En los años cincuenta, muchos estadounidenses temían que
Asimismo,
En lo que se refiere al poder blando, la ideología comunista era atractiva en
Nikita Khrushchev hizo la famosa declaración en 1959 de que
Más adelante, sin embargo, la tasa de crecimiento de
Lo que es sorprendente en retrospectiva es cuan imprecisos eran los análisis occidentales sobre la potencia soviética. A finales de los años setenta, el Comité de Amenazas Actuales (Committee on the Present Danger) sostenía que la potencia soviética estaba superando a la estadounidense y que las elecciones en 1980 en los Estados Unidos reflejaban esos temores. Con todo, en 1991
El fin de
Aun así, Rusia tenía cerca de 5,000 armas nucleares desplegadas y un ejército con más de un millón de efectivos, aunque su gasto militar representaba apenas el 4% del total mundial (comparado con el 40% de los Estados Unidos) y su capacidad para proyectar su poder a nivel global había disminuido considerablemente.
En lo que se refiere a recursos económicos, el PIB de 2,3 billones de dólares de Rusia era equivalente al 14% del de los Estados Unidos al momento de la independencia, y su ingreso per cápita de 16,000 dólares (medido en función de la paridad del poder adquisitivo) se aproximaba al 33% del de los Estados Unidos. Su economía dependía en gran medida de los ingresos del petróleo y el gas, y los bienes de alta tecnología representaban apenas el 7% de sus exportaciones de manufacturas (en comparación con el 28% en el caso de los Estados Unidos).
En términos de poder blando, a pesar de lo atractivo de la cultura tradicional rusa, el país tiene poca presencia a nivel global. Como dice el analista ruso Sergei Karaganov, Rusia tiene que utilizar “el poder duro, incluyendo la fuerza militar, porque vive en un mundo mucho más peligroso y no tiene a nadie que lo proteja y porque tiene poco poder blando –es decir, atractivo social, cultural, político y económico.”
Rusia ya no tiene los obstáculos de la ideología comunista y el engorroso sistema de planificación central, y si bien la posibilidad de una fragmentación étnica sigue siendo una amenaza, ésta ha disminuido. Mientras que las personas de etnia rusa representaban el 50% de la población de
Faltan muchas de las instituciones políticas necesarias para que haya una economía de mercado efectiva y la corrupción está muy extendida. El capitalismo sin escrúpulos del país carece de una regulación efectiva que cree confianza en las relaciones de mercado. El sistema de salud pública está totalmente desorganizado, las tasas de mortalidad han aumentado y las de natalidad están disminuyendo. El hombre ruso promedio muere a los 59 años –indicador que es extraordinariamente bajo para una economía avanzada. Los cálculos de los demógrafos de las Naciones Unidas indican que la populación de Rusia podría caer de 145 millones actualmente a 121 millones para mediados del siglo.
Rusia puede tener muchos futuros. En un extremo, algunos consideran que el país es una república bananera industrializada, cuyas instituciones corruptas y problemas demográficos y de salud insuperables hacen que la caída sea inevitable.
Otros argumentan que la reforma y la modernización permitirán que el país solucione sus problemas y que sus líderes van por ese camino. A finales de 2009, el presidente Dmitri Medvedev hizo un llamado abierto a modernizar la economía rusa, a eliminar su humillante dependencia de los recursos naturales y a deshacerse de las actitudes soviéticas que dijo que estaban obstaculizando los esfuerzos de Rusia para seguir siendo una potencia mundial.
No obstante, como sostiene Katinka Barysch del Centro para
Un gobierno disfuncional y la corrupción extendida dificultan la modernización. Peter Avenk, presidente de Alfa Bank dice que “económicamente Rusia se parece cada vez más a
Cualquiera que sea el resultado, debido a su fuerza nuclear residual, su gran capital humano, sus capacidades en cibertecnología y su ubicación tanto en Europa como en Asia, Rusia tendrá los recursos necesarios para crear problemas serios o para hacer contribuciones importantes en un mundo globalizado. A todos nos interesa que haya un proceso de reforma en Rusia.
Joseph Nye, ex secretario asistente de Defensa de los Estados Unidos, es profesor de
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Traducción de Kena Nequiz