Zapatero, fariseo

Joxerra_Bustillo

La actitud mostrada por el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, respecto a la agresión sufrida por el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, a manos de un supuesto demente, contrasta con la que mantiene habitualmente ante otros episodios, mucho más graves que este incidente.

En relación con el suceso ocurrido en Milán, Zapatero dijo, con cara de solemnidad digna de mejor causa, que la agresión era «vergonzosa», añadiendo que «la violencia es siempre detestable». El dirigente del PSOE afirmó que «la agresión física es incompatible con la política».

Yo no voy a aplaudir lo ocurrido en Italia. Lo que Berlusconi merece no son directos al mentón, sino una oposición con fundamento que lo desaloje del palacio Chigi por medio de los votos, el resto son pataletas para Youtube.

Pero lo que quiero decir en este comentario no tiene nada que ver con la vida política de Italia, siempre tan llamativa. Tiene que ver con la noticia de una joven vasca, compañera de un preso político, que, al parecer,fue llevada a unn bosque por una patrulla de la Guardia Civil, lugar donde fue interrogada sobre su compañero y otras cuestiones relacionadas con la política. Según ha informado el movimiento proamnistía, los hechos sucedieron el pasado día 1 de diciembre en las proximidades de la localidad de Aulestia.

¿Es este el procedimiento habitual a utilizar por las llamadas fuerzas del orden? ¿Es esto violencia detestable? ¿Es compatible con la política? A quien tanto le preocupa la salud de Berlusconi no le va a interesar nada lo ocurrido con S.A., detenida en un control de carretera.

Estos días han salido a la luz sendos informes del Cear y Amnistía Internacional denunciando los malos tratos y torturas infligidos a menores recluidos en centros de internamiento, la mayoría de ellos privados. Los relatos de los testigos son espeluznantes. La violencia es el pan de cada día en estos lugares, que parecen ser bastante peores que las cárceles. El señor Zapatero no parece indignarse ante las denuncias y su responsable de Interior contraataca negándolo todo y exigiendo pruebas de semejantes prácticas.

Hay más, ¿Ha hecho algo concreto Zapatero para solucionar la situación de Aminatou Haidar, ciudadana que nació en España, pues a España sigue perteneciendo, según la legalidad internacional, la colonia de Sahara Occidental? ¿A quién tiene miedo? ¿Al rey de Marruecos, amigo del rey de España? ¿A una marcha verde sobre Ceuta y Melilla? Si la señora Haidar muere el también será responsable por permitir la «vergonzosa» agresión realizada por Marruecos contra una ciudadana que declaró, ante la autoridad invasora, ser saharaui. Ese es su gran delito.

Al igual que el presidente estadounidense Barack Omaba, a Zapatero se le escapa la fuerza por la boca. Representa una comedia política que a muchos nos da asco. Pretende ir de pacifista y envía más soldados a Afganistán; condena el golpe a Berlusconi pero consiente la tortura en esos centros de menores; aparece en los medios como una paloma, dialogante y progre, mientras envía a la Guardia Civil a realizar hábiles interrogatorios a jóvenes indefensas. Su creciente hipocresía le hace merecedor del título de fariseo.

Publicado por Nabarralde-k argitaratua