Cínicos, lenguaraces, pero ayunos en el quehacer democrático

La inopia en los mas elementales principios democráticos de gran parte de los políticos del ruedo ibérico, es deplorable. ¿Será por su deficiente formación humanística y científica? ¿Se deberá a los objetivos espurios y egoístas que han motivado su dedicación a la política? Probablemente a ambas realidades.

Resulta reiterativo insistir en el calamitoso circo que han montado nuestros políticos. Pocas y  mal expuestas propuestas. Un rosario interminable de improperios de patio de vecindad, falacias y falsedades históricas, económicas…

Y para acabar, una auténtica configuración, muy constitucionalista ella, del patio de Monipodio.  Y allí  se trafica, nos consta, si es preciso, hasta con el alma de tu gente…

Y en tal tal tribuna, los mayores buitres y ladrones, los mayores genocidas y su entorno, se alzan como paradigmas y alarifes. Y allí nos pontifican sobre el bien, el mal, lo divino,  los requisitos de lo buenos y las esencias de los réprobos…

El 15 de Marzo de 2003, aquel criminal trío de “calaveras…”, manchando el nombre de tan respetables ínsulas, decidieron uno de los mas grandes genocidios contemporáneos. La destrucción de Irák. Aún recuerdo la sonrisa estúpida del ínclito Aznar. Pues bien, aquí, en el estado español, en ese aludido gran patio de Monipodio, una mayoría de políticos, “peperos ellos”, votaron a favor de tan criminal guerra. Miles y miles de niños, y mujeres inocentes perecieron por tan criminal decisión.

La pregunta, es terriblemente simple, ¿Podríamos acusar de criminales y terroristas a todos los que sin motivo alguno apoyaron y desencadenaron tan incomprensible atrocidad?

¿Tendríamos que marcarles no una línea roja, sino a ellos perpetuamente de rojo para que no participen jamás en las instituciones?

Sabemos perfectamente donde se cobijan los secuaces del franquismo. Impunes de tanto crimen, tortura y desolación. Nada comparable, si nos atenemos a sus consecuencias, con los crímenes de ETA.

Sabemos, que sus herederos tanto del pensamiento franquista, como de los grandes feudos económicos –el intocable IBEX- donde pululan. Y fundaron partidos, y gobernaron haciéndose demócratas en media jornada. Y por supuesto, que nunca se arrepintieron.

Reconozco que con estas líneas, solo pretendo esbozar una pura y simple diatriba. Y es que el cinismo de estos criminales “cuneteros” “GALes” , comparsas y tanto sumador fascista, se merece de una vez por todas no una línea roja, sino un mar.

Ya va siendo hora, de que los que nos esforzamos por configurar un país más libre y oxigenado, les pongamos en su sitio. Y no se trata solo  del y tú más. No debemos ni podemos aguantar más que venga a Navarra ningún/a “mindingui” desbocado/a, a leernos ninguna lección a los navarros. ¿Por qué hemos de soportar a semejantes correveidiles del “sustrato” mediático-cortesano?

¿Líneas rojas? ¿Alguien  tiene las manos más ensangrentadas que la derechona, española o navarra? En fin… ¡Qué nos tengan que llamar terroristas los “cuneteros” y sus pupilos, que dejaron solo en Navarra y sin guerra, más de 3.000 muertos! Y que estos no piden perdón, ni se confiesan oye…

Pues eso, que la cosa no va de democracia, sino de improperios, oprobios, escarnios y toda esa retahíla… ¿Para que les sirve la democracia me pregunto?