Para explicar el origen de la diversidad lingüística partimos del mito de la Torre de Babel. Una torre que fue construida por Nimrod en Babilonia, hace 4500 años. Su arquitectura era tan compleja que la denominaron Babel (que significa «confusión» en hebreo), y en la Biblia aparece como una alegoría de la falta de la comunicación y unión entre los hombres:
«En toda la tierra se hablaba una sola lengua y se usaban las mismas palabras. Los hombres emigraron desde el oriente, encontraron una llanura en el país de Xinar y la poblaron. Entonces hablaron entre ellos de hacer ladrillos y cocerlos al horno. Así empezaron a usar ladrillos en lugar de piedra, y asfalto en lugar de mortero. Después dijeron:
-Venga, edifiquémonos una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo; así nos haremos un nombre y no nos dispersaremos por toda la tierra.
El Señor bajó para ver la ciudad y la torre que construían los hombres, y se dijo:
«Todos forman un solo pueblo y hablan una sola lengua. Si esta es la primera obra que emprenden, desde ahora ninguno de sus proyectos no estará fuera de su alcance. Bajamos a poner confusión en su lenguaje para que no se entiendan entre ellos».
Así el Señor los dispersó desde aquella región por toda la tierra, y abandonaron la construcción de la ciudad. Por eso aquella ciudad lleva el nombre de Babel, porque allá el Señor puso la confusión en el lenguaje de toda la tierra, y desde allá el Señor dispersó a los hombres por toda la tierra». Génesis 11, 1-9.
Y lo cierto, es que el Señor no fue capaz de entender el desafío de construir una torre que pudiera llegar al cielo, por eso, como él era el único ser que tenía capacidad para realizar grandes obras, los castigó con la confusión lingüística por siempre jamás, esto dice la leyenda, el mito de Babel.
Si hacemos un poco de historia, un arqueólogo, Robert Koldewey, en 1913 encontró una estructura en las ruinas de Babilonia que eran consideradas como los cimientos de la Torre de Babel original. Una torre que habría sido destruida y reconstruida en numerosas ocasiones, debido al cambiante destino de la zona. La destruyeron los asirios y los arameos. Y fue reconstruida por los príncipes caldeos, entre ellos Nabopolasar (625-605 a. d. C.).
La primera Torre de Babel se denominaba Etemenanki, que quería decir «casa de la base del cielo y de la tierra» y se construyó durante el III milenio a .d. C. Su base era un rectángulo de 91,55 metros de lado y su altura original fue levantada en tiempo de Nabopolasar y Nabucodonosor II (605-592 a. D. C.). Se cree que la altura debía de tener entre 60 y 90 metros. Hoy en día sólo se conservan ruinas porque fue construida con materiales muy sensibles a la intemperie.
Nemrod fue el gestor de llevar a cabo la construcción de la torre. Algunos la han identificado con Sharrukin o Sargón Y de Akkad, el fundador del primer imperio semita (acadio). Otros ven a este cazador como la figura del dios asirio Ninurta, dios de la guerra y de la caza, que como Nemrod, obtenía placer en cazar a sus enemigos. Al no disponer de piedra para la construcción decidió fabricar ladrillos y cómo tampoco tenían cal, utilizaron betún como argamasa.
El tiempo de su construcción se deduce de Pèleg (nombre que se perpetuó en una ciudad en la confluencia del Èufrates con el Khabor, denominada en las tablillas de la ciudad de Mari, en el Èufrates medio y en la época grecorromana llevó el nombre de Phaliga) que habría existido desde 2269 hasta 2030 a. d. C. y su nombre significaba «división», porqué «en sus días dividió la tierra», quiere decir «la población de la tierra», y «los habría expandido Yahmeh por toda la superficie de la tierra» (Génesis 10:25, 11:9). Un texto cuneiforme de Shar-kali-Sharri, rey de Akkad (y sucesor de Sargón y de Akkad), quien vivió en tiempo de los patriarcas, menciona que restauró una torre-templo a Babilum (Babel, Babilonia), con lo que se da a entender que tal edificio existía antes de su reinado.
Curiosamente, durante cuatro siglos, arqueólogos occidentales intentaron ubicar esta famosa edificación en la zona de actual Irak. Entre otros lugares, fue buscada en Akar Quf (en el oeste de Bagdad) donde existió Dur Karigalzu (las ruinas torcidas del zigurat, identificado por algunos viajeros como la Torre Babel). Y en Birs Nimrud, donde se encuentran los restos de l antigua Borsippa, situada cerca de las ruinas de lA antigua Babilonia, al suroeste. Se conserva una detallada descripción de este zigurat (zikkurratu) en los escritos de Heròdoto, el padre de la historia que visitó Babilonia en más de una ocasión.
En cuanto a su imagen, la más conocida de la torre es la inmortalizada por el pintor flamenco Pieter Brueghel el viejo, el 1563, influenciado por las ruinas romanas y que la plasmó muy alejada de su aspecto original, una idealizada, dado que el original tenía forma escalonada, un tipo de pirámide con peldaños. La cercana a la realidad tiene forma de zigurat, el típico templo-montaña mesopotamico macizo, de planta cuadrangular, estructura piramidal y escalonada, coronado con el santuario del dios. Los materiales eran de baldosas cocidas al fuego en el exterior. Su recuerdo permaneció como símbolo de la vanidad de los hombres, culto al dios observatorio astronómico, centro de adivinación y representaba una gran escalera por donde la divinidad podía bajar a la tierra y convivir con los mortales.
Por otro lado, y si nos fijamos en la controversia, observaremos que la destrucción de la torre sólo se insinuaba en el Génesis, y que aparecía al capítulo 18 del Apocalipsis, representada con grandes vientos o rayos del cielo.
Según Hernán Toro (2000) en un artículo titulado «Babel y la confusión de las lenguas» explica los inconvenientes que conlleva este origen mítico de la diversidad lingüística como un castigo divino con una serie de retrueques a la teoría:
1.
El libro del Génesis arranca con una contradicción: «cada una de las tribus de Noè tenía su propia región y su propia lengua».
2.
Dice que cada familia tenía su propia lengua, y más tarde que la tierra era de una lengua y unas mismas palabras.
3.
El objetivo de los hombres era hacer una torre que llegara al cielo con ladrillos y betún, cosa imposible.
4.
Jehovà los castigó. Cómo el hombre tenía la misma lengua lo mejor que pensó fue confundir las lenguas y diversificarlos por la tierra, acabando así cada región con su lengua. Esto lo ve ridículo. Ni nosotros con nuestra tecnología podríamos hacer una torre que llegara al cielo. Si hubiera un Dios omnisciente, hubiera sabido que aquello era claramente imposible. Y no hubiera dicho «nada los parará de lo que están pensando hacer». Un Dios omnisciente ya hubiera sabido que los hombres acabarían desistiendo al ver aquella labor tan complicada. Tampoco hubiera tomado parte de una acción para evitar una cosa que nunca podría suceder. Si los hombres no podían edificar una torre que llegara al firmamento, ya no había que tomar acciones para evitarlo.
5.
Todo el mundo sabe que las lenguas evolucionan. Que el romance deriva del latín y su evolución puede verse a lo largo de los siglos. Y los lingüistas han encontrado que prácticamente todas los lenguajes occidentales derivan del antiguo indoeuropeo. Hernán Toro explica que no hace falta origen mítico sobre el origen de los lenguajes, porque las poblaciones se aíslan, los dialectos divergen y van acumulando variaciones que con el paso del tiempo muestran diferencias entre los lenguajes.
6.
La antropomorfitzación de la deidad todopoderosa, «que tiene que descender desde el cielo para ver la ciudad y la torre». Si es todopoderosA, ya lo sabe todo. ¿O va acercarse porque tenía mala visión o miopía?
Estos son las pequeñas trabas con las que se topa esta teoría del origen mítico de las lenguas que según Hernán Toro (2000), es un chiste, un intento mediocre de explicar la evolución de los lenguajes en un tiempo en que no se sabía que los lenguajes evolucionan y en el cual se pensaba que la tierra era como un disco plano y el firmamento era un domus sólido sobre el disco de la tierra. Era una errónea cosmovisión bíblica.
DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA
Los lingüistas decidieron clasificar las lenguas para facilitar el estudio de éstas y su localización. Entonces, establecieron las lenguas que tenían un mismo origen, y trazos parecidos de vocabulario, morfología y estructura sintáctica dentro de de una misma familia estableciendo una clasificación. Las principales familias lingüísticas son las siguientes:
A) LENGUAS DE EUROPA (INDOEUROPEO)
1. Lenguas románicas:
.Iberorromànico: catalán, castellano, galaicoportuguès.
.Galorormànic: francés, occitano, retoromànico.
.Italorromànic: italiano, sardo.
.Balcanorromànico: rumano, dàlmata (extinguido)-.
2. Lenguas germánicas:
.Nórdicas: noruego, sueco, islandés, danés, feroès.
.Occidentales: inglés, alemán, neerlandés, frisón, scots, luxemburgués, alsaciano.
.Orientales: gótico (extinguido), vándalo.
3. Lenguas eslavas:
.Meridional: esloveno, serbocroata, macedònico, búlgaro.
.Occidental: checo, eslovaco, polaco, sòrab, caixubi.
.Oriental: ruso, bielorruso, ucraniano, rutèno.
4. Lenguas célticas:
Galès, gaélico (escocés e irlandés), bretón.
5. Lenguas bálticas:
Letón, lituano, prusiàno (extinguido en el s. XVIII)-.
6. Lenguas aisladas:
Griego, albanés, armenio.
7. Lenguas indoirànicas:
Farsi, curdo, afgano, turco.
(*) El euskara, lengua del País Vasco, es inclasificable.
(**) Lenguas uràlicas: finés, lapón, estonio, húngaro, mordvà, txeremís, votiaco.
(***) Lenguas caucásicas:
.Septentrionales: abkhazo, circasiàno, checheno.
.Meridionales: georgiàno.
B) LENGUAS De ASIA
1. Semíticas: árabe, hebreo, asirio, babilonio, fenicio.
2. Monosilàbicas tonales: birmano, vietnamita, thai, chino, japonés, coreano.
3. Lenguas malayas: indonesio, filipino, malayo
C) LENGUAS De ÁFRICA
1. Camíticas: el antiguo guanche (hablado en Canarias), ibero (antes de los romanos).
2. Sahel tropical: peul, hausa, yoruba.
3. Bantus: swahili.
D) LENGUAS De OCEANÍA
Lenguas de Australia, lenguas papúes de Nueva Guinea, lenguas de la Melanesia.
E) LENGUAS De AMÉRICA
1. Norteamérica: hoka-sioux, cherokee, apache, navajo.
2. Hispanohablantes: lenguas aztecas o el maya (México), guaraní (Brasil, Paraguay), el quechua (Perú).
F) LENGUAS ARTIFICIALES
El esperanto, creada en la segunda mitad del siglo XIX por Ludwik Zamenhof, que cogió raíces y lexemas de las lenguas románicas, con la intención de establecer una lengua común, pero que no triunfó.
En conclusión, los lingüistas calculan que se hablan en el entorno de seis mil lenguas, entre las más habladas está el chino mandarín (874 millones), el hindú (366 millones), el inglés (341 millones), el español (340 millones), de las cuales el catalán tiene 7 millones de hablantes, por cierto, y una de las lenguas con más vida en la red de Internet. Cada lengua tiene un número uniforme de hablantes, que no tiene nada que ver con la extensión del territorio donde se habla. También hay lenguas que son minoritarias.
Entre los factores que ponen en peligro una lengua están: la falta de reconocimiento oficial, la marginalidad de las costumbres, la manera de vivir de la comunidad, la presión de otra lengua con más prestigio y la actitud de los hablantes, que según donde hayan nacido tendrán unas actitudes u otras en el entorno de una nueva lengua, está marcada por el destino del nacimiento; o el trabajo de los gobiernos, sobre todo en política lingüística serán una parte importante en el devenir de la protección de la lengua y de fomentar su uso social.
Por otro lado, una lengua pervivirá si se transmite de generación en generación, es decir, de padres a hijos. A menudo, el alumnado me pregunta por la salud del catalán. Está estable, pero podría mejorar. Según Carme Junyent en «Vida y muerte de las lenguas» (1992), explica que «una lengua no muere hasta que desaparece o muere el último hablante». Así pues, depende de nosotros. El conocer lenguas forma parte de la riqueza y cultura de un país. Cada hablante decide la pervivencia de una lengua. Hay que cuidar y practicar toda lengua siempre que se pueda, sobre todo la que sufre riesgos de desaparición, y expandir su conocimiento.