La llegada del periódico «Noticias de Gipuzkoa» es, sin duda, una gran noticia para todos. Lo es, desde cualquier punto de vista, porque la libertad de expresión y de prensa constituye uno de los elementos fundamentales de cualquier democracia que se precie. Se trata, de hecho, de una de las garantías básicas de sistema democrático vigente y, por ello, conviene saludar la llegada con la mayor de las relevancias.
Entre otras razones, debido a que la libertad de expresión y de prensa son derechos fundamentales que, en demasiadas ocasiones, vienen siendo cuestionados desde distintos ámbitos. Y los derechos fundamentales se encuentran, a día de hoy, por encima incluso de cualquier ordenamiento jurídico a través de los convenios y tratados internacionales vigentes, así como del propio Derecho vigente en la Unión Europea.
La cuestión nos enfrenta ante cuestiones que siguen vivas en la mayoría de las sociedades occidentales. Puesto que si los derechos fundamentales constituyen el fruto directo de nuestro desarrollo civilizatorio, no es menos cierto que se trata, además, de una de las más palpables manifestaciones del sometimiento de todas las personas e instituciones a la Ley y al Derecho según las Constituciones modernas y el Derecho Internacional o Europeo. Por ello, la llegada de un nuevo periódico es un buen momento para subrayar la garantía que su existencia representa para el disfrute social de tan preciado tesoro jurídico y político. De hecho, la creación del nuevo periódico viene a constituirse en garantía real y eficaz de los derechos fundamentales vigentes a nivel interno e internacional.
Entre otras consideraciones de interés, dado que, como todo el mundo conoce, los derechos fundamentales no son objeto de concesión por parte del legislador, del ejecutivo o del poder judicial; ni tan siquiera se precisa un mínimo desarrollo legislativo para su libre ejercicio y disfrute. Se trata de derechos inseparables de nuestra propia esencia como seres humanos; inseparables, por tanto, de nuestro ser, inembargables y, lógicamente, imprescriptibles en una democracia moderna.
Pese a la obviedad de lo anterior, resulta pertinente su recordatorio a la vista de la llegada del nuevo periódico y dada la indudable relevancia del propio acontecimiento. Con ello, cabe insistir en que la garantía real y eficaz de los derechos fundamentales supone, igualmente, establecer límites infranqueables sobre el goce de los mismos que obligan a toda la sociedad y a los poderes públicos. En ello se observa, una vez más, la garantía directa inherente a todo sistema democrático y plural, que desea limitar los excesos de poder y garantizar, sobre todo, el mínimo común denominador necesario en toda democracia basada en la soberanía de los individuos.
Esta reflexión, en tan señalada fecha, implica la necesidad de seguir profundizando en la democracia y en las garantías jurídicas de la misma. De este modo, es imprescindible asumir una lectura global y coherente de la libertad de expresión y de prensa en el conjunto de los derechos fundamentales propios de la democracia. Así, la garantía y el disfrute de tales derechos debe ser tal para todos y cada uno de nosotros, independientemente de nuestras consideraciones y filiaciones personales.
La aparición en Gipuzkoa de un nuevo diario de prensa escrita es un buen momento para reflexionar sobre ello. Ante todo, y frente a cualquier otra circunstancia, dado que ni la relativización paulatina del principio de separación de poderes ni otras circunstancias que vive nuestra sociedad pueden menguar la relevancia de los derechos que garantiza la presencia de un nuevo medio entre nosotros. Para ello, el papel a desarrollar por «Noticias de Gipuzkoa» junto al resto de medios existentes es también fundamental y necesario en los tiempos que corren. Resulta difícil imaginar una democracia real sin derechos fundamentales, ni derechos fundamentales debidamente garantizados sin una democracia real y efectiva que garantice abiertamente los primeros. Tal es el reto y tales son las dificultades. !!!Ongi etorriak ta zorionak bihotzez¡¡¡