Cientos de personas conmemoran la batalla de noáin, donde 5.000 navarros cayeron intentando recuperar el reino
Las Salinas de Pamplona quedaron teñidas de rojo. Sobre la llanura descansaban los cuerpos de más de 5.000 navarros que el 30 de junio de 1521 perdieron la vida intentando retomar Navarra, conquistada en 1512 por el reino de Castilla.
Ayer, 489 años y 361 días después, centenares de personas acudieron a los actos organizados por la asociación Nabarralde con el objeto de recordar la “conquista” del reino por parte de los reinos de Castilla y Aragón y homenajear a la Navarra soberana e independiente.
“Noáin es la derrota militar, pero no la derrota definitiva, porque aquí estamos, con nuestra identidad y nuestra cultura. Aspiramos a recuperar nuestro lugar en el mundo, con un territorio propio y un Estado en el que podamos construir nuestra convivencia en libertad”, manifestó Tasio Agerre, presidente de Nabarralde, en una plaza de los Burgos de Pamplona abarrotada por los asistentes, que rondaría las seiscientas personas.
“En Noáin se perdió nuestro ejército, pero no se perdió Navarra, que siguió luchando en Amaiur, en Hondarribia, en Nafarroa Behera… y en tantas otras formas de lucha hasta el presente”, espetó Tasio, en un discurso compartido por todos los presentes.
Mikel y Fermín, vecinos de Ujué que prefirieron no revelar su apellido, charlaban entre ellos sobre los hechos históricos en el mismo tono. “Soy navarro y hoy estamos defendiendo y honrando a aquellos navarros que en 1521 dieron su vida por defender la independencia de Navarra”, aseguró Fermín, que no dudó en añadir que Castilla “nos robó el reino por la fuerza de las armas”. Su compañero, Mikel, recalcó que estos actos “muestran que todavía no se nos ha colonizado a todos” y que hay esperanza para conseguir una Navarra independiente.
En la grada, mientras los asistentes se deleitaban con las danzas y la música que amenizaron la plaza durante casi una hora, el debate seguía fluyendo. “La gente no lo sabe pero Navarra fue conquistada a sangre y fuego”, comentaba una mujer a su compañera, que le respondió que “el reino era muy apetecible para Castilla y Francia”, pero que debido a la resistencia de los navarros, “Carlos V y Felipe II pensaron en devolver Navarra”.
Mientras tanto, en la plaza de los fueros la pregonera, que este año fue Estitxu Fernández, presentadora de Euskal Telebista, inauguraba los actos del mediodía para, a continuación, tomar el relevo Patxi Abasolo Lopez, miembro de la Iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik, que recordó “que no quedan sino 12 meses” para que llegue “julio de 2012, momento en que se cumplirán 500 años desde que aquella Armada castellano-aragonesa compuesta por 10.000 soldados invadiera Iruñea y todo el reino navarro”.
Una jornada festiva En los actos celebrados en la plaza de los Burgos participaron los grupos de música y de baile Ortzadar, Mutiko Celaiak, Iruña Taldea, las joteras Aranda, Joaldunak de Arrosadia y los cabezudos del Casco Viejo. No obstante, el día comenzó en torno a las 10.00 horas, cuando unas trescientas personas iniciaron la marcha desde Noáin, lugar donde tuvo la homenajeada batalla. Desde allí comenzaron una procesión adornada en todo momento con banderas rojas con el estandarte de los monarcas navarros y con el arrano beltza.
A su paso por el Palacio de los Reyes de Navarra, la comitiva se detuvo unos instantes para entonar, de forma simbólica, el himno de Navarra. En recuerdo, una vez más, de los 5.000 navarros caídos en una batalla que ha quedado para la historia.
