KEPA LAGUN ON ETA MAISUARI
BETIKO ARGIA!
Kepa Anabitarte Mujika (1934- 8 de abril de 2025) nació en Trintxerpe en Pasaia (Gipuzkoa) dentro de una familia obrera. Su inmensa actividad política empezó a desarrollarla desde muy joven, lo que le llevó a ser un activo de primer orden para este país.
Su pensamiento se puede resumir en esta frase que tanto repetía: “La primera cuestión social es la cuestión nacional y la cuestión nacional es, sobre todo, una cuestión social”.
FORMACIÓN CON EL GOBIERNO DE EUSKADI
Siendo muy joven, Kepa empezó realizando actividades sociales y políticas en Trintxerpe de la mano del sacerdote Serafín Esnaola, abertzale, luchador a favor de los derechos humanos y un gran dinamizador de actividades culturales, tanto en Trintxerpe como en Bergara tras su “destierro” y con el que Kepa no perdió nunca la relación, siendo el cura que ofició su boda; fue el propio Serafín Esnaola quien le introdujo desde muy joven en ELA/STV.
Anabitarte fue nombrado Secretario General del sindicato ELA/STV durante la dictadura fascista española por el miembro de Gobierno Vasco y del EAJ/PNV Juan de Ajuriaguerra (Juanito, en palabras de Kepa) en los años 1955-1956, comenzando una actividad política frenética clandestina por la que conoció a todos los políticos y empresarios vascos del momento hasta el final de sus días, pero, sobre todo, le llevó a conocer a infinidad de patriotas que se preocupaban por el país como él.
En aquél entonces, el sindicato vasco tenía una dirección meramente representativa en “el exterior” en Biarritz, encabezada por Manuel Robles Aranguiz, Gregorio Ruiz de Erzilla “Gogorra” y el miembro histórico del PNV-EAJ Jesús Insausti “Uzturre”, pero, comenzó una actividad real clandestina “en el interior” de la dictadura de la mano de Kepa Anabitarte.
Kepa contó con una beca en París entre 1959-1960 de las Internacionales Sindicales (CISC, hoy CMT, y CIOSL), donde acudió con un nombre falso supuestamente a aprender francés, lo que le facilitó la oportunidad de conocer los movimientos sindicales y de liberación de toda Europa o África.
En París tuvo, además, la oportunidad de mantener repetidas y largas conversaciones con el Lehendakari José Antonio Agirre. El propio Kepa Anabitarte comentaba en varias charlas y entrevistas concedidas en el 2010 por el 50 aniversario de la muerte del primer Lehendakari, cómo Agirre tenía claro que a él fue el Pueblo Vasco el que le hizo Lehendakari y no un presidente español o una República española, por eso se negó en formar parte del Gobierno español en el exilio.
Según narraba Kepa, él mismo había oído decir varias veces de Agirre, cómo el ex ministro del PsoE y miembro del Gobierno de la República española en el exilio, el asturiano Indalecio Prieto, hizo un viaje expresamente desde México a París para exigirle al lehendakari José Antonio Agirre su integración en el Gobierno de la República española y la desaparición del Gobierno Vasco.
Indalecio: “-Este es el plan que hay y tenemos que cambiar de política, hay que adaptarse a otras circunstancias; y como el Gobierno Vasco es hijo de la República y nosotros vamos a renunciar a las posiciones republicanas, el Gobierno Vasco también debe desaparecer”.
Agirre: “-Don Indalecio, este testigo lo he recibido del Pueblo y este testigo yo se lo devolveré al Pueblo”.
Por ello, podemos afirmar que José Antonio Agirre fue el primer y único Lehendakari o Jefe de Estado de Euskadi, un proyecto de un nuevo Estado vasconabarro que duró realmente 9 meses.
MUNICH 62: EL PRINCIPIO DE UNA TRAICIÓN
Tras el fallecimiento del Lehendakari Agirre en 1960, oficialmente por un infarto, las circunstancias se precipitaron y el nuevo Lehendakari Leizaola cedió a todas las pretensiones que llegaban desde el Gobierno de la República de España.
Kepa Anabitarte fue una de las tres personas que acudió al “Pacto de Munich” donde se quería sellar aquél acuerdo y que no fue detenida al pasar las fronteras con el pasaporte de otra persona junto a su amigo Eugenio Arzubialde Etxebarria, otro gran luchador por este país que escribió el siguiente artículo en el periódico Berria Independentziarik gabe, bakerik ez.
El propio Kepa manifestaba en el 50 aniversario de dicho “contubernio” en la radio libre Hala Bedi Irratia en el programa Hordago Nabarra:
“El Pacto de Munich tuvo también otras consecuencias directas; por ejemplo, el punto de partida para la liquidación del Gobierno Vasco, el no reconocimiento de las realidades nacionales que habían emergido durante la guerra…
El Pacto de Múnich supuso la consolidación, una vez más a lo largo de la historia ya de siglos, de la incapacidad política que todavía arrastramos en este país para construir una estrategia adecuada a las posibilidades que su propia base social ofrece.
Puso de manifiesto la falta de una clase política moderna, adaptada a las circunstancias, capaz de valorar todas las condiciones que se pueden dar para avanzar positivamente y en términos democráticos hacia las aspiraciones que este país tiene”.
En Munich, en la delegación vasca destacó por su discurso disruptivo Iñaki Aginaga Beristain (Donostia 1929-2021), del cual Kepa absorberá una nueva ideología que resumimos en parte en: LEHOINABARRA: LOS ESTADOS NO DESAPARECEN
LAN DEYA
Germán Kortabarria escribió en su libro sobre la historia de ELA que: “En 1963, el grupo del interior elaboró la Declaración de Principios de ELA. El texto, que rompe con una cierta visión armónica de las relaciones laborales que había predominado en el sindicato, recoge un planteamiento estricto de clase.
La reivindicación nacionalista de los trabajadores oprimidos se basa en el derecho indiscutible que les asiste a la autodeterminación nacional; se defiende la integración internacional de las «clases laboriosas», que debe tener como condición previa la renuncia a la opresión nacional, ya que quien combate el nacionalismo liberador de la nación oprimida, apoya necesariamente el nacionalismo explotador y retrógrado de la nación opresora” (“No pudimos ser amables ELA 1976-2006”).Iñaki Aginaga desde la clandestinidad de ELA-STV interior, fue el autor de este giro copernicano hacia ELA-MSE (Movimiento Socialista de Euskadi).
Utilizó para ello el órgano de difusión del sindicato llamado “Lan Deya”, donde reclamaba lo que se llamó la “autonomía inmediata” que Kepa extendía a todos sus innumerables contactos, situándose políticamente muy alejados del PNV o de la incipiente ETA a los que criticarán abiertamente, como en el Lan Deya de 1965 Terrorismo y accion politica
“Aceptación por las fuerzas políticas participantes del derecho del Pueblo Vasco a un régimen de autonomía e implantación desde la caída de Franco de un régimen autónomo vasco provisional que constituirá el régimen efectivo del Pueblo Vasco en este periodo, según bases concertadas previamente”.
Sólo la autonomía conseguida mediante el uso del poder del pueblo vasco se puede sostener, pues únicamente así se puede defender; la autonomía concedida y tutelada por Estados totalitarios como el español o francés no sirve para nada, pues lo que te dan te lo quitan y uno no tiene cómo defenderlo, pues no está siquiera prevista esta circunstancia (entre iguales, la ruptura de un pacto es una guerra). La autonomía plena sólo podría ser, por tanto, la antesala de la recuperación del Estado vasco.
Aquí se puede leer el Lan Deya de 1965 sobre esta cuestión ELA-STV y la autonomia vasca.
LA FRAGMENTACIÓN Y LA REUNIFICACIÓN DE ELA-STV
El grupo de Azpeitia-Urola encabezado por Alfonso Etxeberria “Tasio” y el jesuita Valentín Bengoa se salió de ELA Berri en 1969, los cuales querían que el sindicato no tuviera actividad política alguna y a la que llamaron ELA Berri-Berri. Con ellos se salieron también Josetxo Lizarraga, José Elorrieta (futuro secretario del sindicato) y el ideólogo José Antonio Ayestarán. Incluso hubo otra rama llamada ELA Askatuta en 1976 nacida de los congresos de Euba y Leioa de esos años.
Tras los encuentros en Baiona a finales de la dictadura española entre el exterior con ELA Berri-Berri, quedó de nuevo casi unida ELA, venciendo las ideas de una integración en el sistema español y la lucha centrada en obtener la mayor cuota de autonomismo posible en temas laborales (aunque le llamaron de forma incorrecta “soberanía sindical”). Quedaron fuera de la unificación los irredentos de ELA interior o ELA Berri.
La Enciclopedia Auñamendi comenta lo que ocurrió en la reunificación:
-Al margen, pues, de los “eladios” de Anabitarte, en 1974, cuando se veía venir ya el fin del régimen franquista, en asamblea celebrada en el Convento de los Pasionistas de Urretxu, los “católico-solidarios” Alfonso Etxeberria “Tasio”, Josetxo Lizarraga y Juan Olascoaga decidieron aceptar el precio exigido para la reunificación, es decir, la marginación del grupo de militantes “políticos” que quedaba en la organización y que pretendía la conversión de ésta en un partido político con su correspondiente sindical paralela, idea constantemente cultivada por el grupo ELA-MSE. Los acuerdos de integración y reunificación tienen lugar en septiembre de 1975, escasos meses antes de la muerte del dictador”.
Los miembros de ELA Berri o ELA-MSE fueron conocidos como los “eladios”, por ser éste el seudónimo utilizado en la clandestinidad por Kepa Anabitarte.
Según explicaba Kepa: “….ELA interior ha sido el único intento serio, riguroso, moderno y capaz de colaborar con eficacia, tanto ideológica como estratégicamente, en la búsqueda de los caminos adecuados hacia la libertad nacional, que se ha dado en nuestro Pueblo desde la 2ª mitad del siglo pasado”.
ESB Y LA PARTICIPACIÓN EN LAS ELECCIONES ESPAÑOLAS
Es en el año 1976 cuando Kepa pasó a encabezar un nuevo proyecto nacido de ELA-MSE y el colectivo Aintzina entre otros, se trataba del partido Euskal Sozialista Biltzarra-Partido Socialista Vasco (ESB-PSV), el cual buscaba un Frente Abertzale ante el social-imperialismo del PsoE.
El fracaso electoral de ESB fue total y el Frente Abertzale nunca se ha podido crear de manera estable y con una estratégica nacional de liberación.
Kepa Anabitarte dejó entonces de contar con el apoyo de Iñaki Aginaga que era partidario del absentismo como movimiento social y estratégico contra el nuevo Régimen; Aginaga se negaba a participar en unas elecciones creadas por el nuevo Régimen sucesor de la dictadura franquista.
Pero, según le confesó el propio Aginaga a Kepa al final de trayectoria vital en su reencuentro en Donostia-San Sebastián entre estos dos animales políticos: “yo no he hecho nada sin ti, pero tú tampoco sin mí”.
LA FACETA SOCIAL Y EMPRESARIAL DE ANABITARTE
El Régimen cerró el diario abertzale Egin en 1998 bajo la acusación de integración en banda armada, que quedó sin efecto en el 2009 por su propio Tribunal Supremo. Por ello, Anabitarte promovió como Presidente de la sociedad de prensa EKHE (Euskal Herriko Egunkaria) la creación el 30 de enero de 1999 del diario Gara, junto a miembros destacados de Herri Batasuna como Jon Idigoras.
Kepa fue también uno de los promotores de Gaindegia Behategia para el desarrollo económico y social de Euskal Herria en el 2004, entre otros con el que fuera secretario de LAB Rafa Diaz Usabiaga, al que quiso dar un contenido más político pero sin conseguirlo.
A través del escritor y euskaltzale José Ángel Irigarai Imaz tuvo contacto directo con los fundadores de Ez Dok Hamairu como Mikel Laboa o Benito Lertxundi que tuvieron también estrecha relación con Aginaga.
Anabitarte desarrolló a lo largo de su vida una importante faceta empresarial dirigiendo varias empresas, entre ellas la puntera Cooperativa Irizar de autobuses, una de las muchas que nació de las ideas de su amigo José María Arizmendiarrieta.
DISCURSO DE KEPA EL 15 DE AGOSTO, ASKATASUN EGUNA
Lejos de disminuir su actividad política, Kepa Anabitarte siguió muy activo a principios del siglo XXI, impulsando Nabarralde (2001) o formando parte de la actual Orreaga Taldea desde 1992 junto con Joseba Ariznabarreta, intentado estructurar lo que este país necesita: una clase dirigente preparada para elaborar y llevar a la práctica la estrategia adecuada que nos lleve a recuperar la libertad nacional y por tanto la libertad social.
En uno de los discursos que escribió Kepa para conmemorar en su pueblo natal el Askatasun Eguna del 15 de agosto rememorando la creación del Estado de Nabarra como el Estado todos los vascos o baskones, decía:
– Los vascos fuimos capaces de constituir un Estado que no es otro que el Estado europeo de Nabarra, objetivo político imposible de alcanzar sin contar con un elevado nivel de desarrollo en todos los órdenes.
– Con ello, marcamos formalmente el territorio donde habían vivido nuestros antepasados y confirmamos nuestra decisión de seguir habitando en él, así como nuestros descendientes.
– Sólo así, con aquella organización, con aquella institucionalización moderna, constantemente actualizada, se puede comprender que todavía exista el Pueblo Nabarro, que no haya desaparecido, que su cultura y su “Lingua Nabarrorum”, aunque tocadas, todavía se mantengan vivas”.
– Hemos tenido y seguimos teniendo los peores vecinos que podían tocar… Es el imperialismo hispano-francés con todas sus malas artes, maniobras e intrigas de todo tipo, rematadas por invasiones militares, quienes han ocupado nuestro territorio, reduciéndonos a la condición de inquilinos en precario con la pretensión de anular nuestra autoestima, nuestra voluntad, exigiéndonos, por si todo esto fuera poco, la colaboración necesaria para consumar sus perversas estrategias que no son otras que la desaparición del Pueblo Nabarro… ¡Sacarnos de la historia!…
– Desgraciadamente, claro está, con buenos resultados, como es bien notorio… ¡¡Pero no lo han conseguido!!…Todavía existimos… y, aquí mismo presentamos una buena muestra.
– Con esta claridad, los aquí presentes tenemos decidido vivir en este tierra, con este pueblo, participando en su gobernación propia, autóctona, y no porque sea grande o pequeña, bonita o fea, de primera o segunda fila, sino lisa y llanamente por ser nuestra…
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