A mis amigos castellanohablantes

La suma de las cuatro derechas Nabarras —UPN, VOX, Cs y PP­— se han conjurado para fracturar la sociedad altonabarra en dos: vasconabarros y nabarroespañoles.

El termino vasconabarro es de origen milenario. Tito Livio, historiador romano, describía la tierra de los vascones desde las riberas del Ebro hasta el Bidasoa y el mar. Más adelante —en los tiempos de Carlomagno— ya se nombraba como nabarros a las gentes del Pirineo y de Iruñea. El termino nabarroespañol solamente sería aplicable a partir de la conquista violenta de los vasconabarros por Castilla.

Ya antes de que Antonio Nebrija impulsara la lengua (castellana) como la fiel compañera del Imperio, el euskara era perseguido y prohibido a sangre y fuego en aquellos territorios en los que dominaban las huestes de los reinos de Castilla y de Aragón. Después de la conquista de 1512 y anexión de 1515, Castilla continuaría con la misma practica de persecución, represión e imposición del castellano en todos los territorios conquistados en ambos hemisferios. Cosa que realizó con mayor o menor éxito en la mayoría de los territorios en los que imperaba.

Después de los procesos de independencia —exitosos en la mayor parte— en el territorio imperial sólo quedan hoy parte del territorio peninsular y alguna isla. Tras el paso casi nunca pacifico de diferentes regímenes políticos como reino, dictadura, república y trienios de transición hemos llegado a algo que llaman democracia, en la que se postula como bien superior la convivencia de los pueblos que habitan los dominios del Estado Español.

Sin embargo, convivir debería de referirse a vivir en el mismo espacio personas que respetan mutuamente la idiosincrasia y capacidad de actuación como subjeto nacional del otro. Tomando de la RAE la definición de idiosincrasia como “conjunto de los rasgos y el carácter distintivos de un individuo o comunidad’ y aunque la misma Real Academia solo contempla una acepción de convivir: vivir en compañía de otro (a) u otros/otras, esto no debería entenderse como “convivencia” de amo y esclavo por el hecho de habitar la misma casa (uno en el comedor y el otro en los sótanos sin ventanas), sino de individuos y comunidades (nacionales) en modo de igualdad.

Para los de la suma de las cuatro derechas Nabarras parece estéril intentar hacer pedagogía o simplemente llevar el debate a términos un poco más racionales. Imbuidos por su mentalidad imperial son incapaces de aceptar nada ni nadie que simplemente no se comporte como “ellos”, ni aunque sencillamente sea que esos “otros” se expresen en la lengua navarrorum que es milenaria y anterior a otras en este territorio.

La suma de las cuatro derechas está intentando fracturar la sociedad nabarra. Está pretendiendo dividir la sociedad entre “euskalnafarrak” y nabarroespañoles. Intentan enrarecer y fracturar la convivencia entre los mismos nabarros y de estos con el resto de vasconabarros. No debemos permitirlo. Hoy más que nunca debemos ejercer la desobediencia civil y responder a esta nueva agresión aprendiendo y usando el euskara, lengua propia de todos los nabarros y nabarras, en todos los ámbitos de nuestra vida. Ante cualquiera. También ante ellos.