Traducción al español del catalán de la carta de la ciudadana americana establecida en Cataluña, Susan M. di Giacomo
Estimado Presidente Obama,
Me dirijo a usted no sólo en su calidad de presidente de Estados Unidos, sino también en su calidad de antiguo profesor de derecho constitucional. Me impresiona mucho su visión de este documento, expresada en su libro The Audacity of Hope, que contempla la democracia norteamericana, no como una casa a construir, sino como una conversación a mantener. La constitución norteamericana, en palabras suyas, organiza la forma en que debatimos nuestro futuro, e implícitamente en su estructura se encuentra un rechazo a la verdad absoluta, la infalibilidad de cualquier idea o ideología o teología que obligaría a futuras generaciones a seguir una única e inalterable vía.
Me dirijo a usted, pues, porque en el país donde yo vivo y trabajo ha sucedido exactamente este intento de cerrar el debate alegando que la casa ya está constitucionalmente construida y hablar más no es ni necesario ni legítimo. En cierto Estado europeo formalmente democrático, un tribunal constitucional totalmente politizado, del que cuatro miembros tienen sus mandatos caducados, incluida la presidenta, ha tardado cuatro años en emitir una sentencia. Ha utilizado la constitución española para aplastar las legítimas aspiraciones nacionales de un pueblo y cerrar, de una vez por siempre jamás, el proceso de autogobierno que se menciona en su estatuto de autonomía aprobado tres veces: por su Parlamento, por el Parlamento del estado, y por el pueblo en un referéndum, apelando a la indisoluble unidad del estado.
Un atropello a la democracia. El estado en cuestión es el Estado español. El pueblo en cuestión y el país donde vivo y trabajo es Cataluña. En Estados Unidos, cuando la voluntad del pueblo no ha quedado reflejada en la constitución, la constitución se ha modificado: 27 enmiendas desde el año 1791.
Lo que ha hecho el Tribunal Constitucional español es exactamente lo contrario. que la constitución española es intocable, y han hecho una interpretación tan restrictiva que la democráticamente expresada voluntad del pueblo catalán no tiene cabida. Aquí no hay ni debate ni conversación, sino una involución democrática.
¿Qué es Catalunya? Usted ya se hizo alguna idea hace muchos años cuando pasó por Barcelona. Cataluña es una antigua nación europea, con una tradición de gobierno representativo igualmente antiguo. El Parlamento catalán y el documento sobre el que se basa son anteriores a la Magna Carta inglesa. Sólo Islandia tiene un parlamento más antiguo. En la Edad media Cataluña era una entidad política independiente, y más adelante, la Confederación Catalano-Aragonesa tenía un imperio mediterráneo que llegaba hasta Grecia. En el siglo XV, el matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla integró a Cataluña en las Españas, pero Cataluña no perdió sus instituciones políticas hasta el año 1714, por la fuerza de las armas. No las recuperó hasta más de 200 años más tarde, con la llegada de la II República española, y las volvió a perder al final de la Guerra Civil española de 1936-39. A pesar de esta historia, Cataluña no ha perdido nunca su carácter lingüística, cultural, social, y económicamente diferenciado del resto del Estado español. Con la muerte del General Franco y su dictadura en
1975, Cataluña empezó a recuperar las propias instituciones políticas y competencias de autogobierno derogadas por los fascistas victoriosos después de la Guerra Civil, y a
reconstruir su narrativa nacional en lengua propia.
¿Y por qué ha de afectarme a la sentencia del Tribunal Constitucional, si pese a vivir y trabajar aquí conservo la nacionalidad americana? Porque conozco este país desde que llegué por primera vez en las postrimerías de la dictadura, y viví como antropóloga el proceso de resistencia cultural, sindical y política y el inicio del proceso de reconstrucción nacional catalana durante la transición a la democracia. Porque con el paso del tiempo me he convertido en profesora de una universidad catalana donde doy clases, y escribo artículos en catalán. Y por lo tanto, aquí tengo cosas en juego. Muchas cosas, empezando por la lengua en la que enseño y escribo, reconocida por el Estatuto catalán como preferente y vehicular de aprendizaje en la enseñanza, y ahora amenazada por la sentencia del Tribunal Constitucional.
El día 10 de julio, más de un millón de catalanes (según la Guardia Urbana, 1.100.000, y según los organizadores de la manifestación un millón y medio, la población total es de 7 millones y pico ) llenó las calles más céntricas de Barcelona, nuestra capital, para rechazar esta sentencia antidemocrática y hacer oír nuestra voz: ” ¡Somos una nación. Nosotros decidimos ! “. En la manifestación quedó patente que cada vez más catalanes optarían por la plena soberanía, un proceso pacífico y negociado de separación del estado español y establecimiento de un nuevo estado catalán dentro del marco de la Unión Europea. La historia de Kosovo es diferente de la de Cataluña, pero en el derecho internacional no hay nada que prohíba que los representantes democráticamente elegidos de un pueblo declaren unilateralmente la independencia.
No hace mucho, el ex presidente Jimmy Carter vino a Barcelona para aceptar de manos del presidente de la Generalitat el Premio Internacional Catalunya, en reconocimiento de su defensa de la paz, la democracia y los derechos humanos. La visita coincidió de cerca con la sentencia del Tribunal Constitucional, que el presidente Carter calificó de error, y ofreció enviar observadores internacionales del Carter Center en caso de un referéndum por la independencia de Cataluña. Más de medio millón de catalanes ya han votado a favor de la independencia en consultas municipales no vinculantes en todo el país. De este tipo de consultas se harán más.
No le pido que intervenga en este proceso. Sólo pido que se informe, que se interese por lo que está pasando aquí, que hable con sus asesores y que empiece a establecer contactos con el gobierno catalán que salga de las elecciones del otoño. Si en esto le puedo servir, sólo me lo ha de pedir. Catalunya necesita interlocutores y visibilidad internacional.
Respetuosamente,
Susan M. Di Giacomo
Harvard professor Obama can now apply his theories of democracy on Catalonia. Below: The Catalan independence star, here on July 10, is taken from the Cuban flag, whose independence leader was the Catalan José Martí.
Anthropology professor DiGiacomo has written to former Constitutional Law professor Obama about the scandalous disrespect for democracy by Spanish nationalists and their corrupt Supreme Court denying fundamental constitutional rights to Catalans (Search Carter Calls for Catalan Independence).
I write to you not only in your capacity as President of the United States, but also as a former professor of Constitutional Law. In The Audacity of Hope, you propose we understand democracy “not as a house to be built, but as a conversation to be had. The American Constitution organizes the way by which we argue about our future. Implicit in its structure, in the very idea of ordered liberty, was a rejection of absolute truth, the infallibility of any idea or ideology, any tyrannical consistency that might lock future generations into a single unalterable course.“ In Catalonia what is happening is precisely this attempt to end conversation by arguing that the house is already built, constitutionally, and that no further debate is even legimate. A completely politicized court uses the Constitution as a weapon to crush the legitimate national aspirations of a people and to set absolute limits. Its statute of autonomy was approved no fewer than three times: by the Catalan parliament, by the Spanish Congress, and by the Catalan people in a referendum. What is happening here, then, is an assault on democracy. In the United States, when the will of the people is not reflected in the Constitution, the Constitution has been amended. What the Spanish court has done is to consider the Spanish Constitution untouchable, engraved in stone, and their reading of it is so restrictive that the democratically expressed will of the Catalan people has no place in it. Catalonia is an ancient European nation with an equally ancient tradition of representative government, predating the English Magna Carta. In the Middle Ages Catalonia was an independent polity. Catalonia did not lose its institutions of self-government until 1714, by force of arms when an absolutist monarchy came to power. With the death of General Franco, Catalonia began to recover once more its political institutions abrogated by the victorious fascists. On July 10, more than a million Catalans filled the streets of Barcelona to reject the court’s decision. Increasing numbers of Catalans see no other path to national survival except through full sovereignty within the framework of the European Union. There is nothing in international law that prevents a people from unilaterally declaring independence. Former president Jimmy Carter in Barcelona described the court’s decision as an error, and offered to send observers in the event of a referendum on Catalan independence. I ask only that you establish contacts with the Catalan government that will emerge from this fall’s election. Catalonia badly needs international interlocutors and international visibility.
L’estel independentista catalana, aquí el 10 juliol, està treta de la bandera cubana, amb el seu líder independentista català José Martí. Primera foto: El professor d’Harvard Obama podrà ara aplicar les seves teories de la democràcia a Catalunya.
La professora d’antropologia DiGiacomo ha escrit a l’antic professor de dret constitucional law Obama sobre l’escandalós menyspreu per la democràcia dels espanyolistes i el seu corrupte Tribunal Constitucional denegant drets fundamentals constitucionals als catalans (Veure search Carter vol independència Catalunya).
L’escric no només en la seva capacitat de president dels Estats Units, sinó també com antic professor de dret constitucional. Al seu llibre The Audacity of Hope proposa que entenguem la democràcia “no com una casa acabada, sinó com una conversa que hem de mantenir. La Constitució americana organitza la manera com discutim sobre el nostre futur. Implícita en la seva estructura, en la pròpia idea de llibertat ordenada, hi ha el rebuig de la veritat absoluta, de la infal.libilitat de qualsevol idea o ideologia, de qualsevol consistència tirànica que pugui empresonar les generacions futures en un curs únic inalterable.“ A Catalunya està passant exactament aquest intent de tancar la conversa amb l’argument que la casa ja està acabada, constitucionalment, i qualsevol debat addicional ja no és ni tan sols legítim. Un tribunal absolutament polititzat ha utilitzat la Constitució com arma per a triturar les aspiracions nacionals legítimes d’un poble i fixar límits absoluts. El seu Estatut d’Autonomia fou aprovat no menys de tres cops: pel Parlament de Catalunya, pel Congrés espanyol i pel poble català en un referèndum. El que està passant aquí és un atemptat a la democràcia. Als Estats Units quan la voluntat del poble no queda reflectida en la Constitució, s’esmena la Constitució. El que ha fet el tribunal espanyol és considerar la Constitució espanyola intocable, petrificada, i la lectura que en fa es tan restrictiva que la voluntat del poble català expressada democràticament no hi té cabuda. Catalunya és una antiga nació europea amb una tradició de govern representatiu igual d’antiga, anterior a la Magna Carta anglesa. A l’Edat Mitjana Catalunya era una entitat política independent. Catalunya només va perdre les seves institucions d’autogovern el 1714 per la força de les armes quan va pujar al poder una monarquia absolutista. Amb la mort del general Franco, Catalunya va començar a recuperar de nou les seves institucions polítiques derogades pels feixistes victoriosos. El 10 de juliol més d’un milió de catalans ompliren els carrers de Barcelona rebutjant la decisió del tribunal. Un creixent nombre de catalans veu que no hi ha altra camí de supervivència nacional que la plena sobirania dins el context de la Unió Europea. No hi ha res en dret internacional que impedeixi un poble declarar unilateralment la indepèndencia. L’expresident Jimmy Carter ha qualificat a Barcelona la decisió del tribunal com un error i ha ofert enviar observadors en el cas d’un referèndum sobre la independència de Catalunya. només demanar-li que estableixi contacte amb la Generalitat que sorgeixi de les eleccions d’aquesta tardor. Catalunya necessita urgentment interlocutors internacionals i visibilitat internacional.
Carter Calls for Catalan Independence
Jimmy Carter receives the award from the President of Catalonia Montilla. Below: Catalan twin towers of 9/11 remembrance in 1981 eerily foretell the American 9/11 two decades later.
Former President Jimmy Carter said that 9/11 in 1714 was worse for Catalonia than 9/11 for the USA: “I have learnt that 9/11, a dreadful date for my country in 2001, was even worse for Catalonia in 1714.” If a referendum on the independence of Catalonia is held and should the Catalan government ask him, the Carter Foundation will send observers to evaluate whether the vote is conducted correctly and ensure that the will of the Catalan people is expressed clearly. His foundation has already participated in 78 electoral polls, but a referendum in Catalonia will not really require the presence of his observers, more needed in difficult polls where democratic guarantees are hardly present, which is not the case in Catalonia (Search The Indissoluble Unity of Spain).
In his acceptance speech of the 22nd International Catalonia Prize for his defence of peace and human rights, Carter underlined that the American and Catalan people “are very resilient and know how to recover their strength and face the future with courage.” Catalan President Jose Montilla linked the defence of democracy undertaken by Carter with the Supreme Court ruling on the Catalan Statute: “Catalonia has a deep vocation of self-rule. To govern is to take actions which will change the course of history. Catalans are a people who recognise themselves in pacts and agreements.” Carter gave thanks for this award so identified with the development of peace and human rights, which are also the values his foundation defends. He called for Catalans to be patient and to remain confident despite the Supreme Court ruling which has caused so much anguish in Catalan society and among the political class: “The unique character of Catalan social life will be admired for another thousand years. No Court can ever deny the heritage of the Catalan people.”
(“Carter afirma que 1714 fue peor para Cataluña que el 11-S para Estados Unidos,” Europa Press, “Jimmy Carter pide a los catalanes acatar la sentencia sobre el Estatut del TC. El expresidente está dispuesto a supervisar un referéndum soberanista,” El Mundo, 1 July 2010)
Carter vol independència Catalunya
Les torres bessones catalanes commerant l’11 setembre de 1981 semblen estranyament predir l’11 de setembre americà dues dècades després. Primera foto: Jimmy Carter rep el premi del president de la Generalitat Montilla.
L’expresident Jimmy Carter ha afirmat que l’11 de septembre de 1714 fou pitjor per a Catalunya que 9/11 als Estats Units: “He sabut que l’11 de septembre, una data espantosa per al meu país l’any 2001, fou encara pitjor per a Catalunya el 1714.” Si es celebra un referèndum sobre la independència de Catalunya i la Generalitat li demana, la Fundació Carter enviarà observadors que valorin si la consulta es mena correctament, i per a ajudar que la voluntat del poble català s’expressi clarament. La seva fundació ja ha estat en 78 processos electorals, però dubta que un referèndum a Catalunya exigeixi la presència dels seus observadors, que solen anar a conovocatòries difícils on les garanties democràtiques no estan assegurades i no és el cas de Catalunya (Veure search).
En el seu discurs al rebre el XXII Premi Internacional Catalunya per la seva defensa de la pau i els drets humans, Carter ha destacat que els pobles americà i català “tenen una gran resistència i saben com recuperar les forces i enfrontar el futur amb coratge.” El president de la Generalitat José Montilla ha vinculat la defensa de la democràcia que propugna Carter amb la sentència del Tribunal Constitucional sobre l’Estatut: “Catalunya té una profonda vocació d’autogovern. Governar és emprendre accions que poden canviar el decurs de la història. El catalá és un poble que es reconoeix en el pacte i en l’acord.” Carter ha agrait el premi perquè s’identifica amb el foment de la pau i els drets humans, els mateixos valors que defensen la seva Fundació. Ha demanat als catalans que tinguin paciència i confiança malgrat el Tribunal Constitucional i la seva sentència que ha generat molta angoixa en la societat i classe política: “El caràcter únic de la vida social catalana serà admirat mil anys més. Un tribunal no pot de cap manera modificar el patrimoni del poble català.”
(“Carter afirma que 1714 fue peor para Cataluña que el 11-S para Estados Unidos,” Europa Press, “Jimmy Carter pide a los catalanes acatar la sentencia sobre el Estatut del TC. El expresidente está dispuesto a supervisar un referéndum soberanista,” El Mundo, 1 juliol 2010)