Leo por ahí que el poder tranquilo siempre ha temido una revolución de izquierdas. Vivimos en plena efervescencia de derechas, fruto de la globalización.
Toda una cohorte de cómplices fragua este poder. Escritores, economistas, jueces, policía, artistas y periodistas que van escribiendo cada día la apología de sus desmanes.
Se ha dicho que a las élites les aterran los pueblos cultos y bien informados. Por eso invierten tanto en analfabetismo y desinformación. Son los capitostes de los grandes medios.
Así que al ciudadano de a pie, o por ignorante o por encadenado, le engañan y le roban todos los recursos para resurgir.
Y usan el escarnio y la guasa: “Sánchez avisa en la ONU de que la democracia “esta amenazada” y pide defenderla ante derivas totalitarias”.
El mismo que pasa de puntillas ante la conducta obscena de la Monarquía, o mantiene la ley mordaza o la perversa ley laboral
El mismo Sánchez que tolera, sin despeinarse, el
afán y el escándalo de las eléctricas que se ceban en los más indigentes. Las que roban las riquezas que produce el trabajo de sus asalariados.
La culpa Europa. Falso. A ver donde están y como giran esos de las puertas giratorias.
La luz es un bien de primera necesidad cuya provisión no puede quedar supeditada a lo vaivenes de los mercados ni al beneficio privado.
¿La democracia esta amenazada Sr. Sánchez?
¿Y cómo no?
¿Será por esa escandalosa connivencia de la gobernanza, cada vez más descarada, con las élites oligárquicas? Por mucho PSOE que se llamen.
¿Democracia un estado donde la judicatura, para muchos ciudadanos, funciona como una auténtica mafia? ¿Un chiringuito en el que abres una puerta y salen todas las pestes del averno? Gurteles a toneladas, riadas de cloaca y sentina…
Esa facilidad que tienen los jueces para tragar delitos e inmundicia del fascismo y del franquismo. En cambio, su crueldad la hora de juzgar, opiniones, cultura, expresiones etc… progresistas…
¿Democarcia con una policía que pasa de largo y sonríe, cuando no colabora, con esa ultraderecha zafia que vocifera y avasalla en las calles? ¿La misma que minutos después magulla y masacra a los asalariados que piden un sueldo justo? Esa policía que en sus actuaciones parece rezumar un odio rabioso contra la ciudadanía.
Hay mucho odio en el estado español. O te abonas con cuerpo y alma a la España una, grande y libre o eres un rojo, bolivariano y separatista bellaco.
La democracia plena, hoy por hoy es un auténtico desideratun. Abusamos de esta palabra con una frivolidad desvergonzada. Pongamos por ejemplo en el estado español, el conflicto catalán —y otros muchos, aquí y en Pernambuco—.
En una democracia, jamás, un conflicto de soberanía entre pueblos se resolvería con armas ni jueces de parte. Simplemente se acataría la voz y la voluntad de los pueblos.
Que yo sepa, ese es, tanto como un derecho humano, un principio democrático.
Así pues, señor Sánchez, no se me ponga farruco hablando de democracias. Y menos en un país que acalla las voces del pueblo con brutos piolines y delirantes togados. ¡Que menudo asombro causan en Europa!
Resulta pues vergonzoso, el uso que muchos políticos hacen de algo tan digno y sagrado como el vocablo “democracia”. Los mismos que la degradan hasta límites insufribles.