Humboldt humillado por la Diputación de Bizkaia

Ayer, 8 de abril, si fuésemos un país medianamente organizado y elementalmente cultivado, se debía haber conmemorado el 175 aniversario del fallecimiento del filólogo, poeta, crítico y político, especialmente importante para Euskal Herria, Wilhem von Humboldt, investigador y difusor del euskara en Europa. Nacido el 22 de junio de 1767 en Postdam, falleció tal día como ayer de 1835 en Tegel (Berlín).

Su variada e interesante vida osciló por ciclos entre sus polifacéticas actividades creativas, organizativas y de representación. Llegó por primera vez a nuestra tierra en 1799 atraído por su interés sobre el euskera como modo para intentar investigar las primeras lenguas europeas y deduciendo que la vasca era la más antigua de todas ellas. Se interesó por nuestro territorio recorriendo aldeas y pueblos del interior y la costa, estudiando y observando todo, la historia, lengua, costumbres, cantos, deportes, etc.

Volvió en 1801 recorriendo el país detenidamente en una peregrinación científica analizando los nombres de montes, ríos, valles, aldeas y familias; es decir desde los hidrónimos y topónimos a los oicónimos. Un trascendental estudio de alto valor científico considerando además su origen alemán, que le produjo un inusitado entusiasmo por Euskal Herria que siempre transmitió en sus obras escritas, calificándola de tierra ideal y a sus habitantes de personas ejemplares. Asimismo, previno y criticó el, lo mismo que ahora, desprecio del Gobierno de España, de las escuelas y la desidia administrativa sobre la enseñanza y uso de la lengua vasca.

Su personalidad ha sido escasamente conocida -salvo por lingüistas, historiadores y estudiosos- a pesar de su generosidad intelectual hacia nuestro pueblo. El 20 de julio de 1999 en Europako Herrialdeetako Parkea de Gernika se inauguró, donado por la empresa Siemens y firmado por Geeruder Micheli, una reproducción escultórica en bronce de su busto, hecha en el siglo XIX sobre un alto pedestal rectangular de granito negruzco pulido. Inscritos en el mismo figuran las dedicatorias: «Euskaldunen adiskidea, Frend des baskischen, Amigo de los vascos».

Es preciso recordar y señalar a los visitantes que el citado pedestal está absurdamente colocado encima de una de las peanas de las absurdas once fuentes que se colocaron en dicho parque, más de la mitad de las cuales se eliminó a raíz del artículo «Gernika rebombardeada» (Egin, 10-05-1996).

Otro busto sobre un correcto pedestal muy próximo, el de Gerhard Bärhr (1900-1945) lingüista vasco, nacido en Legazpi, de origen alemán, está también permanentemente ultrajado con absoluta indiferencia e irresponsabilidad de la Diputación, responsable del citado recinto desde su inauguración en octubre de 1991 para deshonra de nuestro pueblo hacia personalidades tan relevantes y vergüenza universal ante sus visitantes.

Ruego al Cónsul de la República Federal de Alemania en Bilbo, Sr. José Boogen Heudorf, a quien también dirijo este escrito, que presente una protesta formal por el desprecio oficial a ilustres personalidades germanas ante la Diputación Foral de Bizkaia.

Una vez más, y son ya demasiadas, nos encontramos ante un nuevo caso de absoluta desidia del Departamento de Cultura de la Diputación de Bizkaia dirigido por la Sra. Josune Aristondo, que sin inquietud cultural alguna acreditada y de nula sensibilidad -igual que sus desgraciadas antecesoras Belén Graves y Ana Madariaga- demuestra que para su partido, el PNV, la cultura y el patrimonio, de no ser para ostentación o negocio no es útil, es un incordio.

Su máximo empeño en estos momentos es malgastar, si no malversar, el dinero público, nada menos que 342.632 euros -qué fácil resulta tanta demagogia y despilfarro sin responsabilidad alguna- para la turbia operación política e inmobiliaria que se esconde, pero se evidencia, detrás el desdichado despropósito de un museo franquicia Guggenheim, profanando Urdaibai.

 

Publicado por Nabarralde-k argitaratua