Muchas veces hemos comentado que en ocasiones recorremos miles de kilómetros buscando un lugar exótico, especial… Y no es raro que tengamos cerca, muy cerca, sitios que tienen una magia especial, como el que hoy os voy a detallar. Curiosamente estuve años pasando a diario a escasos metros de este entorno, un tanto oculto por los árboles, sin saber que existía. Recuerdo que en una ocasión un crío de unos 8 años se quedó asombrado por lo bonito que era el puente, y así es para cualquiera que lo visite.
Es un barrio especial, ya que reúne en poco espacio unos elementos que lo hacen apasionante: una historia que nos lleva a la Edad Media, la Torre Medieval, ermita, el precioso puente con arco con aires barrocos de al menos tres siglos de existencia, y la impresionante ferrería, que junto a un molino y otras viviendas fueron un núcleo habitado hasta hace unas décadas. A lo que hay que añadir referencias a la Mitología Vasca. Es decir el lugar concentra interesantes datos de historia, belleza natural y arquitectura.
Para mi me resulta cercano, y que cuando lo visitas no deja de impresionarte. El río hace una especie de vado, donde casi se puede pasar saltando las piedras cuando el caudal es bajo, de ahí su nombre Ahuntz ibai ‘río, vado de cabras’.
Anuntzibai es un lugar, junto al citado río Altube. Un lugar con encanto. Se trata de la Torre de uno de los dos linajes de banderizos que dominaban el Valle de Laudio/Llodio (Araba) en la Edad Media, los Anuntzibai, enfrentados a los Ugarte.
Como decimos Anuntzibai es lugar precioso, de rico arbolado y especial verdor en su entorno, en la muga entre Orozko (Bizkaia) y Laudio (Araba), muga que hace precisamente el río Altube y teniendo al fondo, vigilante, el monte Untzueta (Untzetapiku), donde hace pocos años sacaron las paredes del viejo castillo/defensa del Reino de Nabarra.
El banderizo Lope García de Salazar (Muzkiz, 1399- Portugalete, 1466) en su libro “Las Bienandanzas e Fortunas” nos relata el origen de los linajes de banderizos Anuntzibai y Ugarte. Ambos dominaban Laudio/Llodio con sus casas torres y hombres y rivalidades entre ellos, aunque también hubo casamientos. Sobre los Anuntzibai indica –actualizo la redacción-: “El linaje de Anuntzibai, su fundamento fue un escudero que fue hijodalgo de Araba que era nieto de Gastea de Arburu, que fue noble y mucho esforzado caballero en armas… y pobló este su nieto en Anuntzibai, e hizo allí casa y solar… y de este multiplico su generación mucho en Orozko y Llodio…”. De la dureza de los tiempos una breve frase: “… y después mató este don Sancho Peréz de Aiala en el puente de Lamuza a Iñigo Perez de Arandia porque le había sido contrario con los de Murga…”
Lo interesante de lo anterior es la referencia a la historia, turbulenta de las guerras de banderizos, a esta zona.
Dicha torre, también denominada Palacio de Anuntzibai, con bonitas vistas, afortunadamente aún la tenemos en pie, hoy convertida en un moderno restaurante. Junto a ella permanece la centenaria ermita de San Miguel. Ambos edificios están en terreno de Laudio, quedando el resto de Anuntzibai en la otra parte del río Altube, ya Orozko, partes que unen el citado y precioso puente de piedra caliza. Dicho puente, con sus tres siglos, resulta innovador ya que con un solo ojo adquiere una notable altura. En la parte de Laudio hay dos leones, uno a cada esquina del puente, labrados en piedra con escudos, que parecen vigilar la entrada. Según caminas el puente adquiere una pequeña elevación y desde esta a la izquierda quedan unas hermosas vistas sobre la Torre Palacio y el río. A la derecha la venida del mismo, y enfrente un impresionante arco, algunos le definen como de triunfo. En ambas partes hay inscripciones que hacen referencia al que lo encargo y al constructor del mismo. A ambas partes del medio punto del arco, sendos escudos, y algo más elevado el escudo principal, donde aparece el de los Anuntzibai, con una cabra labrada, a la que luego haremos referencia. Y culminando el triangulo del frontón, a ambos lados figuras religiosas, y en la central y más elevada un gran crucifijo.
La construcción de esta torre tiene una lógica estratégica, ya que está junto al Camino Real que venía de Altube a los puertos de Bizkaia, y milenaria ramal de calzada romana, según entiendo.
Atravesado el puente nos encontramos con una enorme ferrería, de cuatro puertas con arco de medio punto, varias ventanas intermedias, y dos grandes y llamativas ventanas similares a las puertas, en la parte superior, justo bajo el vértice del tejado. Impresiona el tamaño del edificio, una gran industria del hierro, hoy bastante derruida, pero que estuvo en funcionamiento hasta hace un par de siglos. Incluso la parte trasera impresiona por los cauces, tamaño de las paredes…
Como barrio, estuvo habitado hasta hace medio siglo, en una casa anexa, que fue molino. El euskera era la lengua de uso, al igual que en los cercanos caseríos de Usi(a) y la Cadena/Katea. La que quizá fuera la vecina más joven del lugar, me comentó que de cría fue a las escuelas de Areta, sin saber castellano.
Como hemos dicho este hoy relajado lugar, tiene próximo el citado y elevado monte Untzueta, que tuvo que tener gran trascendencia en la defensa del Reino de Nabarra, lo mismo que en épocas anteriores. Su limitada extensión, lo compensa con lo sumamente estratégico del lugar, ya que se divisan tanto las calzadas procedentes tanto de Altube como la de Orduña, que confluyen en Areta/Laudio hacia Bilbao. Su ascenso desde Anuntzibai no es fácil, como me ocurrió a mi, por su elevada pendiente, pero desde la zona de Nafarrondo, donde las canteras, resulta accesible.
Resaltando lo estratégico de Untzueta tenemos una cita de Iñaki Sagredo, en su libro “Navarra, Castillos que defendieron el Reino”, libros que os recomiendo. Iñaki indica: “Desde la cima se entienden enseguida las razones para hacer un castillo en este lugar. Sus vistas son increíbles, con las cumbres de Gorbea, Duralgaldea, montes de la costa, Malmasin, cumbres de la frontera con Castilla…” Además en el mismo podéis ver las características del castillo, ya que el historiador Iñaki Sagredo es un experto en el estudio de los castillos, como lo acreditan sus libros.
Hemos hablado de Mitología, pues bien relacionado con el castillo, hace unas decadas un señor, amigo, de Orozko me mostró unas enormes piedras circulares, de unos 30 o 40 cm de diámetro, recogidas en las laderas de Untzetapiku que fotografié. La leyenda cuenta que eran utilizadas por los jentiles para arrojarlas. Como sabéis estos personajes de la Mitología Vasca, son de gran tamaño y fuerza, de ahí que se les atribuyan proezas. La realidad es que esas piedras fueron utilizadas en torno al año 1350 en un asedio al castillo.
Sobre Mitología también recogí un importante testimonio en euskera de una señora, previamente me lo había contado su hermano, sobre laminak y sorgiñak (una especie de hadas y brujas), que tenían uno de sus refugios en la cueva de Jentilzulo, en la ladera sur de Untzueta, y de ahí partían hasta Anboto. Un viaje similar al que hacía la poderosa diosa vasca Mari, precristiana, madre de la naturaleza, de rubia cabellera, que se desplazaba diríamos como en una carroza de fuego por el aire.
Como os he comentado Anuntzibai, quiere decir ‘paso o vado de cabras’, en euskera local Ausibi, un lugar donde las salientes piedras permitían salvar la corriente. De hecho en el escudo de los Anuntzibai, veréis una cabra.