Un año más, en Durango se celebrará la 40 edición de Euskal Liburu eta Disko Azoka, denominación que demasiados medios, incluso vascos, se empeñan en traducir cuando su sentido es evidente y más al dirigirse a personas con una elemental formación. Con tal motivo somos muchísimos los que acudimos a revalidar un compromiso con una de las manifestaciones culturales más importantes de Euskal Herria, que como otras similares surgieron desde los ambientes abertzales y de izquierdas. Como lugar es un importante y feliz punto de encuentro y el período en que se desarrolla, poco antes de Navidad, alude a una memoria sensibilizada relacionada con la familia, el encuentro y la paz.
Por todas esas circunstancias creo que con carácter urgente se debería habilitar, quizá a través de la organización Gerediaga Elkartea, esta propuesta Liburuak x Presoak. Es decir la donación, recogida y entrega, crear un banco de libros, bien adquiridos en la Azoka o aportados desde casa, como algo más íntimo, un libro ya leído, de contenido entrañable, de ameno recuerdo… que podrían darse anónimamente, o con una dedicatoria, una referencia al porqué del mismo, un mensaje de aliento para los centenares de prisioneros políticos vascos en la cárceles de exterminio de España y Francia. Algo que fuese una continuidad de las marchas que se hicieron años atrás en esta época. La propuesta es sencilla, y fácil de organizar, un rótulo y unas cajas bien visibles. Sólo es preciso voluntad.