¿Hay constancia escrita en la documentación antigua del nombre de Iruña para denominar a la ciudad de Pamplona?
Este escrito quizás le valga a alguien que recientemente hizo esa misma pregunta en un grupo de la red social de Facebook.
Para despejar dudas e informar a quien no lo sepa, citaré los trabajos de unos ilustres investigadores que podréis encontrar por medio de Internet.
Veremos unos cuantos ejemplos de los siglos XI y XII entresacados de documentos de la época.
Antes de entrar en materia, unos aspectos a tener en cuenta.
- Fuentes andalusíes.
Son las crónicas de varios cronistas y geógrafos musulmanes en lengua árabe que nos cuentan sucesos concernientes al Reino de Pamplona de entre los siglos VIII y XII.
- Los fueros particulares dados a ciertas poblaciones
De estos textos que generalmente se guardan o guardaban copias en cada pueblo, se obtienen datos de aquellas épocas en que dichos fueros o leyes locales se aprobaron desde la realeza.
- Las fuentes monásticas.
En cada monasterio se guardaba copia de las gracias y concesiones que les dieron los reyes al fundarlos o al darles heredades.
Por otra parte, gracias a los cronicones escritos en ciertos monasterios nos han llegado la memoria y hechos de los reyes de Navarra de entre el siglo IX y el XI y de la relación de los monasterios con el obispado..
Los libros de cuentas que nos han llegado de varios cenobios (Becerro de Leire, Rejas de San Millán etc), también nos hablan de la economía propia de cada monasterio con los nombres de quienes tributaban a su sostenimiento y los pueblos que tenían bajo su dominio.
El idioma de los monasterios era el latín que resultaba ser el idioma con el que se entendía la gente y divulgaban ideas entre quienes eran capaces de leer y escribir en toda la cristiandad occidental.
- La Cancillería Real.
Las cancillerías de los reinos cristianos de la península fueron creadas entre los siglos XII y XIII.
Se le llama cancillería al conjunto de escribanos cuya labor era la elaboración de documentos y expedición de copia de los mismos.
La Cancillería Real es el primer organismo burocrático que genera y almacena información escrita sobre los asuntos del reino.
Se puede hablar de la existencia de una naciente cancillería encargada de generar documentos a partir de Alfonso el Batallador (1104-1134)
El cargo de mas responsabilidad de la Cancillería era conocido como Canciller.
(ver aqui interesante articulo de Guadalupe Lopetegui Semperena titulado “Escribas y notarios en la Cancillería Real Navarra durante el siglo XII”)
Se conocen los nombres de los Cancilleres del Reino a partir de Sancho el Sabio (1150-1194). Los cancilleres de esta primera época solían ser del clero y el idioma utilizado en la documentación el latín. (Ver qué era ser Canciller en La Gran Enciclopedia de Navarra pinchando aquí.)
En estos primeros siglos de generación documental que vamos a contemplar a causa de las palabras Pamplona e Iruña, todavía no aparece la palabra “Navarra” denominando al reino. En los antiguos códices escritos en latín y guardados en los monasterios y en las donaciones de fueros de la época se le conocía como “Reino de Pamplona”. No sería hasta el reinado de García IV Ramírez el Restaurador (1134 – 1150) cuando el reino tomó definitivamente el nombre de Navarra.
Advertimos que todos los historiadores en general están de acuerdo en que el nombre romance o latino del que procede el nombre actual de Pamplona viene del general romano Pompeyo que estableció un campamento militar junto a la ciudad vascona de Iruñea.
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PRIMERA PARTE.
Hoy leeremos en primer lugar unas líneas de un trabajo de José María Jimeno Jurío publicado el año 1991 bajo el título de “Pamplona y sus Nombres”
Jimeno Jurío nos dice que la capital de Navarra ha tenido y tiene un nombre vascón, y otro romance. Ambos han conocido múltiples variantes, dependiendo principalmente de épocas y lenguas (y de como oían o interpretaban los amanuenses ese nombre a la hora de escribirlo).
El autor habla en primer lugar del nombre que le dan a la ciudad desde el latín y sus idiomas derivados: (para más y mejor información, recomiendo leer al completo el trabajo de Jimeno Jurío que se puede bajar de Internet)
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Jimeno Jurio comienza su trabajo diciendo que: Los autores griegos ESTRABON (S. I a C.) y PTOLOMEO (S. II d.C.) la mencionan como “Pompelón”. El primero apunta la causa de la denominación: “La ciudad de Pompelon, es decir, Pompeiopolis”.
PLINIO (S. I d. C.) aporta el gentilicio “Pompelonenses” y en el “Itinerario” de ANTONINO PIO figura como “Pompaelo”.
Numismática. Olcairun
No hay ceca de Pompaelo, aunque suelen considerarse próximas a la ciudad las cecas de “Barscunes-Bengoda” y la de “Bentian”, sospechando A. Tovar que la de “Olcairun” guarda relación con el primitivo nombre vasco. Antonio Tovar vio en la segunda parte “un nombre, que no es otro que el vasco de Irun (Guipúzcoa), o el de Pamplona: Iruñea“
Epigrafía.
Los bronces con inscripciones hallados en Arre y desaparecidos, coincidían en el gentilicio: “Civitas Pompelonensis” (año 57); “Viris Pompel (onensibus)” (año 119); “Respublica Pompelonensis”(año 185)
Veamos las variantes escritas de ese Pompaelo en latín y en los idiomas romances que provienen del mismo:
Pompelon, Pompaelo, Pompaelon (Época romana).
Pampilona (En latín) Versión usada en los textos latinos escritos, desde la Edad Media.
Bambaluna (En árabe. Siglo X)
Pampelune (En francés)
Pampalona (En romance occitano)
Pampalone (En gascón)
Pomplona (En romance navarro)
Según Jimeno Jurio, el romance navarro (del que hay testimonios escritos desde finales del siglo XII) se impuso en la documentación durante los reinados de las casas de Chapaña y Evreux, singularmente en la corte de Carlos el Noble.
Su hija doña Blanca y el Príncipe de Viana fechaban los documentos “en Pomplona”, “en la ciudat de Pomplona”, “en nuestra ciudat de Pomplona”
Abierta la guerra civil entre los agramonteses de don Juan y los beaumonteses de Carlos de Viana, el Príncipe premió la fidelidad de los pamploneses concediéndoles un título honorífico: “la nuestra muy Noble e Leal Ciudat de Pomplona” (1453-1459).
Como en este articulo nos interesa dejar claro que el nombre de Iruña y sus variantes están en la documentación de Navarra, veamos cuáles son las formas en que aparece escrita según este admirable investigador artajonés:
1. Olcairun. En el Museo de Navarra se guarda un as de bronce de la época romana con la leyenda “Olcairun”, integrada por un primer elemento céltico olca “campo bien arado”, seguido de un sustantivo, considerado ibérico iltu-n por el profesor Jürgen Unterman. Antonio Tovar vio en la segunda parte “un nombre, que no es otro que el vasco de Irun (Guipúzcoa), o el de Pamplona: Iruñea,
2. Documentación medieval en Latín (Siglos XI-XII) Prescindiendo del dato anterior, las primeras expresiones de la Ciudad en la lengua autóctona escrita en textos en latín datan de principios del siglo XI, durante el reinado de Sancho el Mayor: “Exirninus, episcopus Iruniensis”
2. l. Irunia. Iruniensis El apelativo euskérico “Irunia” y el gentilicio “Iruniensis” alternan con las formas cultas “Pampilona, Parnpilonia”, “Pampilonensis”, desde el episcopado de Jimeno (1005-1024) y durante los de sus sucesores del siglo XI y primera mitad del XII, concretamente los son los obispos que siguen:
– Sancho (1024-1052) durante cuyo mandato fue expedido un documento sobre la iglesia de Santa Cecilia “in Pampilonia” o “de Sancta Cecilia in IRUNIA”
– Juan (1054-1068) Blasco Gardeleiz (1068-1078) 87, del Infante García (1078-1083) obispo “in Jaca et in IRUNIA”.
– Durante el largo pontificado del francés Pedro de Roda (1083 – 1115) la documentación es abundante y en ella se recoge, junto a “Pampilona”, “Pampilonia”, “Pampilonensis” (ecclesia, episcopus), la mayor riqueza de variantes del nombre popular, “IRUNIA”, con no menos de tres docenas de menciones en la documentación de Leire y alguna en la de Irache; “IRUNIENSIS”, “IRONIA” y otras.
Por esta época salta frecuentemente a la documentación el topónimo “Navarra”, como tenencia del Comes Sancius y luego como nombre del reino, que se irá consolidando durante el reinado de García Ramírez el Restaurador, hasta imponerse desde mediados del siglo XII.
Simultáneamente, coincidiendo con el reinado de Alfonso 1 el Batallador (1104-1 134) y la consolidación de los Burgos francos a lo largo de los caminos de Santiago, el apelativo “Pampilona”, de la Ciudad episcopal y el territorio diocesano, fue marginando al vasco “IRUNIA” usado esporádicamente durante el segundo cuarto de la centuria y desapareciendo de la documentación, escrita en lenguas latina y romances, sustituido por “PAMPILONA” y sus variantes.
La forma “IRUNIA” (Yrunia), “Iruniensis” (Yruniensis), es la más usada durante esa época en las cancillerías regia y episcopal y en los escritorios monásticos de Leire, Irache, San Martín de Albelda, San Juan de la Peña y San Salvador de Oña.
Otras variantes.
Hasta aquí he recogido (dice Jimeno Jurío) únicamente la expresión más habitual y corriente de la denominación vasca de la Ciudad, pero existen otras más. “IRONIA, YRONIA”.
Referida a los obispos, aparece con mucha frecuencia en la documentación relacionada con Leire, entre 1083 y 1110; no la encontramos en la de Irache ni en la de otros monasterios. Los monjes legerenses acusaron al obispo de que “in ciuitate YRONIA tollit nobis illam terram que est ante ecclesiam nostram Sancte Cecilie … iuxta nouam populationem in PAMPILONIA”.
La forma “IRUNIA” (Yrunia), “Iruniensis” (Yruniensis), es la más usada durante esa época en las cancillerías regia y episcopal y en los escritorios monásticos de Leire, Irache, San Martín de Albelda, San Juan de la Peña y San Salvador de Oña.
Ni que decir tiene que, en todos los ejemplos citados, nos estamos refiriendo a textos documentales escritos en latín.
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Si os decidís a leer este artículo en su totalidad y lo bajáis de Internet, veréis como a pie de página Jimeno Jurío menciona en qué archivo, en qué carpeta, en qué libro y en qué página encuentra cada variante.
Más adelante, Jimeno Jurío sigue explicando cómo se escribe muchas veces el nombre de Iruña y sus variantes por parte de unos cuantos escritores de entre los siglos XVI-XVIII.
Todo este trabajo de Jimeno Jurío lo podéis bajar íntegramente de Internet en formato Pdf pinchando aquí mismo.
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SEGUNDA PARTE
Patxi Salaberri sobre el nombre de Iruñea.
Son varias las variantes de la misma palabra utilizadas por los euskaldunes de la comarca de Pamplona y de otras zonas de Navarra para denominar en euskara a la capital.
Euskaltzaindia recomendó que “la forma vasca del nombre de la capital de Navarra es Iruñea” en un informe elaborado a petición del Gobierno de Navarra.
El uxuetarra Patxi Salaberri, académico de número de Euskalzaindia, recopiló el año 1993 en el número 38 de la revista Euskera las variantes del nombre vascón de la capital de Navarra en un exhaustivo estudio titulado “Nafarroako Hiriburuaren izenaren gainean” (Sobre el nombre de la capital de Navarra)
Unos ejemplos de muestra, de los muchos que aporta Patxi:
Nuestro paisano recoge en su estudio que en un texto de 1626 en Leitza se referían a la capital de Navarra como Yruñea. Y cómo el vizcaíno Juan Ignacio Iztueta escribía Iruñea en 1767. Por citar otro testimonio escrito, el autor nacido en Luzaide (Valcarlos) Enrike Zubiri Manezaundi se refería a nuestra capital como Iruñe.
Aita Donostia, Orixe, Txomin Agirre, Lizardi utilizaron preferiblemente la forma Iruña. Pablo Fermin Irigarai, escritor de Burguete que firmaba como Larreko, también utilizaba la forma Iruña.
En los dialectos del Pirineo navarro se han registrado a través de la historia formas como Iruñe (en Orbaitzeta), Uriña (en Isaba) o Uruña (en Uztarroz). Aun así, se considera que la forma más antigua es la de Iruñea, como señaló en su día Koldo Mitxelena.
Iruñea aparece en los textos en euskara de Joaquín Lizarraga, párroco de Elcano en el Valle de Egües. El dialecto que usaba Joaquín Lizarraga era el Alto Navarro Meridional que en tiempos abarcó el territorio más extenso de todos (incluida la cuenca de Pamplona) siendo el que mas hablantes tuvo.
En los textos del Padre Moret, natural de Pamplona y autor de los Anales del Reino de Navarra, también aparece la palabra Iruñea, aunque este autor también utilizó las formas Iruña e Irunia.
En la segunda parte de su trabajo, Salaberri recurre a una encuesta hecha a numerosos navarros euskaldunes a quienes se pregunta sobre el modo en que pronuncian el nombre vascón de la capital de Navarra y sobre cómo lo declinan en el idioma hablado de cada día.
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Etimología de Pompaelum. Teoría de Alfonso Irigoien.
Alfonso Irigoyen sugiere que bajo el nombre de Pompaelun (Pamplona en latín) pudiera haber un *Pompe[i]- + *ilon siendo ese “ilon” equivalente a iri, irun, ilun: ciudad en euskara.
Irigoien sugiere que, de ser así, nos encontraríamos ante algo parecido a *Pompe{ij- + *ilon, que equivaldría a “ciudad de Pompeyo“.
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ENLACES:
– Enlace al trabajo de Jimeno Jurio “Pamplona y sus Nombres” pinchando aquí.
– Podéis leer el texto de Patxi Salaberri escrito en euskara sobre el nombre vascón de la capital de Navarra publicado en el numero 38 de la revista Euskera pinchando aqui
– Año 1980. Policarpo de Iraizoz. Trabajo sobre las declinaciones del nombre de Iruña – Iruñea, titulado “Nombre vasco de Pamplona: ¿Iruñea, Iruña, Iruñe?“ pinchando aquí.
– Año 2019. Revista Fontes Linguae Vasconum, numero 127. Trabajo de Miguel Larrambebere Zabala titulado “Variantes del topónimo Iruña (siglos XI y XII)”
Palabras clave: Topónimo Iruña; Eruña; Oruña; Uruña.
Tema: Este topónimo fue utilizado entre mediados del s. XI y mediados del s. XII en la documentación del reino de Pamplona, especialmente en la emanada de la escribanía regia, para referirse a la sede episcopal y al señorío del obispo sobre la ciudad.
El autor llega hasta a identificar a los escribanos que utilizaron varias variantes del nombre de Iruña.
Podéis acceder a este breve y ameno articulo pinchando aquí.
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NOMBRES DE POBLACIONES QUE TIENEN COMO PRIMERA SILABA LAS “IR – IRU” DE IRUÑA.
Así de botepronto podemos recordar además de nuestra Iruña o Iruñea, a Iruña Veleia. También a Irún en Gipuzkoa, Iruri en Zuberoa, en Navarra varios Iriberri, además de Irizar, Irisarri, Irure, Irurita, Iribas, Irura, Irurtzun, Irulegi,.. Uruñuela, Iruñuela, Ilumberri… etc
La variante occidental de Iri e Iru es Uri, Uli (Bizkaía, Araba y actual Rioja) partícula que más de un pueblo lleva en su nombre.
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