Por los ribazos gritaba la sangre…y la sangre se hizo silencio. Al silencio lo atrapó la noche. Una noche de siglos, en la que el miedo devoró la palabra, la mentira la historia y la ley de la espada la voz, el sueño y la soberanía de un pueblo, el pueblo nabarro, alma de Euskalherría.
A lomos de sus cabalgaduras desmadejadas, los Jaso se disfrazaban de sombra en la profundidad enrojecida del robledal…
…Eta orain zer Mikel…?
Orain…orain…lotsa…heriotza…miseria… Hori besterik ez dugu, Juan…
Itxaropenarik ba…
Begira zeruari…ia izarrak ere hil dira…
Les proscribieron las estrellas y el alma, su honradez y sus sueños…
En las faldas de Erreniega, Castilla cercó nuestros derechos y nuestras esperanzas, pero su conjuro asesino, no acabó de matarlas, porque nunca pudo asfixiar todas las venas del pueblo bascón…
Y las venas siguieron gritando su “irrintzi” indómito, y los yermos sufrientes de Noain su lamento reivindicativo…
Mientras, a la tétrica luz de las hogueras de la masacre, el conde de Lerín y todos los mercaderes de felonías, se repartían la piel del reino.
Y el veneno de aquel mercadeo se hizo carne en los vendepatrias sin madre de los palacios de la “navarra innegociable”
…Y mantienen las brasas malditas quemando la historia, la palabra y el pan de la tierra…
El aliento acre del humo del atardecer, apagaba el tañido mortecino de las torres de la cuenca. Los niños se acunaban con el rictus amargo de sus amatxos…Las sombras amargaban las pupilas y el corazón de los ancianos. Consumatum est….
¿Por qué no nos dejan ser como hemos sido?¿Por què quieren que caminemos con quien nunca hemos caminado ni hacia donde nunca hemos mirado? ¿Por qué no podemos ser simplemente nabarros en nuestra pequeña Euskalherría? ¿Por qué han de colonizar nuestros verdes valles, nuestros altivos riscos, nuestras instituciones y nuestras vidas?
Noain, un grito de libertad para los pueblos que la luchan.
Noain, un anhelo de extender la paz en el ámbito de los pueblos, desde todos los amaneceres hasta el cabo de todos los ocasos, para que en las noches se remanse la sonrisa de los pueblos.
Getzen, euskalerriko herriek, egun batean, hitz eta patu askatuak abestu eta ospatuko dituzte. Getzetik, askatasunara.