describe una «Navarra dividida» y «afectada de lleno por los problemas de la política internacional». Este repaso histórico incide especialmente en los motivos por los que Fernando el Católico decidió «incorporar Navarra a la corona de Castilla», y que atribuye más al momento de la época que a la voluntad real del monarca aragonés. «Fernando el Católico gobernó respetando la personalidad navarra y consiguió la paz en el reino», sostiene el documento difundido por UPN, que apenas incide en los hechos posteriores a 1516 y al intento de reconquista de 1521.
Los argumentos
En cualquier caso, en las reflexiones difundidas entre los militantes y cargos públicos, UPN recomienda no polemizar con los términos «conquista, anexión o incorporación», lo que a su juicio «revela un gran desconocimiento de la realidad». «Lo que se produjo en 1512 fue una conquista, en cuanto que supuso una intervención armada de las tropas castellanas, dirigidas por el Duque de Alba. Es un hecho indudable, como también lo es que entre las tropas castellanas, por su condición de castellanos, se encontraban alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos», matiza el argumentario.
No obstante, los regionalistas destacan que «la conquista no fue especialmente cruenta», y que Pamplona «se rindió» ante las tropas del Duque de Alba que rodeaban la ciudad. «Además, la conquista contó con el apoyo de los beamonteses, a cuya cabeza iba el Conde de Lerín y que se trataba de un partido al que pertenecía parte de la población navarra», prosigue el argumentario, que recuerda que «los reyes titulares habían huido a Francia».
A juicio de UPN, «la consecuencia principal de la conquista fue el cambio dinástico» en favor de Fernando el Católico. «Los navarros aceptaron el cambio dinástico a cambio de conservar sus fueros, esto es, su propio régimen jurídico: su derecho y sus instituciones», afirma el documento, que defiende que «hubo una conquista que supuso un cambio dinástico», pero que Navarra «siguió siendo un reino independiente» hasta 1515.
Ese año, tras la muerte de su hijo con Germana de Foix, a quien según la versión regionalista tenía pensado dejar los reinos de Navarra y Aragón, Fernando «decide incorporar» Navarra a Castilla ‘por amor’ a su otra hija, doña Juana. «Es preferible usar el término incorporación porque fue el utilizado por Fernando el Católico», sostienen los regionalistas, que subrayan que «a pesar de la incorporación a Castilla, Navarra mantuvo un peculiar estatus del que no gozaba ningún territorio castellano». «Navarra -prosigue el texto-, siguió siendo un reino, aunque ya no independiente, sino incorporado a una Corona, no anexionado, en el sentido de verdaderamente unido o añadido, sino manteniendo su autonomía, por lo que tal vez sea mejor decir incorporado. Esta condición de reino la mantendrá hasta 1841». El argumentario de UPN finaliza destacando que «es importante entender que la conquista de Navarra fue fruto de una cuestión internacional», una guerra de poder entre los reyes de Castilla, Francia y el Papa.
Diario de Noticias