Como todos los años, Ecologistas en Acción publica su informe Banderas Negras 2023 con el fin de dar a conocer los casos más significativos de contaminación y mala gestión ambiental del litoral. Cada provincia o ciudad autónoma con litoral opta a dos banderas negras, una por mala gestión y otra por contaminación, con un total de 48 en todo el estado. Tras seguir atentamente la actividad de empresas y administraciones a lo largo del litoral vasco, Ekologistak Martxan presenta sus cuatro Banderas Negras.
Por un lado, la bandera negra por mala gestión en Bizkaia se la lleva por segundo año consecutivo el descabellado proyecto de construir dos museos subsidiarios del Museo Guggenheim Bilbao en la ría de Urdaibai. “Si bien el concepto de atraer turismo en zonas rurales es acertado, la idea de plantar un museo en medio de una reserva natural de la biosfera para el disfrute de la cultura y la naturaleza simultáneamente es algo descabellado y no está demostrado que fuera a atraer a más gente de la que ya atrae el museo fuente de Bilbao”. Para los ecologistas, la insistencia en revivir este proyecto, modificándolo dos veces, lleva a plantear “si la construcción de estos dos museos no sería el primer paso para la urbanización encubierta de toda la comarca dado que se van a modificar los planes de ordenación que dificultan el sobre urbanismo que se ha dado en otras poblaciones a lo largo de la costa de Bizkaia”.
Asimismo, la bandera negra por contaminación en Bizkaia se la lleva Petronor, un habitual en el informe de Ekologistak Martxan. La química de Petróleos del Norte S.A., coloquialmente conocida como Petronor, es el punto negro más contaminante de Euskadi, cuyas zonas más afectadas son el río Barbadun y la zona de Meatzaldea. Recibe la Bandera Negra 2023 por “incumplir la normativa de costas implantando una planta de coque ilegal y por salvarse ‘in extremis’ de pagar una multa de 200 millones de euros gracias a una triquiñuela legal”.
La costa guipuzcoana tampoco se libra de ser galardonada con dos banderas negras. La mala gestión de la Bahía de la Concha ha llevado a la organización ecologista a otorgarle una de sus Banderas Negras. El enclave protegido de la Isla de Santa Clara es el hábitat de una gran variedad de aves marinas. Tras años limitándose las visitas a la isla a la época estival, desde este año las visitas turísticas comenzarán en primavera, con la intención de explotar la isla durante todo el año mediante el turismo internacional y de alto poder adquisitivo. Para los ecologistas, “esta actividad es absolutamente incompatible con la nidificación de las aves marinas que habitan la isla”. La decisión de instalar la escultura Hondalea de Cristina Iglesias en la isla como reclamo al turismo internacional “ha tenido como resultado la ausencia de paz, el trasiego y las molestias continuas que provocan el abandono de los nidos y la pérdida de calidad ambiental. Se prioriza la actividad económica en un espacio protegido, amparada por la inacción de las autoridades y técnicos medioambientales que deben velar por su conservación”.
La última Bandera Negra 2023 viaja hasta Mutriku por las obras de ampliación del dique que arrancaron en septiembre de 2022. Según indican los ecologistas, “el proyecto del Puerto de Mutriku ha supuesto un cúmulo de ilegalidades e irregularidades desde su inicio”. Este proyecto se gestó para ser un puerto de acopio de materiales para el Puerto de Pasaia. Sin embargo, apuntan, “una vez suspendida la construcción de aquel, se pretende ahora construir un nuevo puerto deportivo a rebufo del dique, para así facilitar la construcción y venta de nuevas urbanizaciones en la localidad”.