Cada 22 de éste mes se celebra a nivel internacional el Día de
La crisis ambiental que sufre el Planeta, la mayor de la crisis actuales queramos reconocerlo o no, se evidencia día a día con nuevos episodios. No sólo lo decimos los ecologistas, sino también la comunidad científica internacional, pensadores, ciudadanos e incluso (cosa extraña) algunos representantes políticos.
Recordemos la lista de problemas y catástrofes ambientales que soporta nuestro planeta: reducción de
Algunos gobiernos son conscientes del drama que se avecina y acuerdan actuaciones a nivel mundial a través de convenios, protocolos y otras declaraciones que pocas veces se cumplen. En los gobiernos del estado español y sobre todo el de Navarra desgraciadamente el tema ambiental no es prioritario en absoluto. En nuestra comunidad no tenemos más que ver que todavía no se han puesto en marcha, ni las 23 medidas contra el Cambio Climático votadas en el Parlamento hace un año, ni tampoco leyes concretas para su desarrollo. A nivel local, el Ayuntamiento de Iruñea ha talado desde que gobierna UPN alrededor de 10.000 árboles en la ciudad y a los que planta les harán falta de
La gestión ambiental en todos los niveles se caracteriza por ineficientes políticas, presupuestos tacaños, legislaciones que no se cumplen, acceso limitado y restringido a la información ambiental pública, personal escaso y a veces no cualificado en posiciones de dirección relacionados con el medio ambiente, abundancia de gobernantes prevaricadores y un sin fin de faltas e irregularidades de todas las administraciones que imposibilitan cada vez más alcanzar el tan anhelado equilibrio entre los recursos naturales y el desarrollo social.
En Navarra los problemas ambientales principales lo tenemos con el TAV, una obra que su realización no está justificada y que nos hipoteca ambientalmente, socialmente, económicamente y democráticamente. Después están las peligrosas Térmicas de Castejón, el intento de incinerar residuos en la cementera de Olazti y también en otros puntos de nuestra comunidad,
Y como de nuestros gobiernos podemos esperar muy poco, es necesario unir esfuerzos a nivel local, estatal y mundial a través de la cooperación y coordinación de acciones, de la participación ciudadana para crear y desarrollar alternativas y solución que nos permitan prevenir y minimizar los diferentes impactos negativos producto de ésta sociedad desarrollista, en la dirección necesaria para mantener la vida en el planeta, para nosotros/as y nuestros descendientes.
Por último es fundamental un cambio en el imaginario social colectivo, en la creencia actual de que crecimiento y desarrollo equivalen a algo positivo para la sociedad, cuando la realidad nos dice que nos lleva a estrellarnos cual locomotora descontrolada que se dirige cuesta abajo sin frenos.
*Juan del Barrio. Miembro de Lurra