Austeridad en el gasto público de Navarra

 

Los recortes de Zapatero y Sanz en el sector público y laboral, además de la congelación de las pensiones y otros ahorros, exigen también una reflexión sobre el gasto en obras e infraestructuras que el Gobierno Foral y el Ayuntamiento de Iruñea ha realizado, realizan y tienen planificadas, aunque algunas estén en parte o totalmente subvencionas.

Del 1998 al 2008 el importe de las obras realizadas por el Ayuntamiento de Iruñea asciende a 174.000.000 euros, más proyectos y sueldos de los 24 empleados del Area de Proyectos Estratégicos. Muchas de estas obras respondían y responden menos a necesidades objetivas que al gasto por el gasto en beneficio de las empresas constructoras. Así entre otras, la Escuela municipal de Piragüismo y la instalación deportiva calle San Agustín, responden más a cacicadas de Yolanda Barcina que a peticiones vecinales.

En la actualidad el Ayuntamiento tiene proyectas obras como son el Ascensor urbano Fortín de San Bartolomé – Parque Fluvial, la Restauración del Fortín de San Bartolomé – Centro de interpretación de las Murallas, la construcción del Parque de Trinitarios, el Centro temático del Encierro y de los Sanfermines, la reurbanización de Lezkairu y las instalaciones deportivas, la rehabilitación de las Murallas, la pasarela que unirá Casco Antiguo y II Ensanche sobre la cuesta de Labrit, la entrada del Camino Santiago en Iruñea por Burlada, la pavimentación de la Taconera, la reurbanización de las huertas de Aranzadi, un ascensor en el Pasadizo de la Jacoba… cemento por todas partes.

La mayoría de estas obras, además del coste económico que de una u otra manera lo pagamos entre todos aunque se reciban ayudas, suponen la tala de arbolado de la ciudad, la transformación del paisaje urbano, el aumento de emisiones de CO2 y un endeudamiento a largo plazo de 7.079.000 euros.

El Gobierno de Navarra en estos años de bonanza y despilfarro y dentro del Plan Navarra 2012, ha acometido o lo está haciendo 92 actuaciones de todo tipo por valor de 4.508.000 euros. Muchas de ellas no respondían tampoco al criterio de necesidad objetiva. Ahora con la recesión económica -que sin duda se agudizará en el futuro- se observa el mal gobierno de las finanzas navarras y algunas de estas infraestructuras las hemos de ver en el futuro infrautilizadas o cerradas por falta de presupuesto. Ejemplo, los aparcamientos públicos de la plaza del Castillo, la plaza de Toros, Carlos III y la Audiencia de Iruñea, que ofrecen por falta de utilización tarifas nocturnas reducidas a los residentes del Casco Antiguo.

Ejemplos paradigmáticos son el Reyno de Navarra Arena y el Circuito de Los Arcos, aunque el proyecto estrella son las obras del Tren de Alta Velocidad, que entre Castejón e Iruñea, tendrán un coste de unos 675 millones, de los cuales Adif sufragará 287,350 millones. Además conlleva el anticipo de Navarra de 280 millones con un coste financiero de ese adelanto de 45 millones. Este proyecto si ecológicamente hablando es una bomba, económicamente no sale mejor parado. Aparte de los casi 5.000 euros por habitante que nos va a costar la construcción del TAVen Navarra y que no se recuperarán, el mantenimiento anual de un kilómetro costará 100.000 euros. Esto es inasumible, sobre todo en época de crisis. Espero que la recesión económica pare el proyecto ya que teniendo el ALVIA no es en absoluto necesario.

Navarra cerró las cuentas de 2009 con un déficit de 151.600 millones y una deuda pública total de 995, que desde 2007 creció en 384,7 millones. Por segundo año consecutivo la Comunidad foral gastó más dinero del que disponía: en 2009 se gastaron 71 millones más de lo presupuestado y dejaron de ingresarse en las arcas forales 80 millones menos que los previstos. Teniendo en cuenta que la agencia de medición de riesgos Standard & Poors ha rebajado la calificación de la deuda de Navarra de «AAA» a «AA+», con mantenimiento de una perspectiva «negativa», nos advierten que «de acuerdo a nuestro escenario central actualizado», la comunidad foral «mostrará déficits después de inversiones cercanos, en promedio, al 8-9% de los ingresos no financieros de aquí a 2012, con lo que la deuda llegaría el 70% de los ingresos corrientes a cierre de 2012». Casi nada…

El enorme gasto en «Hormigón y ladrillo» ha generado recortes importantes en otras áreas como son cultura, sanidad, enseñanza, gastos sociales, dependencia, etc. Es evidente que el triunfalismo de nuestros gobernantes han hipotecado nuestra comunidad a nuestras espadas en beneficio de unos pocos que no se presentan a las elecciones. En adelante ya no seremos tan ricos como hasta ahora por falta de previsión de nuestros gobernantes y ya podemos ir apretándonos el cinturón, sobre todo las economías más débiles, porque la pasada etapa de bonanza puede que no vuelva.

Quizá sea lo que nos merecemos por la pasividad social demostrada ante tanta incompetencia. Nos espera un futuro más que preocupante que espero por otra parte ponga las cosas en su sitio.

Publicado por Nabarralde-k argitaratua