En el espacio temporal transcurrido entre la Revolución Francesa y la Primera Guerra Mundial —algo más de un siglo—, se produjeron en Euskal Herria una serie de acontecimientos que cambiaron radicalmente su fisonomía.
Francesada, Guerras Carlistas, industrialización, emigración e inmigración en masa, sustitución poblacional, pérdida acelerada del euskera, aplicación de legislación extraña al país, traslado de aduanas, decaimiento económico…
Tal cúmulo de sucesos en tan breve tramo de tiempo hizo que la acomodación fuera imposible.
Mikel Sorauren analiza minuciosamente en el presente libro estos hechos, y nos da las claves para interpretarlos con una visión diferente a la que secularmente ha sido desarrollada por historiadores foráneos, e incluso propios.