Critica al último libro, costeado con dinero público

Me refiero al elegante libro que ha sido editado, coincidiendo con la fecha del 5º centenario de Francisco de Javier (7-IV-2006), y que muestra el plumero desde el prólogo, realizado por el consejero Corpas Mauleón. Los autores, en especial, Arellano, Didier, Fernández Gracia, Fortún Pérez de Ciriza, Jusué Simonena, Mata Indurain, Menéndez Peláez, Redondo, usan hagiografías, leyendas, tradiciones y/o milagros, huyendo de lo que pudiera ser un relato histórico.

La intencionalidad política del tema, viene dándose desde hace mas de un año. Todos los libros editados, los homenajes realizados, la selección de los conferenciantes, la dedicación de dinero público, la ausencia del vascuence (lengua materna del protagonista) y la selección de los relatores, lo confirman. En el último libro se han superado a sí mismos: El calificativo mas suave es que resulta una «verdad oficial».

Sin ningún dato que lo avale, los diversos autores sostienen que Francisco marchó a París a los 19 años desde el castillo de Javier , hecho que no pudo ocurrir, analizado desde cualquier punto de vista lógico.

Este libro, donde lo imaginario sobrepasa a lo real, presenta sendos artículos, en los que tres títulos orientan al «siglo de oro», revelando la desviación temática. Ni es el siglo de Francisco, ni compaginan esos títulos con los hechos del citado siglo XVI. Lo único posible de alabar es la calidad del material empleado, la encuadernación, el fotografiado y, naturalmente, el precio correspondiente, que deberá ser pagado. Todos los autores eluden (obvian o rehuyen) historiar y pronunciarse sobre el trato que dieron en vida los gobernantes a Francisco y su familia.

El premio a la fatuidad se puede otorgar al coordinador del citado libro sobre Francisco de «Javier», don Ignacio Arellano, por las adjetivaciones empleadas: «La figura de San Francisco Javier no se puede recoger fácilmente en la páginas de un libro, ni de muchos… Febril actividad misionera… infatigable energía… fuerza… buscando siempre un más allá… la fuerza de su persona y su misión… personaje de ámbito universal… su formación cultural y religiosa desde diversos aspectos doctrinales… desde la iconografía a los tratamientos literarios que se han hecho de su vida y milagros… Sol de Oriente, príncipe del mar…» .

Todo esto y mucho más se dice en la introducción de un libro, que, por lo grotesco, llama la atención del derroche de dinero público. ¿Cómo puede ser que se tenga que afirmar que «sabemos muy poca cosa de la juventud de San Francisco, y él habló muy poco de ella y su familia…», y luego se haga tal derroche de cualidades del personaje?

De lo poco que conocemos de Francisco, sabemos que se definió como cántabro de nación. ¿Entonces, por qué entre tanto derroche de dinero gastado oficialmente para su ensalzamiento no se ha recogido siquiera el término usado por él, para definir su nacionalidad? ¿Por qué eligió en París un colegio portugués? ¿Cómo se puede explicar que, de un espíritu tan inclinado al apostolado y misionado como se afirma, no se conserve algún escrito familiar o sobre su tierra?

Tampoco se aportan pruebas de la pretendida vocación misionera de Francisco, sino más bien de su deseo de triunfar en esta vida. Y si no, ¿cómo se puede apreciar su deseo de adquirir la canonjía de Pamplona (1536), e, incluso, el formar parte de la expedición portuguesa hacia el Oriente? No olvidemos que el objeto del viaje era la conquista territorial.

¿Cómo puede ser que un hombre de estas características no tuviera un solo biógrafo, un solo relator de hechos, en los 100 años posteriores? Durante un siglo, tampoco se conocieron títulos importantes ni ascensos en los hermanos de Francisco y sus descendientes. Tampoco los jesuitas mencionan públicamente a Francisco en sus obras, apostolados y actos, tanto religiosos como profanos, durante el siglo XVI . Los primeros loas escritos parten de la época de su encumbramiento religioso. Su primera «hagiografía» se produjo el año 1596 y su publicación en España es de 1600. Pero sólo un autor cita los datos como hagiográficos .

Cuando un siglo más tarde surge la información, se provoca con la fuerza de un movimiento planificado: «la presencia muy destacada de la figura de San Francisco Javier en la poesía española del siglo de Oro… una exuberante floración de poemas dedicados al Santo, la mayor parte de ellos, compuestos en torno a 1622, fecha de su canonización». La extensión de la campaña de loas y milagros por toda España, y por toda clase de autores , y su incursión masiva hasta en el teatro , revelan la trama del interés político y religioso de quienes lo ensalzan, tras tenerlo en el olvido.

Es ya el año de 1625 cuando tras la santificación del personaje se crea el título de conde de Javier, para otorgárselo a los vizcondes de Zolina, como primer reconocimiento político. La primera reconstrucción que se cita del castillo es ya del siglo XVIII. Las citas a la capilla donde se dice nació el «santo» también . El medro de sus familiares y el ensalzamiento de su figura fueron, pues, paralelos a su ascenso a los altares de la religión, y la visión positiva del empleo de su figura, como uso político, tras un siglo de silencio.

0000

Las aportaciones erróneas o que favorecen la confusión del citado libro son numerosas. Las hay que aseguran una tonsura a los 18 años (sólo aludiendo a la presunción), sin aportar dato alguno que avale dicha afirmación .

En otra afirmación se mantiene que «La vinculación de Francisco de Javier con los pueblos y ciudades navarras, pese a los magníficos trabajos escritos acerca del personaje, permanecen en la penumbra de la historia». Como no se aportan datos coherentes del porqué, se amplía la nebulosa sobre el personaje. También se añade que «Javier, su infancia y juventud hasta los 19 años, transcurrieron principalmente entre las paredes de Javier, el solar familiar», -que- «la educación recibida por el pequeño Francisco -fue- en las aulas de su Estudio (Sangüesa)», y que fue en «el palacio renacentista de los Goñi donde se hospedó Francisco de Javier mientras fue alumno del Estudio de Gramática» . Sin contraste veraz de ello, ya se ha articulado una novela.

También resulta contradictorio sostener que la orden de destrucción del castillo dada a los soldados fuera cumplida de forma que se respetara «donde la familia (de los Jasso-Azpilcueta) pudiera continuar residiendo»(1516), cuando ya anteriormente (en 1512), sin la amenaza de destrucción, eligieron el exilio.

Sobre Baztán, se omite que la ermita de Santiago era la iglesia parroquial de Azpilcueta, lo que conlleva a desconocer que la hoy parroquia constituía la fortaleza. Y se señala que sobre restos del solar baztanés de la citada familia apenas queda la memoria de una fortaleza derruida por orden del cardenal Cisneros… y el origen románico de la ermita de Santiago» .

La compra de la casa (es llamada palacio) Arraztoa de Maia en 1511 por el doctor Jasso es calificada de «curiosa», al situarse en el lugar donde luego lucharon sus hijos. Y las luchas de éstos, «al lado de los Albret frente a las tropas castellanas» (¿defendían sólo a una familia?), se cierran con que «la derrota les llevaría a un corto exilio» ¡¡de 12 años!! del que sólo (con) el perdón de Carlos I y un juramento de fidelidad al monarca les permitiría regresar». ¡¡La vuelta a casa, similar a una reprimenda familiar!!

Es difícil comprender que sobre una persona de la que se aportan tan pocos datos, se pueda afirmar y sostener que, «con las coordenadas vitales en las que se desenvolvió, con las realidades políticas con las que convivió… estuvo por encima de ellas… Uno de los rasgos mas llamativos de San Francisco Javier es la superación de la herencia política y social que recibe de sus progenitores y ancestros… Las realidades políticas no fueron un fin en su vida, sino mas bien un instrumento para alcanzar las metas y fines religiosos» . Halagos que se realizan desde el desconocimiento total y absoluto del personaje (que además no se investiga mas que en su faceta religiosa), y ésta prefabricada, y también limitadamente.

Pero la gravedad del problema aumenta si la persona que suscribe estos y otros argumentos posee puestos y cargos costeados con dinero públicos, y realiza sus trabajos sin contrastar sus tesis. Incluso la actitud de uno de estos personajes es persistente. Ha leído mis tesis y, sin rebatirlas ni documentar las suyas, vuelve a insistir en los mismos errores. Publicarlos resulta dilapidar el dinero público, difamando a navarros ilustres que, como el doctor Jasso, deben ser ejemplos para los actuales.

El «investigador» que cito es don Luis Javier Fortún Pérez de Ciriza. Sus fuentes principales recogen a Escalada y Tamburri. De Escalada puedo afirmar que yerra en las informaciones que ya descalifiqué en mi libro Francisco de Javier. Las citas que realiza sobre el AGN no existen, y otras resultan ser documentos manipulados.

En cuanto a la referencia a los estudios de Juan de Jasso, cita Ciriza a Tamburri, afirmando que el doctor «realizó sus estudios universitarios en Bolonia como un colegial de San Clemente de los españoles». Esta afirmación sostenida como del citado autor es, cuando menos, inexacta.

Según Tamburri, el archivo de San Clemente en Bolonia fue fundado por el cardenal Gil de Albornoz en el siglo XIV, para albergar a 24 estudiantes españoles (España como provincia religiosa del papado de Roma, ya que como entidad política no existía).

También según Tamburri, «la mitra de Pamplona no era una de las designadas por el fundador para nombrar colegiales», lo que no los excluía automáticamente para poder acceder a ellas como beneficiados, y añade: «No es correcto hablar, en este sentido, de exclusión de los navarros sino, en todo caso, de postergación del obispo de Pamplona por el fundador del colegio… -pero los estudiantes navarros debían ser- presentados por otros prelados, por la familia Albornoz o por el propio colegio a través de las becas de jure devoluto». Criba difícil de traspasar para un navarro.

Y aunque luego sostiene que Joanes de Jasso fue testigo en el acta de admisión de un colegial aragonés, él mismo recoge que el documento sólo confirma con absoluta certeza que fue estudiante en Bolonia, pero no del colegio de España. Y como Tamburri posee actas de admisión de otros estudiantes, al carecer de la del doctor Jasso, se justifica así: «Pero esto no excluye a Jasso del colegio… No poseemos por desgracia otra referencia documental al paso de Juan de Jasso por el colegio español». Por tanto, lo que afirma Tamburri es que no hay pruebas que documenten la presencia del doctor Jasso en el colegio español . Por tanto, la versión de Ciriza no es veraz.

Tampoco Ciriza muestra su condición de «investigador» con su persistencia en afirmar que Juan de Jasso sirvió al rey católico, e incluso cita para ello, documentos que no existen: «Juan de Jaso mantuvo su puesto en el Consejo Real y aceptó a Fernando como rey. Hay testimonios de ello, ya en septiembre de 1512. Y siguió cobrando sus sueldos como consejero hasta el día de su muerte. Los recibos y las cuentas están en los archivos» . Esta falsedad vuelve a publicarse en el libro que citamos, y naturalmente lo hace sin presentar los documentos que cita

Lo mas grave de este show es el uso fraudulento que se realiza sobre el emigrante y exiliado navarro, además con dinero público. El libro citado es la última «inversión» efectuada por nuestros gobernantes (el premio se puede dar a la impresión de lujo del libro), cuando la obligación del gobernante es emplear correctamente el dinero público.

Notas:

Prólogo – Sol, Apóstol, peregrino, San Francisco Javier en su centenario. Gobierno de Navarra, 2005.

Introducción. Sol, Apóstol, peregrino, San Francisco Javier en su centenario. Gobierno Navarra, 2005.

DIDIER Hugues Introducción biográfica a San Francisco Javier… 2005, pp. 15-31, p. 17.

MENÉNDEZ PELAEZ Jesús Teatro jesuítico y religiosidad en la época de San Francisco Javier Sol …. 2005, pp. 217 y ss.

REDONDO Augustín La difícil emergencia del nuevo modelo de santidad encarnado por Francisco Javier, en la España del siglo de Oro, Sol… 2005, pp. 195-213, p. 203.

MATA INDURAIN Carlos San Francisco Javier en la poesía española del siglo de Oro 2005 p. 269.

ARELLANO Ignacio San Francisco Javier en el Teatro del siglo de oro Sol… 2005, pp. 241 y ss.

FERNÁNDEZ GRACIA R. Religioso camarín y aula de milagros… Sol… 2005, p. 289 y 307 y s.s.

DIDIER Hugues Introducción biográfica a San Francisco Javier, Sol… 2005, pp. 16-17.

JUSUÉ SIMONENA Carmen Francisco de Javier: Entorno familiar, pp. 35-65, pp. 35 y 43.

JUSUÉ SIMONENA Carmen Francisco de Javier: Entorno familiar, pp. 35-65, p. 54.

JUSUÉ SIMONENA Carmen Francisco de Javier: Entorno familiar, pp. 35-65, pp. 54-55.

FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA Luis Javier Realidad política e ideal religioso en la vida de San Francisco Javier, pp. 69-93, Sol …. 2005, p. 69.

TAMBURRI BARIAIN Pascual Juan de Jaso: Estudios Universitarios y vinculación posterior con Italia, P. V. 1997, pp. 394-396.

FORTÚN PÉREZ DE CIRIZA L. J. Un navarro, hijo del señor de Javier Diario de Navarra, pp. 62-63.