En favor de Joan Ridao

Es muy triste ver como el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Parlamento, Joan Ridao, es desacreditado públicamente por su partido por haber dicho la verdad sobre el proceso de paz en el País Vasco. Es muy triste que aquello que no sólo saben y piensan las bases de ERC, sino también buena parte de la sociedad catalana, no se pueda verbalizar para no molestar a Rodríguez Zapatero. Quién le iba a decir a Joan Ridao que la sumisión que Esquerra siempre reprochó a CiU y al PSC sería exactamente la misma que un día le ridiculizaría a él delante de todo el mundo. Zapatero ordena, Montilla transmite y Esquerra obedece. Desde un punto de vista catalanocéntrico lo encuentro sencillamente escandaloso. Me pregunto si Esquerra se da cuenta de que, además de ofender al independentismo con este comportamiento, se está desnaturalizando como fuerza política. Me pregunto quiénes son los asesores y a dónde quieren llegar. ¿Es éste el camino de la independencia? ¿Es en la posición del recogedor de setas, como los catalanes toman conciencia de que su país es Cataluña?

Basta con mirar los telenotícies de TV3 -versión regional de los telediarios-, para ver la profunda españolización de la vida política catalana. Debe ser que en Cataluña no ocurre nada, y, como no ocurre nada, hay que llenar los informativos con un montón de noticias de política española que, al fin y al cabo, es la política que verdaderamente rige la vida de los catalanes. Ahora bien, si la nación ha sido sustituida por la subordinación y el país ha cambiado de nombre, ¿quién esperan los políticos que vaya a votar cuando llegue el momento? ¿Votar qué? Si votar Cataluña es votar España, ¿por qué no votar España directamente?

Pues bien, dado que Ridao ha sido silenciado, hago mías sus palabras: “la izquierda abertzale, en general, y ETA, en particular, han hecho mucho más por el proceso de paz que Zapatero”. Y añado: La Ley Penitenciaria obliga al gobierno español al acercamiento de presos. El acercamiento, por consiguiente, no es una concesión, es un derecho. ¿Cuál es la autoridad moral de un gobierno que incumple sus propias leyes?