A Inmaculada Múgica, concejal del PP en el Ayto. del Valle de Egüés

Querida Inmaculada, le escribo desde mi ciudad natal, Cádiz, para hablarle de algo de Navarra que usted desconoce por completo, la lengua vasca, vascuence o eusquera (seguro que lo prefiere así). Sí, un andaluz se atreve a decirle a alguien de Navarra cosas sobre su tierra.

Le he escuchado su intervención en el pleno y quería matizarle algunas cositas para que conozca usted un poco mejor la cultura de su comunidad. Según usted “hace años que han pervertido a la lengua vasca, haciéndola un instrumento político”. Sepa usted, señora Múgica, que éste que suscribe tiene a orgullo poder expresarse oral y por escrito en esa lengua que usted desprecia, y por consiguiente me veo más capacitado que usted para hablar de este tema.

Voy a empezar negando la mayor, o si lo prefiere poniéndole la pelota en su tejado, y me explico. En mis casi 20 años de vida en Pamplona, cuando aprendí euskara, en ningún momento nadie me dijo que hablarlo implicaba estar de acuerdo con los postulados del sentimiento abertzale, y me volví a mi tierra pensando exactamente igual que cuando llegué, pero con una riqueza cultural, social y vivencial de la que hago gala siempre que puedo. Tengo amigos en la izquierda abertzale y votantes de UPN y PP, y es con estos últimos con los que sí he sentido que hablar euskara suponía pensar de una manera particular.

Siento fastidiarle el argumento, señora Múgica, porque hablar euskara no implica para nada lo que usted dice, por supuesto desde el más absoluto desconocimiento del tema que está tratando. Porque no solo la lingüística les da la espalda a sus postulados (si quiere le puedo pasar una larga lista de libros, artículos, conferencias, todos en español, para que se vaya usted informando un poco), sino que se lo dice un euskaldun (hablante de euskara, por si no lo sabe) y creo que no hay mejor argumento que éste.

Pero llevo muchos años oyendo cosas tan peregrinas como las que usted dice, no es nada nuevo, no trae usted nada nuevo a la cuestión. Así que no es ésta la razón por la que le escribo, créame. Lo que me lleva a escribirle es la rabia (corahe decimos en Cádiz) de oír en boca de un político navarro el desprecio hacia una lengua y una cultura, y peor aún de su propia tierra. Si verdaderamente a usted le interesara e incluso quisiera a su tierra debería al menos aceptar la diversidad lingüística existente. Y le recomendaría que conociera esa otra parte de su comunidad que según usted “identifica con el odio y no con la concordia”, porque son iguales de navarros que usted y seguramente voten al mismo partido que usted. Así que respete usted a la comunidad euskaldun, en la que con orgullo me incluyo, y respete usted la rica diversidad de Navarra, pues es su actitud y su discurso los únicos que incitan al odio y hacen difícil la concordia.

También identifica la lengua vasca con el terrorismo, y déjeme decirle que me haría reír a carcajadas sino fuera por todo el sufrimiento que ha habido, por lo que también le exijo un mínimo de respeto. Y no me voy a quedar sin decirle que no tiene usted ni puñetera idea de lo que está hablando, por lo que es de sabios y prudentes callarse cuando no se sabe de qué se habla.

Y por último le diré que a mí me sirvió y me sirve ser euskaldun para conocer mejor Navarra, pues hay una gran parte de ella que si no se habla la lengua se pierde porque es precisamente la lengua la llave o el camino para ese conocimiento. Le digo también que me siento orgulloso de poder hablar una lengua antiquísima, verdadero tesoro para la lingüística, con hablantes que la tienen como primera lengua, como lengua materna. No tiene usted derecho a despreciar, como hace, esa transmisión de una madre a sus hijos.

Así que, señora Múgica, estudie usted un poco, conozca bien su comunidad y, sobre todo, hable usted de lo que conozca, pues de lenguas y respeto está usted bien escasa.

Noticias de Navarra