LAS murallas comenzaron a construirse en el siglo XV, ¿no es así? Antes de la conquista de Navarra por el duque de Alba, Pamplona ya tenía murallas. Sin embargo, en ese momento se construyen unas murallas no para Pamplona, sino para defender la frontera con Francia. Efectivamente, señor Martinena. En cuanto Pamplona, por la conquista castellano aragonesa pasa a ser España. Se convierte en enemigo de Francia y se ve obligada a construir una plaza fortificada, que nosotros no la teníamos, simplemente porque nuestras relaciones con los franceses (sin contar la Baja Navarra actualmente perteneciente a Francia) eran muy cordiales, de hecho prácticamente todo nuestro comercio lo manteníamos con ellos.
¿Cuál era la importancia estratégica de la ciudad? Tanto ingenieros franceses como españoles coincidían en que tomada Pamplona, un ejército invasor podría llegar a Madrid en dos días. No había una plaza intermedia que cerrara el paso. Siendo así, cómo se explica el señor Martinena que hasta 1808 no fuese la Península invadida por Francia. Qué tontos verdad, esperar tanto tiempo pudiéndolo haber hecho sin saltar murallas en dos días.
¿Cómo se vio afectada la población por las murallas? El principal problema lo supusieron las tropas que acuartelaron en Pamplona, algo desconocido durante toda la Edad Media. Vinieron contingentes castellanos que debían ser acogidos por la población. Las autoridades pagaban los costos a los ciudadanos, pero a éstos no les gustaba acogerles. Imagine, por ejemplo, la obra El alcalde de Zalamea. A los padres con hijas jóvenes no les agradaba tener soldados en casa. Aunque cuando éstos se pasaban de la raya, eran juzgados acorde la justicia militar. ¡Ay! Martinena, Martinena. De acogidos nada, y de castigados menos. Obligaban al pueblo a tenerlos en su casa muy contra su voluntad. El pueblo, fatigado y cansado, reclama de la servidumbre injurias y desórdenes que los soldados les hacen, sacándolos de sus camas y cámaras, haciéndoles fuerza, maltratándolos y diciéndoles que la casa, camas y alhajas han de partir con ellos medio con medio. Los vecinos denunciaban que se pusiese fin a los abusos de la soldadesca. En su petición denunciaban que los soldados no pagaban posada a pesar de estar obligados a ello. En esta ocasión intervino el rey, pero no como en (El Alcalde de Zalamea). Todo continuó igual. S.I.C. (Navarra 1512-1530 del escritor Pedro Esarte Muniain) publicado por Pamiela. ¿Ésta era la justicia militar con la que los juzgaban? Vamos hombre Martinena, comparar esto con El Alcalde de Zalamea…
¿Se celebró cuando en 1915 se derrumbaron parte de las murallas para agrandar la ciudad?
Sí, pero sobre todo porque la ciudad se había quedado pequeña. Había problemas de hacinamiento y la ciudad se vio obligada a crecer en altitud, por lo que las calles se volvieron más oscuras. La ciudad se sentía ahogada. Por cierto, en ese primer ensanche se encuentran varias de las casas y mansiones más importantes y bonitas de la ciudad. Para nada da sensación de que su verdadera intención fuese el desahogo o solucionar hacinamientos.
¿Qué se podría hacer para revitalizar las murallas?
Hay que darlas a conocer tanto en casa como fuera, que la gente las valore y las aprecie. Se pueden realizar muchas actividades. Visitas guiadas, relevos de guardias vestidos de época del siglo XVI, conciertos con música también de la época, paseos a caballo, en bici… Se trata de integrar la Ciudadela y las murallas en la vida de los pamploneses. Y sobre todo contar la verdad de cómo se hicieron las murallas. El sacrificio inhumano, la ruina y el hambre que significó para casi todos los navarros construir una muralla que para ellos sólo trajo miseria y trabajo en casi todos los casos esclavizado o gratuito, que prácticamente es lo mismo, una muralla que para nada ellos habían necesitado.
Lo más triste es que usted conoce todos estos detalles tan verdaderos y auténticos mejor que yo. Pero supongo que también sabrá que estas historias tan feas, seguro que no resultan del agrado del actual Gobierno navarro.
